
«Como un isekai, pero bien hecho». Bien es sabido por todos que Fandogamia no se anda con tonterías. Hoy en día es una de las editoriales con más personalidad del mercado. Siempre al pie del cañón, les tengo un cariño personal muy especial. A fin de cuentas, no solo es una editorial que se atreve a decir las cosas a la cara, sino que además hacen muy bien su trabajo. Mi reseña de A la sombra del trono es solo otro ejemplo.
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Y si bien es cierto que podría pasarme horas hablando solo de las cualidades de la editorial, hoy no he venido a eso. Hoy, adaptando un meme que dice ser historia entre los más veteranos, «he venido a hablar de su libro».
En otras palabras: me gustaría contaros qué me ha parecido A la sombra del trono y de cómo he vivido mi primer contacto con Kate Sheridan (guion), Gaia Cardinali (dibujo) y Micah Myers (rotulación). De buenas a primeras, os diré que ha sido bueno.
No perfecto, puesto que —como es lógico— hablamos de un tebeo con sus virtudes y sus defectos. En cualquier caso, sí que os puedo decir que es un cómic con nivel que no flaquea en ningún ámbito. ¿Por qué? Pues os lo cuento a continuación.
Reseña de A la sombra del trono | Portada, sinopsis y edición

Cuando sus hermanos pequeños y sus padres le agobian durante las vacaciones, Jordan intenta encontrar un poco de espacio. Pero en lugar de dar vueltas por el museo, acaba siendo transportado a un mundo de fantasía donde por fin puede ser él mismo.
Acabará entrenando para convertirse en caballero, justo cuando el Príncipe Astel y Sir Griffith están a punto de destapar un oscuro secreto que la reina mantenía oculto, y que empujará a Jordan a una batalla mágica que jamás habría imaginado.
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Colección | Volumen único |
Autoría | Kate Sheridan, Gaia Cardinali, Micah Myers |
Género | Acción, aventura, fantasía, romance |
Formato | A5 con sobrecubierta, cosido |
Precio | 15 € |
Tamaño y páginas | 168 páginas a color |
Fecha de publicación | 12 del 12 del 24 |
De buenas a primeras, os puedo decir que la gran F ha vuelto a sacar buena nota en la edición. Aunque desconozco la terminología original del libreto, entiendo que la traducción es buena, pues la lectura es orgánica y natural.
Si no supiese la identidad de sus autores, incluso diría que es de autoría española, mas no es así. Me quedo, pues, con el hecho de que no pone ningún tipo de traba y que cuenta con una edición de buen nivel. Impresa con materiales de calidad, la unión entre páginas es recia.
Aparte, no he detectado ningún tipo de error ortográfico o gramatical, por lo que está bien revisado. La maquetación también es buena. En resumen, Fandogamia ha hecho un buen trabajo y A la sombra del trono es un producto que satisface nuestras exigencias como lectores y consumidores.
Una fantasía autoconclusiva

Dicho esto, ¿qué podemos esperar de su contenido? De buenas a primeras, A la sombra del trono se presenta como un tebeo autoconclusivo. Su protagonista es un joven llamado Jordan. Cuando la historia arranca, está de vacaciones con su familia, pero se siente agobiado.
Sus padres le piden que cuide de sus hermanos constantemente y la visita al museo en familia que realizan no es una excepción. No le hace gracia, así que cuando acaba —por azares del destino— en otro mundo, lo interpreta como una oportunidad.
Hasta cierto punto, lo entiendo, mas debo decir que todo arranca demasiado rápido. Como el cómic no es muy extenso, la transición entre mundos se hace muy a la ligera. Jordan acepta muy rápidamente que está en un mundo de fantasía y se mete de lleno enseguida.
Tanto es así que acepta que está en otro mundo en un par de páginas y en la siguiente ya está empuñando una espada para salvar a un desconocido del ataque de un lobo. Además, por muy cansado que esté de ser niñera o se sienta incomprendido (es un poco la reacción propia de la edad del pavo, pues es una chiquillada), es demasiado frío.
No le da pena ni miedo ninguna aparecer en otro mundo. Esto es algo que vemos con cierta frecuencia: el cómic avanza demasiado rápido, impidiendo que los personajes progresen adecuadamente. Es más, aunque hay intrigas palaciegas, todo se mueve en una ruta de excesivo buenismo.
De una manera u otra, parece que todos tienen buenas intenciones al final, cosa que le resta algo de gancho. Las relaciones tampoco terminan de formarse del todo bien por este motivo. Viendo esto, podría parecer que es un mal tebeo.
Un cómic rápido y directo, tanto para lo bueno como lo malo

No es así. No es perfecto, ni mucho menos, pero tiene varias virtudes. Si he criticado que va demasiado rápido, también debo decir que esto tiene su lado bueno: es directo. No echa el freno, por lo que siempre ocurre algo. Sientes que cada página tiene algo que contarte. Además, te mantiene atento.
Sin ser especialmente rompedor, te ofrece una historia con cierto atractivo. Buena parte de la culpa (en el buen sentido) la tienen dibujo y coloreado. Cardinali hace un gran trabajo. Sus trazos son claros y tiene muy buena mano.
El arte es llamativo de principio a fin y los diseños de los personajes están muy equilibrados: son interesantes sin necesidad de ser demasiado extravagantes. Gracias a esto podemos conectar rápidamente con la lectura. En cierto modo, es como un cuento de hadas europeo, pero con menos fantasía y parafernalia.
Hay caballeros, espadas y algo de magia, así como algún que otro monstruo. Te da lo justito para que sientas que de verdad es otro mundo y eso es algo que me gusta. No crea un escenario demasiado complejo y se agradece, puesto que como la lectura es corta y autoconclusiva, hace falta que conectes rápido.
Lo consigue, siendo esta una de las grandes razones por las que sí es disfrutable. Aparte, aunque le cuesta trabajar en la evolución y relación de sus personajes, los dos protagonistas sí funcionan bien en ese sentido.
A la sombra del trono, conclusiones

Centran todos sus esfuerzos en ellos, logrando que seamos capaces de entender y empatizar con ellos hasta cierto punto. Dicho esto, puedo deciros que, sin ser una locura, A la sombra del trono es un tebeo entretenido con el que pasaréis un buen rato si os gustan las historias de fantasía en mundos alternativos.
O como dicen en Fandogamia, de «un isekai, pero de los buenos […] con más subtexto del que te esperas».


- Materiales de calidad y una maquetación bien hecha.
- Trazos claros y diseños equilibrados que facilitan la inmersión.
- No se detiene innecesariamente y mantiene el ritmo.
- Sin ser revolucionaria, resulta atractiva para los fans de la fantasía.
- Aunque las relaciones generales flojean, los dos personajes principales sí destacan.
- Un mundo sencillo pero lo suficientemente llamativo para captar la atención rápidamente.

- El salto entre mundos ocurre demasiado rápido, sin espacio para la sorpresa.
- Hasta las intrigas palaciegas parecen demasiado benévolas.
- El protagonista apenas reacciona al cambio de mundo o a la muerte.