Olor a ramen, muchos trajes y mucha gente. Bilbao vuelve a convertirse en el centro de cultura japonesa en con la segunda edición de Japan Weekend Bilbao de 2023. Aunque haya pasado algo de tiendo, vale la pena rememorar lo ocurrido el pasado 7 de octubre en el pabellón del Bilbao Exhibition Centre. Aire fresco, buen ambiente y, sobre todo, muchas familias unidas disfrutando de lo que nos trae oriente.
Una mañana de los más animada
Desde primera hora de la mañana el trayecto hacia el Bilbao Exhibition Centre (BEC) fue marcado por personas que iban, o en sus mejores galas frikis, o con impresionantes cosplays; que más adelante mostrarían en el evento. Eso sí, los comentarios curiosos o expectantes de las personas ajenas al tema no cesaron en el vagón del metro como suele ser habitual durante este día.
Una vez llegados a la estación de Ansio ubicada en Barakaldo, la gente que estaba apelotonada como sardinas en lata, comenzó a expandirse desde la salida del metro a gran velocidad en busca de aire fresco.
Cientos de asistentes separadas en pequeños grupos emocionados por lo que se iban a encontrar en el pabellón empezaron a hacer cola. Cola bastante longeva que perduró hasta la apertura oficial a las 10 de la mañana. A lo largo de esta no pasaban desapercibidas las pequeñas personitas que saltaban emocionadas, entre chillidos y algún que otro grito de sorpresa, vestidas de animes como Demon Slayers, Naturo o Shingeki no Kyiojin. Está claro que el fanatismo de los padres y madres por los clásicos, y no tan cásicos, de la cultura japonesa estaba comenzando a transmitirse a las nuevas generaciones. Lo que desarrolló un ambiente de lo más emocionante y eufórico durante toda la espera.
Puertas abiertas de par en par y todo el mundo entrando como si fueran las rebajas. El pabellón que durante esta edición había ampliado sus extensiones, no tardó en llenarse. Es más, una vez bajadas las escaleras mecánicas, se pudo ver como a pesar de haber abierto puertas, muchos de los stands comerciales aún no estaban preparados del todo.
Nuevos productos para el día a día
Productos que se recuerdan y otros para recordar. Las totebags y chapas se quedaban atrás, arrasados por pendientes de todas formas y colores, pines gigantes con todo lujo de detalle, faldas estampadas con personajes o escenas de numerosas series… Sin duda alguna, un espectáculo para la vista y, sobre todo, una manera de lo más casual para vestir con artículos de aquellos animes que tanto nos han marcado en la vida. Otra de las grandes sorpresas llegó por parte de Harriet Ediciones. Su más reciente subsello, KABE, estuvo presente distribuyendo obras que podrían despertar nuestra infancia, pero en esta ocasión, traducidos al euskera.
Después de hacer llorar a las carteras de los adultos y no tan adultos, los talleres y espectáculos fueron un soplo de aire fresco. La compañía donostiarra de teatro japones AIKO mostró numerosas obras a lo largo del día peleas e incluso romances de la forma más dramática y tradicional posible. Justo a su lado una mujer japonesa explicaba a los más pequeños como elaborar un pequeño rollito de sushi.
Las risas de los niños emocionados por haberlo conseguido y ver como miraban orgullosos a sus padres en busca de aprobación, enterneció en corazón de las muchas personas que pasaban por delante con actitud curiosa. Aunque no fue la única nativa nipona en mostrar sus habilidades. Un poco más al fondo, en un pequeño puestito, otra mujer creaba pequeñas obras de arte en las uñas de quien solicitaba su servicio.
La resurrección
Las diferentes canciones sonaban en cada esquina. Durante el concurso de baile, durante el karaoke y para ambientar la pasarela de los cosplayers. Este último fue una grata sorpresa en muchos sentidos. Después de unos años en los que la modalidad de la Japan Weekend Bilbao iba decayendo hasta el punto de tener solamente 2 o 3 participantes el pasado año, ha vuelto de entre las cenizas, como un poderoso fénix, encabezado por las nuevas generaciones. Pequeños grupos de niños se lucieron con sus trajes en el escenario acompañados de animados ritmos. El público no fue menos mientras acompañaban el desfile con gritos y palmas. Sin duda alguna, la joya de la corona del evento que poco a poco perdía el lustre vuelve a brillar.
Ya llegadas las ocho y media de la tarde, los guardias de seguridad comenzaron a hacer señales a la gente comunicando que el evento llegaba a su fin. De este modo, todo el mundo se fue retirando de manera ordenada hasta dejar el pabellón del BEC vacío a la espera de una nueva explosión de cultura japonesa el 24 de febrero.
A rasgos generales, la Japan Weekend Bilbao se abre a los nuevos públicos recuperando la esencia que muchos creíamos ya perdida. La verdad no se sabía muy bien qué esperar teniendo en cuenta el decaimiento de las anteriores ediciones. Asimismo, la subida de precios no es algo que le agrade al público general, pero se ve que los adolescentes que venían ilusionados hace años a día de hoy quieren transmitir esa ilusión a sus pequeños retoños.
¡Aquí podréis disfrutar de algunas imágenes del evento!