Tiempo ha, os hablé de un manga llamado As the Gods Will. Por aquel entonces os conté que la historia iba sobre una suerte de death game en la que un montón de chavales de instituto tenían que intentar sobrevivir a las singularidades de un Dios con un objetivo en mente: convertirse en su heredero. Desgraciadamente, su final no solo nos dejó con ganas de más, sino que estaba inconcluso. ¿Por qué? Pues porque, en realidad, la historia se dividía en dos partes. Hoy, seis meses después, puedo contaros cómo continúa con mi reseña de As the Gods Will: la secuela y su primer volumen.
Ante tal tesitura, cabría preguntarse si es necesario haber disfrutado de la primera parte para proseguir la historia con esta segunda. La respuesta es «no», aunque hacer otra cosa sería una tontería. Si bien es cierto que el primer tomo de la secuela funciona relativamente bien como historia independiente, si no se ha leído la original, se pierden muchísimos detalles. Tanto es así que pasa de ser una obra casi indispensable a ser un manga muy normalito por culpa de la falta de contexto.
Es por esto mismo que, si no conocéis As the Gods Will y os habéis encontrado por sorpresa con la secuela, os recomiendo encarecidamente que deis marcha atrás y ojeéis la precuela. A fin de cuentas, la premisa es prácticamente la misma, pero con personajes diferentes. Ambas, curiosamente, se desarrollan de manera paralela, pero bajo perspectivas diametralmente opuestas. Dicho esto, y antes de proseguir, me gustaría hablaros de la edición.
Reseña de As the Gods Will: la secuela n.º 1 | Portada, sinopsis y edición
Tras pelearse con el mejor amigo de su infancia, Yasuto Akashi decide saltarse las clases. Sin embargo, lo que no se imagina es que, justo ese día, en el instituto, comienzan lo que a primera vista parecen unos juegos la mar de inocentes. No obstante, aquellos que no sigan las reglas del juego o que pierdan la partida morirán en el acto de una forma atroz. Por otra parte, han reunido a todos aquellos que han faltado a clase para concederles una segunda oportunidad y que completen una serie de juegos mientras, simultáneamente, sus compañeros intentan salir con vida de la siguiente ronda. Desconcertados por la situación, los estudiantes arriesgarán sus vidas para sobrevivir, aunque eso implique dejar de lado su humanidad.
Colección | As the Gods Will vol. 1 de 10 (parte II) |
Autoría | Muneyuki Kaneshiro y Akeji Fujimura |
Género | Shônen, acción, drama, horror, sobrenatural |
Formato | Tapa blanda con sobrecubierta |
Tamaño y páginas | 13,2 x 17,9 cm con 376 páginas en b/n |
Precio | 14,95 € |
Maquetación | Yelllowkidsworks |
Traducción | Natalia Mintegui y Marta Moya (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 05/10/2023 |
Reseñas | Reseñas de los primeros volúmenes |
Como viene siendo costumbre, Distrito Manga ha hecho un gran trabajo en materia de traducción, impresión y maquetación. Sin embargo, a diferencia de la precuela, la secuela se ha lanzado en formato kazenban. Es decir, con volúmenes que ocupan el tamaño de dos de los originales. Es algo así como un 2×1. Esto hace que, aunque encajen igualmente bien, se vean bastante diferentes en la estantería. Del mismo modo, aunque son muy pocos, hay algunos cortes en los límites físicos del manga que rozan algunos diálogos. Por lo demás, el primer volumen de As the Gods Will: la secuela dispone de una gran adaptación idiomática y, en general, es un producto de calidad.
El regreso de uno de mis mangas preferidos
Antes de empezar, un detalle: voy a asumir que habéis leído As the Gods Will. A fin de cuentas, no sabría hablaros del manga de otra manera debido a que yo sí lo he hecho. Es decir, que mi opinión está influenciada por el valor de la primera parte y no puedo entender —en estos momentos— la una sin la otra. Con esto en mente, ¿por qué he dicho que es una historia paralela, pero desde perspectivas diferentes?
Para empezar, porque nuestro protagonista no es Shun, sino Akashi. Así pues, y desde el primer momento, cambiamos por completo la narrativa a través de un personaje al que no conocemos de nada. De hecho, para darle una vuelta de hoja a la tortilla, Akashi no comienza los juegos de Dios como el resto de estudiantes, sino que empieza desde el «cubo de la basura». Cuando el juego del Daruyama comienza, Akashi no está en clase.
Es por esto mismo que Sein Kami, el Dios principal de la primera parte de la secuela considera que tanto Akashi como el resto de alumnos que han faltado a clase son basura. Pese a ello, les ofrece una segunda oportunidad a través de una nueva serie de juegos mortales. Lo bueno es que el manga mantiene la esencia de la primera parte al tiempo en que es capaz de renovarse con una nueva serie de adivinanzas. Por lo tanto, aunque todo tiene lugar en el mismo tiempo, el espacio y los desafíos son diferentes.
La elección del nuevo Dios del mundo no ha terminado
Y aunque todo esto pueda hacernos pensar que no hace falta leer el primer tomo, ya desde el primer momento nos dejan saber que no será así. Solo con un par de escenas vemos, de manera casi anecdótica y a modo de cameo, juegos del manga original como, por ejemplo, la comba. Esto significa que, de una u otra forma, Akashi se terminará encontrando con Shun, Amaya u otros jugadores de la primera parte.
Es fácil inferirlo si tenemos en cuenta que se llama «la secuela», pero empieza al mismo tiempo. Siendo sincero, esto me emociona bastante. Tengo bastantes ganas de reencontrarme con los protagonistas de la primera parte y de ver cómo evoluciona la historia. Entiendo, en cualquier caso, que se desarrollará mucho más. A fin de cuentas, el manga original se compuso de, única y exclusivamente, cinco volúmenes.
Esta secuela tiene un total de 21, aunque en España serán 10 debido al formato escogido. ¿Y esto qué significa? Pues que tanto en este primer tomo como en el resto podremos disfrutar de una narrativa mucho más directa debido a que ya sabemos algunos de los elementos más importantes de la trama. O lo que es lo mismo, sabemos que todo esto es cosa de un Dios que está buscando a un heredero. El motivo sigue siendo un misterio, pero no empezamos desde cero.
Reminiscencias entre la original y la secuela
Desgraciadamente, todo esto provoca una cosa: comparativas. Es inevitable comparar a Akashi con Shun o a Ushimitsu con Amaya. El autor, de una forma u otra, ha engendrado dos personajes cuyo arquetipo se parece demasiado al de los originales. Akashi, por un lado, es un chico de apariencia ordinaria que pronto demuestra un potencial enorme. Su principal diferencia —de momento— para con Shun es que no parece ser un adicto a la adrenalina.
Empero, Ushimitsu me recuerda demasiado a Amaya. Cruel e impío, demuestra un desprecio por la vida humana sin sentido, al igual que su contraparte Amaya. Ambos son físicamente fuertes, conciben la realidad de manera esencialmente perversa y desarrollan desde el comienzo una suerte de obsesión con el protagonista. Las reminiscencias son claras y, en esta ocasión, resulta menos innovador.
Por supuesto, sigue siendo muy pronto para ofrecer un veredicto en ese sentido, pero es mejor tener cuidado en ese sentido. Por lo demás, podría decir que As he Gods Will: la secuela es una versión parcialmente mejorada de la primera parte en diversos ámbitos, pero que bebe demasiado de la misma y que falla en áreas parecidas.
Reseña de As the Gods Will: la secuela n.º 1 | Conclusiones
Por lo demás, debo decir que me sigue pareciendo tan buena como siempre aún a pesar de que acaba de empezar. Gracias a todo lo que he comentado con anterioridad, podemos disfrutar muy rápidamente de la trama sin necesidad de pararnos en explicaciones varias. El autor va a saco desde el principio y no se guarda nada en la manga. Tanto es así que Sein Kami, el Dios del basurero, se muestra a los participantes desde el principio.
Esto ofrece un cambio muy significativo respecto a la primera parte, pues la identidad de Dios no se revela casi hasta el final de la obra. Esto nos permite sentir que, aunque todo esté empezando desde cero, la historia no solo es diferente, sino que es capaz de aportarnos cosas nuevas. Al verlo todo desde la perspectiva de los que se quedaron fuera, es como revivir la trama mediante un déjà vu constante en donde el recuerdo y la novedad se entremezclan con mucha sapiencia.
Así pues, es doblemente disfrutable, y es por eso que es tan importante haber leído antes As the Gods Will. En lo que respecta al dibujo, se nota que hay un año de diferencia entre un manga y otro. As the Gods Will terminó en 2012 (Japón) y As the Gods Will: La secuela empezó en 2013. Se ve cierto progreso, lo cual nunca está de más.
- Sigue siendo tan refrescante como la obra original. Recoge muy bien el testigo.
- Cambia muy hábilmente la perspectiva para darnos un nuevo punto de vista.
- La trama es atractiva y llamativa. Engancha desde el principio.
- Juega y explora la psicología humana como pocos mangas.
- El dibujo sigue siendo tan expresivo y visceral como siempre.
- Es llamativo y único si te gustan el gore y el drama.
- Los primeros personajes, en muchos casos, nos recuerdan a los protagonistas del manga original.
- Si no has leído el manga original, pierde muchísimo. Es obligatorio leer antes As the Gods Will a secas.