El vigesimoséptimo tomo de My Hero Academia es uno de los mejores que he leído hasta la fecha. En una de las sagas más iracundas de su historia, Kōhei Horikoshi nos regala una preciosa rapsodia de violencia incontestable. Repleto de grandes momentos, este último volumen pone el listón muy alto con un clímax brutal y momentos épicos por doquier. Lejos de protagonistas habituales, en esta ocasión tenemos a dos de los héroes más poderosos del momento consumiendo su cuota de pantalla: Mirko, la coneja de la luna, y Hawk, el amo del cielo.
Todo acompañado de una edición, como siempre, de gran calidad. Planeta Cómic ha vuelto a hacer un gran trabajo con la edición y traducción de su producto, el cual corre el riesgo de convertirse en una franquicia histórica. Superados los altibajos argumentales, ahora sí —del todo— vuelve a brillar con luz propia. Porque este My Hero Academia n.º 27 es de esos que emocionan; te deja con ganas de muchísimo más. No puedes, casi, ni esperar. Por eso nos ha alegrado tanto que Daruma siga con el buen trabajo de siempre o que sus 184 páginas en blanco y negro sean —todas y cada una de ellas— tan buenas. El recorte de los márgenes es muy bueno y sus 11,1 x 17,7 cm de formato pocas veces le han sentado tan bien. La edición es excelente.
Sinopsis
Es el inicio del plan de ataque unificado de héroes. Ha llevado mucho tiempo, pero esta vez el Ejército de Liberación de Superpoderes va a quedar doblegado. ¡Voy a volar más rápido que nadie por todos, como los héroes que he admirado desde que era pequeño! ¡¡Plus ultra!!
My Hero Academia n.º 27

Estoy emocionadísimo. Había pasado mucho tiempo sin sentirme así, pero es que el último volumen de My Hero Academia es espectáculo puro y duro. Me voy a tener que aguantar las ganas de hablar de momentos muy concretos para evitar cualquier clase de spoiler, pero… Madre de Dios. Horikoshi ha puesto los puntos sobre las íes y ha recuperado el control de su obra. Ya veníamos avisando. Durante meses habíamos observado su recuperación; el manga, en horas bajas, recuperaba el impacto y las maneras de los buenos tiempos. Bueno, pues esa mala época ya es historia: My Hero Academia está de vuelta. Y en mayúsculas. Qué pedazo de tomo.
Empecemos por el principio: los héroes se preparan para atacar las dos bases enemigas principales. Hawk, espía por partida doble, ha logrado recoger muchísima información hasta dejarlo todo prácticamente cubierto. Siempre surgen imprevistos, pero su labor es cuasi intachable. Así pues, sabedores de quienes son los principales responsables del caos que reina en los bajos fondos, se preparan. Que se aparten Marvel y DC: esto sí que es un crossover. Bueno, no realmente, pero ya me entendéis. Cientos y cientos de héroes de todas partes (alumnos incluidos) se han reunido para ponerle fin a las actividades de los villanos.
En esta tesitura tenemos una protagonista absoluta: Mirko. Voy a ser sincero: desde ya es uno de mis personajes favoritos. Ya en su momento me pareció interesante, pero es que en esta saga se ha convertido en uno de los héroes más brutales de todo el manga. Aunque su poder no es nada del otro mundo, lo lleva hasta el extremo. Mirko es muy poderosa. Versa sus ataques en la Luna y no veáis cómo reparte. Derrocha carisma. Su intensidad es contagiosa y en solo unas cuantas páginas protagoniza momentos muy épicos. Ya os aviso de que en la próxima encuesta de popularidad va a subir como la espuma.
Mirko, Hawk… y dos alumnos

Mirko es, sin duda alguna, la gran vencedora de este volumen. Su presencia viene acompañada de unas altas dosis de violencia. Lejos de lo que pueda parecer, encajan a la perfección con la idiosincrasia de la historia. Estamos en un momento clave y no hay tiempo para las medias tintas. Ella no duda, aunque tampoco es que los Nōmu lo pongan muy difícil. Lo de las dudas, digo. El combate es otra cosa. Ahí lo vais a flipar. Posiblemente os pase lo mismo con Hawk, quien nos regala momentos de gran emotividad; ser un espía tiene sus contratiempos. Dejando a un lado su charla con cierto personaje, pone de manifiesto porque es uno de los héroes más poderosos del panorama nacional.
No puedo hablaros demasiado de él sin haceros spoilers, pero este ha sido su gran momento. Por su parte, tenemos a otros dos héroes que han destacado, aunque en menor medida. No aparecen demasiado e, inclusive, extraña su presencia. No obstante, los héroes profesionales no están para tonterías: necesitan su ayuda sí o sí. Hablamos de Tokoyami y Kaminari, dos de los estudiantes más destacados de la U.A. A cada cual con su responsabilidad, también nos obsequian con un par de escenas brutales. Por cierto, ya os aviso, pero Horikoshi ha dejado caer ciertos enredos amorosos sin ninguna discreción, pero sin incidir demasiado. Debo decir que me ha gustado mucho. Aparecen motivaciones inesperadas… y personas a las que quieren proteger. Uno por admiración, otro tal vez por amor. Tal vez solo amistad. Ya se verá.
De cualquier manera, la espectacularidad es incontestable. No hemos disfrutado —todavía— de ningún gran combate, pero ya llegarán. Hay dos duelos concretos muy jugosos, a cada cual por sus propias razones. Inclusive, el espectro de la muerte vuelve a asomar por la ventana. Hay que tener cuidado. Y para terminar, pues no quiero extenderme mucho más, el arte. Que dibujos. El mangaka se ha superado con escenas muy concretas. Y eso que no hay grandes paneles. No importa. Las escenas que requieren de un mayor énfasis lo tienen. No sé. A lo mejor me he emocionado demasiado, pero esto es —precisamente— lo que uno espera de My Hero Academia. Así sí.
Conclusiones

Como ya sabréis, en mis últimas reseñas comenté que las buenas sensaciones de los tomos anteriores se habían mantenido. Bien, pues el manga ha terminado de explotar —en el buen sentido— de nuevo. My Hero Academia ha recuperado del todo la senda correcta para erigirse, una vez más, como uno de los shōnen más destacados del panorama nacional e internacional. Épico e intenso, trasmite sensación de peligro y nos hace querer más. Mucho más. Desarrolla, de la misma forma, protagonismo en personajes no tan habituales y abre las puertas a la que puede ser la saga más grande de la historia dentro de la franquicia.
- Corrección: Guillermo Ruiz