Reseña manga: ‘My Hero Academia’ #20

Termina el arco del Festival Cultural de U.A.

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¡Hola, muy buenas amantes del anime y el manga! Regresamos con una nueva reseña manga de My Hero Academia; cuatro años de serialización en Japón y un vigésimo tomo que hace las veces de transición, tal y como ya comenté en mi anterior reseña. Al igual que las páginas finales del tomo #19, Horikoshi opta por un arco argumental con características de relleno, pero que se torna imprescindible a consecuencia de la elevada carga dramática de los eventos acaecidos con anterioridad. Superado el curso de recuperación de Todoroki, Bakugō y compañía, nos introducimos en el festival cultural de la academia U.A. Si bien es cierto que el impacto es mucho menor, estos dos últimos arcos nos han servido para descansar un poquito y recargar pilas, que hacía falta.

No obstante, hablemos un poquito de su edición antes de profundizar en este nuestro análisis. Repetimos formato: rústico, sin solapas y con sobrecubierta; la sobrecubierta delantera es, sin lugar a dudas, una de las más bonitas que se han publicado hasta la fecha. Volviendo al tema, se compone de 200 páginas en blanco y negro. Además, incluye un tarjetero de regalo, aunque solo estará incluido en la tirada de primera edición. En maquetación y edición, más de lo mismo. El acabado de la obra sigue siendo de calidad, pero presenta ciertos fallos al encuadrar las viñetas y los diálogos. Si bien es cierto que no perdemos nada, ciertas escenas están demasiado ajustados a los límites físicos de la página, lo cual es un poco incómodo. Con todo, sigue siendo un libreto muy notable.

Sinopsis

Una vez al año se celebra una fiesta de ensueño (o sea, un festival). Se trata de buscar diversión, pero a algunos les define más bien la oscuridad. ¡Hacer sonreír es trabajo de héroes!

Reseña manga de My Hero Academia #20

Reseña manga My Hero Academia #20
Reseña manga My Hero Academia #20

La trama del presente arco es, cuando menos, sencilla. Los integrantes del curso especial de héroes están preparando su actuación para el festival cultural. Entretanto, Mirio ha ido a recoger a nuestra querida Eri. ¿Con qué motivo? Sencillo: mostrarle cómo es la vida más allá de la oscuridad. Por fin ha recibido permiso para salir del festival, por lo que resulta lógico que tanto Lemillion como Deku estén especialmente motivados con el festival. Quieren demostrarle que la cara dulce de la vida, lo cual no será tan fácil como cabría esperar. Entran, más pronto que tarde, dos nuevos villanos en escena. Lejos del caótico despotismo de enemigos anteriores, la causa de estos dos nuevos personajes es bastante meliflua en comparación.

Hablamos de Danjūrō Tobita, alias Gentle Criminal, y Manami Aiba. El primero es un proyecto de héroe frustrado que busca en la fama su particular redención. Manami, por su lado, era una admiradora que se terminó uniendo a su casa. El primero carece de impacto, pues su causa resulta irrisoria y superficial. Terminaremos comprendiendo su motivación, pero no alcanza a conmover. No tanto Manami, una grandísima hacker con un don muy interesante. Danjūrō puede alterar la elasticidad de todo lo que toca. Manami, por su parte, es capaz de buffar a una persona, aunque no mencionaré los términos ni condiciones; que sea sorpresa.

Recuperando un poco el hilo, el dueto quiere colarse en la academia para grabar su nombre en la historia con un nuevo y emocionante vídeo en la red. Por desgracia, la situación no podría ser peor: si salta cualquier tipo de alarma en el recinto escolar se suspenderá el festival. Deku, por azares del destino —una cuerda está rota y necesita comprar otra. Lo siento, pero está muy, muy, pero que muy forzado todo— se termina encontrando con ellos, a los cuales reconoce por (casualidad, también) haber visto un vídeo de ellos al pinchar por error mientras buscaba información sobre All Might.

El argumento está cogido con pinzas

Reseña manga My Hero Academia #20

Como habréis podido suponer, la trama apenas se sostiene. No es que haya incongruencias o fallos a nivel narrativo, pero todo queda dilucidado ser demasiado aleatorio. La causalidad de los eventos es un poco desastrosa, para qué mentir. Con todo, nuestro héroe termina enfrentándose en singular duelo contra Danjūrō, quien termina siendo un rival más duro que lo que podía aparentar. Finalmente, todo se resuelve, y Horikoshi intenta que intercedamos sentimentalmente por el villano, pero no termina de conseguirlo. Apela a la empatía para que nos regalemos en una falsa sensación de emotividad que no consigue alcanzar.

Por su parte, el diseño de los personajes tanto a nivel artístico como de poderes sigue siendo vistoso, pero la saga es una de las peores hasta la fecha. Con todo, cumple su función: sirve de desahogo. Nadie se está jugando la vida y, en realidad, no interpretamos que el combate tenga mayor trascendencia. Todo termina, el festival sigue su curso y Eri sonríe por fin. De igual forma, Jirō nos regala alguna que otra viñeta muy espectacular. Sí me ha gustado que hayamos podido conocer un poquito más de Earphone Jack así como de sus motivaciones. Sigue y suma.

Una vez el festival llega a su final, tiene lugar un nuevo ranking de héroes. No diré nada al respecto, pero nos ayuda a contextualizar un poquito mejor la situación actual del panorama heroico. Curiosamente, y esto no me lo esperaba, Endeavor comienza a ganar protagonismo. Solo se trata de un breve atisbo, pero comenzamos a ver un poquito más de él y del peso que recae sobre sus espaldas. Quiero saber más y ver más. Si bien es cierto que no sucede nada del otro mundo hasta las páginas finales, el autor aporta información interesante. Y, justo cuando el tomo está a punto de terminar, se disparan las alarmas. Un nuevo enemigo y una nueva gama de posibilidades.

Conclusiones

Reseña manga My Hero Academia #20
Reseña manga My Hero Academia #20

Como bien ya comenté con anterioridad, estábamos en una fase de transición la cual ya ha llegado a su fin. No esperéis que diga un por fin o menos mal, pues era algo necesario. No me ha gustado el arco como tal, pero sí lo que ha ofrecido a nivel de contexto. Sin revelar nada del otro mundo, el mangaka ha asentado los cimientos de las futuras sagas. Eso es algo que debo reconocer. También su gran labor a nivel de dibujo, el cual sigue siendo impecable. El acabado de los escenarios, el diseño de los personajes, los poderes, etc. siguen siendo una de las grandes bazas de un manga que sigue progresando a un ritmo brutal.

Mención especial para la heroína posicionada en el puesto número 5 de los mejores héroes. Apenas sabemos nada de ella —de hecho, siento mencionarla— pero me ha encantado su diseño. Su apariencia, así como su personalidad, son bastante agresivas, lo cual me agrada dentro del arqueotipizado buenismo del resto de héroes. Lo mismo sucede con el número 2, aunque desde otra perspectiva.

Su presencia supone un soplo de aire fresco en un manga, que en realidad, no lo necesita, pero siempre viene bien. La historia sigue siendo interesante, el dibujo es una barbaridad y, en líneas generales, la edición de Planeta Cómic sigue siendo buena. Quienes disfruten del género de acción y aventuras, y gusten de los héroes y/o poderes especiales, no pueden dejar pasar esta colección. Es, sin lugar a dudas, una de las series del momento. Siento si me repito con cada análisis, pero así es. Sin más, me despido. ¡Hasta la próxima! ¡Plus Ultra!

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