La última producción de Blumhouse, El sótano de Ma, llegó recientemente a nuestras pantallas para hacernos temblar de nuevo. ¿Lo habrá conseguido? Os lo contamos en esta entrada.
Sinopsis
Un grupo de amigos sale con la furgoneta de uno de ellos en busca de un fin de semana de libertad. En su camino conocerán en a una mujer de avanzada edad a la que pedirán que les compre alcohol, ya que ellos no tienen la mayoría de edad. Será entonces cuando la encantadora señora les proponga realizar una fiesta en su casa, para la que sólo tendrán una condición: podrán hacer lo que deseen en el sótano, pero no podrán subir arriba. Cuando los jóvenes piensan que han encontrado un filón, comenzarán a ocurrir cosas que les hagan dudar de las intenciones de la anfitriona, y su sueño se torne en pesadilla.
El sótano de Ma: aburrida hasta decir basta
Hace no demasiado, si no recuerdo mal en la crítica de En los 90 (Jonah Hill, 2018), os hablaba de la pre adolescencia, de sus vicisitudes y lo que ellas podían causar en el individuo. ¿Pero qué me decís de la adolescencia per se? Ese momento en que toda tu vida gira en torno a los colegas que el instituto te proporciona y que cada uno se encarga de cultivar, como buenamente puede. Una época en que las aficiones más comunes radican en beber y agradar al sexo opuesto; cegados por una ingenuidad casi impropia de una persona que pueda considerarse cuerda.
El sótano de Ma (Tate Taylor, 2019) nos invita a seguir los pasos de un grupo de jóvenes adolescentes que se pirran por las fiestas y actividades propias de la edad. Sin comerlo ni beberlo, una señora se acerca a ellos y se los gana a base de comprar bebidas restringidas a individuos menores de 21 años -nunca dejará de sorprenderme; veintiuno para beber pero dieciséis para conducir-. Una relación aparentemente cordial pero que no pone de manifiesto las verdaderas intenciones de la desconocida.
Visto así, a mi me suena a slasher, o al menos a poner a los chavales frente a una sociópata con aviesas intenciones. No obstante, lo que uno se encuentra cuando se enfrenta a El sótano de Ma es todo lo que un slasher, o una cinta de género en general -o al menos en la vertiente en que Blumhouse nos tiene acostumbrados- no debería ser. El film se centra en observar un grupo de jóvenes, que no llega a desarrollar en ningún momento, para que les tengamos cierto afecto cuando las cosas se pongan realmente feas.
El problema es que ese momento tarda en llegar, algo que produce cierta monotonía durante todo el metraje anterior y que somete al espectador a un tremendo aburrimiento. Personalmente, me pareció que la cinta nunca llega a encontrar su verdadera personalidad, quedándose a medio camino entre lo que podría ser un buen slasher y el thriller psicológico de serie B en el que se acaba convirtiendo.
El sótano de Ma: una pequeña tara en el universo Blumhouse
No creo que éste sea el final del enorme éxito cosechado por Blumhouse en los últimos años; no podemos olvidar que la productora de Jason Blum es la encargada de firmar algunos pelotazos como Insidious (James Wan, 2010), The Purge (James DeMonaco, 2013), Múltiple (M. Night Shyamalan, 2016) o la reciente Feliz día de tu muerte (Christopher B. Landon, 2017). No es el fin de una era, pero sí una pequeña tara que ensombrece la espectacular racha que llevaba hasta ahora.
No es que en este tipo de propuestas se estile contar con protagonistas redondos y bien definidos, pero es que lo que propone El sótano de Ma es aún menos reseñable. Nos pasamos una hora (prácticamente) viendo como chavales de instituto van de aquí para allá buscando priva y presenciando como el personaje, a priori más interesante de la función -el encarnado por Octavia Spencer-, se da de bruces contra una previsibilidad apabullante (yo siempre iba cuatro pasos por delante de la cinta).
Tampoco ayuda la práctica nulidad de tensión, más aún cuando Blumhouse siempre se ha caracterizado por mantener al espectador con el corazón en un puño. Por tanto, sin momentos que nos hagan saltar de la butaca ni plot twist que inviten a la sorpresa, la cinta depende sobremanera de sus intérpretes, implorando al cielo que alguno esté lúcido. Pero debo decir que ni Octavia Spencer, ni Luke Evans, ni ninguno de los actores que dan vida a la pandilla protagonista logra imprimir cierto carácter a sus personajes.
Veredicto
El sótano de Ma no mantiene el estándar de calidad que el sello Blumhouse nos lleva ofreciendo durante años. Sin ambición ni ideas, la cinta cae en la más absoluta monotonía y, para cuando quiere remontar el vuelo, puede que ya sea demasiado tarde.