Uno de los mayores clásicos de Disney, El Rey León, ha vuelto a nuestras pantallas. Nosotros ya la hemos visto y aquí te dejamos nuestras impresiones.
Sinopsis
Versión de acción real del clásico de animación de Disney de 1994. La historia sigue la vida del pequeño Simba, un cachorro de león que vive felizmente en la sabana con el resto de su familia. Su padre Mufasa es el líder de la manada, algo que no termina de aceptar su hermano Scar, quien tratará por todos los medios de deshacerse de él. Será entonces cuando Simba tendrá que huir y abandonar su hogar para adentrarse en nuevos y aterradores parajes.
El Rey León, técnicamente perfecta
Es tan importante el vivir la vida como saber el lugar que se ocupa en ella. Y es que hay gente que vaga por la existencia sin rumbo, sin un propósito o una motivación clara que sea el leitmotiv de sus acciones. En muchas ocasiones, esta ignorancia provoca que el individuo se mueva de manera errática, sin tener en cuenta su pasado y el bagaje que éste le puede dar de cara al futuro.
Los live action de Disney no van a dejar de llegar en ningún momento. Respecto a eso y en lo que a mí respecta, ya he tomado una actitud absolutamente proactiva a la hora de hacer las críticas: me reviso el original para poder hablar con propiedad de las nuevas entregas. Porque puede que los nuevos valoren las cintas con los ojos de neófitos, pero los que ya tenemos una edad tenemos que buscar algo más, tratando de dilucidar si hay algo que realmente justifique la creación de nuevas versiones de clásicos totalmente asentados en el recuerdo.
En el caso de El Rey León (Jon Favreau, 2019) lo primero que debe decirse es que entra por los ojos. Es una propuesta apabullante en la parcela técnica que invita a cuestionarse dónde están los límites del cgi. Cada animal, cada paraje, todo está hecho con un mimo enfermizo, un punto más allá del impresionante nivel alcanzado en la igual de espectacular El libro de la selva (Jon Favreau, 2016).
El Rey León es un calco de la original (aunque no a nivel emocional)
Así de rotundo. El Rey León parece una estampa 1:1 de lo visto en 1994. No sólo por las escenas en sí -el metraje adicional apenas añade nada nuevo, sino más bien alarga ciertos momentos-, es que incluso los diálogos se han cogido directamente del film que enamoró al mundo hace ya más de dos décadas. Como de costumbre, este aspecto lo dejo en manos del lector, que deberá decidir si es un problema o si, por el contrario, le agrada que se haya respetado el material de base.
Personalmente, creo que está bien que se haya optado por esta opción pues la historia es la que es y modificarla, aún por poco que sea, podría haber tenido graves consecuencias. Sin embargo, sí que he echado en falta un punto más de emotividad. Y es que, pese a que a nivel visual es un auténtico portento, se atisba de manera constante una cierta falta de expresividad en todos los animales que pueblan la cinta. Algo que ya pasó con Aladdín (Guy Ritchie, 2019) y que reafirma que abandonar el dibujo animado tiene ciertas limitaciones que deben asumirse.
En la parcela sonora, creo que las canciones han salido mucho mejor paradas que en la cinta de Ritchie, acertando con los tempos y las melodías -o al menos no errando de manera tan deliberada-. En la versión original las voces corren a cargo de nombres de la talla de Donald Glover (quien es conocido en el panorama musical como Childish Gambino) o Beyoncé, aunque os agradará saber que en nuestro país se han respetado la gran mayoría de las voces de antaño con algunas técnicas de sonido que han permitido hasta contar con el gran Constantino Romero -o un tono realmente parecido- .
Veredicto
El Rey León es una cinta francamente bonita. Un portento visual que entra por los ojos y que se disfruta en las salas mejor equipadas -si eres de Barcelona, te insisto una vez más: Dolby Cinema de Cinesa La Maquinista-. A su vez, lejos de desmarcarse, el film se propone calcar todos y cada uno de los momentos de la original, acertando técnicamente pero perdiendo en emotividad. Quizá no era necesario pero, sabiendo el enorme nivel que atesoran los clásico, ¿qué remake lo es?
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