Tiempo atrás os trajimos nuestra primera reseña de La Librera calavera Honda-San n.º 2, una muy peculiar licencia de Fandogamia. En ella conocemos a Honda, una joven calavera que, además de trabajar en una librería especializada en manga y cómic, escribía y dibujaba sobre sus experiencias personales. Amante de la lectura, decía ser la encargada de la sección de cómic extranjero. Siendo esta su principal responsabilidad, aunque no la única, centró sus esfuerzos en revelar las interioridades del día a día de una librera. Con tranquilidad, a su ritmo y con muchas dosis de humor. Así era Honda-san, autora y también protagonista de aquesta nuestra historia.
Pues bien, el segundo volumen no iba a ser menos; nuevas historias, peculiaridades e introspecciones personales hacen de protagonistas, aunque eso lo veremos un poquito más adelante. Por el momento me contentaré con deciros que, una vez más, la edición es brillante. La gran F se repite, y es el que el primer tomo fue igual de bueno. Repite precio: 8 €. Los sigue mereciendo. Más que antes incluso. Ha sido emitida en formato tankōbon B6 en blanco y negro con páginas a color insertas. Forma parte de la #líneaYamanote.
Sinopsis
Honda, basándose en sus experiencias reales, cuenta a través de su cadavérico alter ego cómo fue trabajar en una librería especializada en cómics. Atender clientes peculiares, la colocación de los títulos, el trato con las editoriales… ¡aderazado de humor y compañeros de trabajo tan excéntricos como los clientes! Una forma perfecta para conocer, desde el contecto japonés, qué recorrido tiene un libro en una librería, por qué es tan complicado que todos tengan un lugar preferente y cómo el trabajo de los libreros es más que aguntar clientes impertinentes… aunque también lo hagan
La librera calavera Honda-san n.º 2
La Librera calavera Honda-San n.º 2 mantiene los mismos elementos que hicieron tan interesantes al primer volumen: humor un poco absurdo, diseños de personajes disparatados e historietas reales inspiradas en las vivencias personales de una verdadera librera. De buenas a primeras tuvimos el placer de ver como Honda interactuaba con los clientes. Pues bien, este segundo se centra en la vertiente más editorial del trabajo de un librero: eventos promocionales, firmas de autores, contacto y relación con distribuidores y editores, etc. Honda explica como funciona su librería o cómo trabajan sus compañeros, lo cual resulta muy interesante.
Es una lectura gratificante que sabe regalarnos momentos de distensión a través de las escenas, por ejemplo, protagonizadas por mangas eróticos y/o no aptos para menores, series yaoi o yuri e, inclusive, el estrés por no tener material suficiente. Como un lector occidental no puedo hacer otra cosa más que preguntarme si, de una u otra forma, aquí es igual. Lo dudo, pues las revistas manga semanales —por ejemplo— funciona de forma muy concreto. Es por eso que es interesante. Porque es revisar el día a día de un oficio muy cercano a casi todos nosotros, pero que de una u otra forma se siente muy distante. Japón se erige bajo sus propias normas y es eso, precisamente, lo que resulta tan llamativo.
De profesión librera
Y no porque se hayan presentado nuevos personajes, que también, sino por todo lo que implica. Aparte, nos sentimos muy cerca de la autora cuando rompe la cuarta pared y nos habla de su propio manga. Honda-san, la librera calavera, tiene consciencia de quién es en realidad. Es decir, es un relato autobiográfico en el que el manga habla del propio manga… ¿Mangaception? Hay muchos momentos de este estilo, como cuando nos explica que, para poder publicar, cada capítulo pasa por una doble revisión: la del editor y la de los responsables de la libreria. Es, como poco, muy curioso. Todo esto viene acompañado de numerosas referencias a editoriales (la propia Fandogamia aparece representada en la historia) a través de personajes cuyo rostro es una hoja de papel con su posición escrita. Disparatado, sí, pero muy divertido.
Como ya os conté un poco que me pareció en mi primera reseña, pues no he querido alargarme demasiado. Es más, me he limitado un poco a contaros algunos de los elementos que destacan en este segundo volumen. Os podría decir que el dibujo sigue siendo igualmente bueno o que la dinámica de lectura mejora cuando dispones de ambos tomos. También os podría comentar que la construcción del guion es especialmente buena o que evita temas polémicos por intervención directa de sus superiores,. Es más, no quiero irme sin contaros que el humor no siempre es absurdo, sino que se aprovecha de la cotidaniedad del día a día. Los compañeros de Honda-san saben que está haciendo un manga, pero no es así con todos los que comparten oficio en agencias externas.
En una reunión social, por ejemplo, termina siendo abroncada por un compañero de otra librería por no ser más dura con algunos miembros del sector…
Conclusiones
Sea como fuere, La Librera calavera Honda-San n.º 2 mejora la calidad del manga en su conjunto a través de una línea de escritura continuista. La edición es buena y la relación calidad-precio es excelente. Su mayor virtud sigue siendo la originalidad de sus historietas autoconclusivas y la sencillez con la que aborda cualquier tema; te enteras de todo aunque no tengas ni idea de qué va la cosa. Con muchísimos cameos y homenajes de por medio, se enriquece de las decenas de referencias que incrusta entre sus líneas. Siempre respetando los derechos de autor y/o las restricciones editoriales, claro está. En cualquier caso, una lectura muy divertida.