
La última temporada de la ficción protagonizada por Berto Romero llegó el pasado 18 de junio a Movistar+. En esta entrada hablamos sobre todo lo que ha dado de sí el final de Mira lo que has hecho.
Mira lo que has hecho, un final perfecto
Hace tiempo que perdimos el norte. La sociedad se ha vuelto tan políticamente correcta que cualquier mensaje puede ser malinterpretado. No importa lo que se diga, ni el contexto, al final todo puede ser utilizado como una ofensa. Las palabras son ahora más hirientes que nunca y las pieles, en una extraña consonancia, todavía más finas.
Qué mejor trama para un cómico que una historia en que el leitmotiv es la propia idiosincrasia del humorista en su día a día. Una premisa ideal que sirvió para que Berto Romero, apoyado por Movistar+, nos trajera una de las mejores series de su catálogo, Mira lo que has hecho.
Una producción que llega ahora a su fin, construyendo un desenlace perfecto que pone en valor todo lo construido hasta el momento. Capítulos de poco más de 20 minutos con gags realmente inspirados y un carácter realmente simpático (con todo el picante del ahora colaborador en Late Motiv) que ha hecho las delicias de los amantes de la comedia.
Esta última tanda de capítulos ha supuesto un desenlace fantástico, aprovechando precisamente ese debate constante en torno a lo que se considera políticamente incorrecto. Algo que se dibuja aquí como una sucesión de temas, a cada cual más tabú, que Javier Ruiz Caldera, junto con el propio Berto, tratan de diseccionar a lo largo de los seis episodios.
El predominio de lo hetero-patriarcal, el nazismo, la educación de los hijos u otras tantas lindezas que la serie trata de manera casi autorreferencial, como plasmando en pantalla la realidad de tantos cómicos (y de otros que no lo somos) que viven siempre bajo la lupa de la moral más exacerbada. Todo un acierto que funciona como un tiro y que dota de carisma y cercanía muchas de las situaciones que plantea.
Berto Romero sigue en su salsa
A su vez, cabe destacar la dualidad que plantea esta tercera temporada que apuesta por combinar la comedia con el drama; y sale absolutamente victoriosa. En ningún momento se busca la lágrima fácil respecto a la relación del protagonista con su madre (que protagoniza, todo sea dicho, un gag bestial que juega como ninguno de los límites del humor; por eso de tocar la muerte, y no desvelaré más), ni tampoco se desvirtua el humor que plantea.
Simplemente estamos ante la tercera ocasión en que el ficticio Berto Romero nos permite entrar en su vida. Una vida repleta de familiares oportunistas, de conocidos extravagantes y de situaciones variopintas que sólo la propia existencia es capaz de superar.
Y así es como Berto Romero se come la pantalla. El humorista construye aquí un alter ego que seguro comparte no pocas similitudes con su versión del mundo real. El de Cardona es la esencia de la serie, atrapando al espectador con su buen hacer y conquistándolo por la plausibilidad y matices de su personaje, bañado por ese humor gamberro que tan bien domina.
Además, Berto se rodea aquí de algunos de los personajes que ya lo acompañaron en las temporadas anteriores como Eva Ugarte o Jordi Aguilar. A ellos hay que sumar algunos cameos realmente desternillantes como el de Andreu Buenafuente, David Broncano o Raúl Pérez.
Veredicto
La tercera temporada de Mira lo que has hecho ha supuesto un broche de oro para la serie que comenzó su andadura hace ya tres años. Con una clara intención de remover conciencias, Berto y el resto de su equipo apuestan por crear una trama que coquetea con el eterno debate en torno a lo políticamente correcto. Una idea que, para un cómico, es casi tan difícil de abordar como el orden necesario para pasar una velada perfecta en solitario: ¿porro, pizza, paja y peli?