Casi cuarenta años después, El resplandor cuenta ya con su secuela basada en la novela que Stephen King publicó en 2013. Nosotros ya hemos visto Doctor Sueño y en esta entrada os contamos qué nos ha parecido.
Sin prejuicios; esto no es El resplandor
¿No os habéis dado cuenta? Hay personas en la vida que destacan por encima del resto, personas con dones que las hacen resplandecer entre las multitudes. Unos pocos elegidos que con su predisposición son capaces de moldear la realidad a su antojo. Con semejante poder, no es de extrañar que más de uno quiera acabar con ellos.
Quitémonos ya esto de encima y seremos más felices el resto de la reseña. Doctor Sueño (Mike Flanagan, 2019) no es El resplandor (Stanley Kubrick, 1980), ni pretende serlo. Y es que haríamos un flaco favor a la cinta que hoy nos ocupa si quisiéramos compararla con su predecesora (con la que prácticamente sólo comparte universo).
Doctor Sueño es una cinta de terror que se distancia de la de Kubrick al construir un relato que no olvida de donde viene, pero que tiene inquietudes suficientes como para trazar su propio camino. Una cinta que sí viaja al pasado -para conocer qué sucedió tras los acontecimientos de El resplandor-, pero que vuelve al presente para abordar un relato de dones excepcionales y sectas sedientas de ellos.
Doctor sueño, Mike Flanagan y su sello autoral
Si algo define Doctor Sueño es la enorme libertad creativa con la que ha contado Mike Flanagan, su director. Algo que se ha ganado a pulso tras estar detrás de uno de los mayores pelotazos del género en los últimos años, La maldición de Hill House. De ahí que Flanagan haya tanto dirigido como montado ésta película, dejando a las claras su autoría y personalidad.
Así, Flanagan ha dividido su obra en dos partes muy diferenciadas. La primera es una profunda descripción de los personajes, tanto del estado actual del antaño joven Danny Torrance hasta las nuevas amenazas lideradas por la aterradora Rose. La segunda es la que imprime más tensión al relato y cierra los arcos argumentales abiertos previamente. Eso sí, tened en cuenta que ambas cuentan con un ritmo realmente lento, algo que puede sacar del film a algunos espectadores.
Además, es cierto que su director recurre en ciertos momentos a El resplandor, pero más a modo de homenaje que de espejo en el que mirarse. Vuelven los poderes, el Ovelook o el propio Danny; más por imposición que por necesidad -y es que, aunque no resten, esos momentos en que se evoca la original no aportan absolutamente nada-.
Por el lado del cast me gustaría destacar dos interpretaciones. La de Ewan McGregor, por su evidente (y efectivo) rol de hilo conductor en una actuación mucho más física -Flanagan pone especial hincapié en el estado de Torrance con el paso del tiempo- y, sobretodo, una espectacular Rebecca Ferguson. La actriz sueca se come la pantalla y se erige como una villana absolutamente a la altura de las circunstancias. Cierran algunas caras como las de Kyliegh Curran o Jacob Tremblay.
Veredicto
No se puede juzgar Doctor Sueño por algo que no es. Quienes quieran ver en ella una obra a la altura de El resplandor, quedarán absolutamente decepcionados. Sin embargo, entendida como una unidad independiente, estamos ante una cinta que homenajea al clásico de Kubrick pero trazando su propio camino -bastante acertado por el lado de Flanagan-; una senda que prioriza un relato que vuelve a pasar por el hotel Overlook.