¿Qué es el fútbol japonés? En otros trabajos, como Oliver y Benji, su autor nunca profundizó en aquella pregunta y dejó que el talento natural de sus personajes dominase la escena. En Blue Lock, renegaron de su esencia para crear un antihéroe basado en el egoísmo. De una u otra manera, muy diversos autores se han hecho esta pregunta a lo largo de sus vidas, tanto con el fútbol como con otros deportes. Curiosamente, no me di cuenta de esto hasta que empecé a preparar mi reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 5.
No al menos de manera consciente. Personalmente, nunca me había cuestionado esto. Y eso que, desde siempre, he sido muy fan del llamado deporte rey en España. Algo lógico si tenemos en cuenta que, en el Viejo Continente, hay países con un estilo muy definido. En España abunda el juego de posesión, en Holanda declararon ser fanes del fútbol total, en Inglaterra abunda la velocidad y, en Italia, el catenaccio es el santo y seña de numerosos equipos.
No obstante, ¿qué tiene el fútbol japonés que lo diferencie de los demás? Seguramente, ninguno de nosotros nos hemos planteado esa pregunta en ningún momento de nuestras vidas. Normal si tenemos en cuenta que, de una u otra manera, nos pilla muy lejos. Estamos acostumbrados a la gloria y a la victoria, de una manera u otra, aunque sea a través de terceros. Valoramos el juego en equipo, pero apreciamos, ante todo, la individualidad.
Es raro, la verdad, puesto que daría hasta para debate. Es precisamente por eso que este quinto volumen me ha llamado tanto la atención. A fin de cuentas, Naoshi Arakawa, su autor, se plantea esa misma pregunta, pero desde el prisma del pueblo nipón y su carácter.
Reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 5 | Portada, sinopsis y edición
El entrenador Fukatsu tiene una idea para pararle los pies a su contrincante: sacar a Echizen al césped y modificar la posición de Onda, ¡y el Eisen Funabashi mete otro gol y se adelanta en el marcador! No obstante, el arriesgado movimiento del entrenador comienza a dar resultado y las warabis retoman el ritmo del partido. Soshizaki encadena dos goles y acaban ganando por 4 a 3. Tras el arduo enfrentamiento con el Eisen Funabashi, ¡las warabis pasan a la final! Su próximo oponente será el instituto Kôrenkan, uno de los dos mejores del país. Además, parece que el destino hará que también se vean las caras con cierta rival del torneo de fútbol sala… ¡Da comienzo la final de la interliga JKFB!
Colección | Farewell, My dear Cramer vol. 5 de 7 |
Autoría | Naoshi Arakawa |
Género | Shônen, spokon, comedia, deportivo, drama |
Formato | Rústica con sobrecubierta reversible |
Tamaño y páginas | 15 x 21 cm 368 páginas en b/n |
Precio | 15,95 € |
Maquetación | Guillermo Binnin (Drac Studio) |
Traducción | María Lagóstena Zamora (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 05/10/2023 |
Reseñas | Reseña de volúmenes anteriores |
El quinto volumen de Farewell, My dear Cramer nos ha vuelto a recordar que Distrito Manga es una de las editoriales que mejor calidad suele ofrecer, tanto la traducción como la calidad del producto en materia de impresión es muy alta. No obstante, este es uno de los que más errores de maquetación tiene. Sin ser algo especialmente grave, hay varios bordes físicos que chocan con los de las páginas. Es decir, que hay diálogos e imágenes que chocan con los límites del manga y se comen algunas letras. Por lo demás, considero que sigue siendo un manga de mucha calidad que destaca tanto por el tamaño, la relación calidad-precio y los bordes interiores para facilitar la lectura.
Redefiniendo el fútbol japonés
Recuperando el tema anterior, me gustaría volver a plantearos la misma pregunta de antes: ¿Qué es el fútbol japonés? Seguramente, al igual que yo, ninguno sea capaz de responder apropiadamente cuando se adscriben conceptos tales como el estilo. A fin de cuentas, parece que el deporte nipón no tiene una esencia concreta. A lo largo del tiempo, ha dado grandes jugadores, como Nakata, mas es igual de cierto que nunca ha despuntado a nivel colectivo. No del todo.
O eso parecía, porque durante el pasado Mundial de Fútbol, la selección nacional dio una imagen muy buena gracias a su juego colectivo. Casualidad o no, este mismo tema es el que se analiza durante el quinto volumen de Farewell, My dear Cramer. El entrenador del equipo Korenkan, uno de los mejores del país y el otro finalista del torneo en el que están participando las Warabis, tiene un objetivo muy concreto: japonizar el fútbol de su país.
Es él mismo quien, de hecho, cita a otros países para resaltar sus virtudes y explica que en Japón eso no existe. Por eso mira más allá y diseña lo que él llama «el mejor equipo de mediocres«. Por supuesto, no lo dice con connotaciones negativas, sino justo lo contrario. Su idea es la de crear un estilo de juego que permita que sus compatriotas puedan competir aprovechando sus principales virtudes: disciplina, armonía y agilidad.
Choque de estilos
Por lo tanto, pregona por el esfuerzo, la constancia y el trabajo dura por encima del valor individual. Por supuesto, no reniega de este, y deja que sus mejores jugadoras destaquen utilizando sus mejores armas. Pese a ello, la base es distinta. Quiere que su equipo sea como un reloj en donde sus jugadoras no dejen de moverse por el campo. Esto lo vemos desde el principio cuando se nos explica que su 11 cambia de sistema según ataca o defiende con mucha comodidad.
Son capaces de adaptarse. Por su parte, las Warabis tienen un arma muy diferente: el talento individual. Aunque ya se coordinan mucho mejor como equipo, la clave de sus victorias es que tienen varias jugadoras con un talento descomunal bien respaldadas por chicas muy entregadas. Inclusive, entre las menos llamativas, las hay con especialidades muy concretas que les permiten destacar en unos momentos u otros.
Esto ya lo hemos visto en otras ocasiones, pero ha sido en las finales del quinto volumen dónde más fuerza ha cobrado. Especialmente debido a que es uno de los encuentros en el que más variantes y variables parecen entrar en escena. Esto nos permite disfrutar, sin duda, de uno de los mejores partidos que hemos visto hasta la fecha en Farewell, My dear Cramer.
Reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 5: conclusiones
Pese a ello, si hay algo que nos enseña este manga es que los resultados no son lo más importante y que, de una manera u otra, siempre está mirando hacia el futuro. Por supuesto, todas quieren ganar, pero parece que va más allá. Aspira a revelar las bondades del fútbol femenino y expresar lo que podría ser el camino hacia el futuro. Por supuesto, se basa en no pocos conceptos un tanto idílicos, mas no deja de ser interesante.
¿Por qué? Pues porque todo este tipo de diatribas que plantean le permiten ser un manga deportivo diferente a lo habitual. Entran en juego conceptos normalmente secundarios y los convierte en los protagonistas a través de un plantel repleto de personajes con mucho carisma. Lejos de realzar una o dos figuras por encima de las demás, es capaz de diseñar jugadoras que aportan en todo momento de una manera u otra.
Realza mucho el valor individual de sus protagonistas y el concepto de grupo, pero desde una perspectiva mucho más humana y más realista. El mundo funciona de manera muy orgánica y nos deja grandes momentos sin demasiados problemas, pese a que sigue fallando en lo mismo: no desarrolla tanto como nos gustaría a sus personajes principales. Como se centra en lo global, aunque permite que sus jugadoras evolucionen, deja muchos flecos abiertos en favor del colectivo. Algo que no solo notamos tomo a tomo, sino de cara al futuro cuando tenemos en cuenta que solo quedan dos volúmenes más.
- El manga está evolucionando a un gran ritmo.
- Como spokon ofrece un sentido deportivo realista y orgánico.
- Gran sensibilidad narrativa y buena construcción de personajes.
- Diseño atractivo, buena edición y mejor dibujo.
- Como es un manga corto, sabemos que se dejará muchos trasfondos sin resolver.