DARLING in the FRANXX, de A-1 Pictures y Trigger
DARLING in the FRANXX, tal y como reza el título, es una producción original de los estudios Trigger y A-1 Pictures. La historia, diseño, etc. ha corrido a cargo del primero, mientras que la animación ha sido responsabilidad del segundo. Actualmente, la serie se encuentra en emisión y se puede disfrutar de la misma, en español, en Crunchyroll. Confieso que era uno de los estrenos que más aguardé en su momento y que, en líneas generales, me está gustando. Sin embargo, hay carcoma tras el lustre de su fantástica historia.
¿Qué opinión merece DARLING in the FRANXX a día de hoy?
Buena, muy buena. DARLING in the FRANXX ha demostrado ser un monstruo tanto a nivel de historia como de animación. Cimentando su historia en un mundo devastado por unas extrañas criaturas llamadas Klaxosaurios, la acción se desarrolla a un ritmo perfecto. La historia, original, se plasma, perfectamente, en un guion que sabe medir muy bien las pausas dramáticas. Cada minuto de metraje parece haber sido trazado con excelso mimo, pues no se siente ni muy rápido ni muy lento; hay lapsus, claro está, pero el tempo es bueno en líneas generales. A su vez, la tensión argumental va in crescendo a lo largo del capítulo y en el conjunto de los mismos. La libertad creativa de la que ha gozado Trigger, estudio muy versado en producciones originales, ha dado grandes frutos.
Al mismo tiempo, A-1 Pictures ha sabido amoldarse, perfectamente, a la premisa y personajes de los que dispone. Resulta complicado comprender cómo dos estudios tan diferentes han sabido complementarse tan bien. Sinceramente, pocas pegas puedo ponerle a una historia correctamente argumentada. El gusto personal, el carácter subjetivo de la opinión, marcará mucho, eso sí, el deleite de su visionado. En lo personal, soy un seguidor acérrimo del género mecha y de los mundos distópicos y/o apocalípticos. En ese sentido me hallo plenamente satisfecho. Ahora bien, quien no guste de los robots de combate y de esta clase de universos… Empero, dadle una oportunidad. La serie tiene mucho más que contar. No es solo un mundo arrasado por la desgracia y guerreras de acero, hay mucho más.
Una evolución argumental muy consecuente y una animación muy lograda, pero…
Efectivamente, DARLING in the FRANXX sobresale y cumple, respectivamente, en ambos apartados. Al mismo tiempo, el elenco es muy variado y de gran profundidad. Salvo el abuso de ciertos clichés, presentan un buen grado de originalidad. Uno de los motivos que me han llevado a postergar por tanto tiempo estas primeras impresiones ha sido la medida de dicha evolución. He querido esperar a ver hasta dónde llega la historia; va por buen camino. Un dato que no me ha terminado de convencer, eso sí, ha sido el cambio tan brusco de Zero Two. Una vez comprendidas sus motivaciones, sus miedos, sus anhelos, era obvio que iba a cambiar. Es más, creo que su personalidad ha girado en la dirección correcta, pero ha sido un tanto exagerado. Veo bien el extremo alcanzado, pero un poco más de pausa en tal transformación me habría resultado más adecuada.
Una relación complicada
La presencia de ese peculiar triangulo amoroso entre Zero Two, Hiro e Ichigo, ya casi resuelto, pareció molestar mucho a la gente. Sinceramente, no entiendo el porqué. A mí me pareció muy bien llevado, real y consecuente. La relación entre ambos personajes, Hiro e Ichigo, es antigua e intensa. Ambos se han criado juntos y son perfectamente conscientes de cual es su destino. Que la segunda, inmersa en una admiración (a mi gusto) demasiado exagerada, reaccionase de tal manera ante los peligros vividos por Hiro por su relación con Zero Two era lo más normal del mundo. Es más, otro tipo de actuación habría sido muy discordante.
Lo que no me ha gustado, por otro lado, ha sido el progresivo declive de Goro en protagonismo. Una vez disuelta la tensión amorosa con Ichigo, su presencia se ha difuminado fuertemente; habrá que esperar por más. Podría hablar en profundidad sobre el resto, pero creo que, en su conjunto, han cumplido muy bien con su papel. La relación de los parásitos es uno de los puntos más importantes en la historia, y eso queda siempre muy patente.
Una sexualización innecesaria
Por un lado, me ha encantado el aspecto humanoide de los mechas. De hecho, esta característica se ha visto muy claramente influenciada por series como Evangelion o Gurren Lagan. A su vez, el sistema de pilotaje entre Pistilo y Estambre (la terminología me parece muy interesante) es muy curiosa. Ahora bien, ¿por qué esa posición a la hora de pilotar? Creo que dicho aspecto es innecesario; no es más que un producto de marketing con el cual vender un poco más. Abandonando la esencia del ecchi, DARLING in the FRANXX se acoge a un erotismo mal disimulado en sus ceñidos trajes y la posición de pilotaje. Porque, efectivamente, el Estambre, es decir, el chico, parece estar montando (perdonad la crudeza de mi expresión) a la Pistilo, es decir, a la chica. Un poco burdo, ¿no creéis?
Por otro lado, toda esa comparsa sexual enmascarada en la epicidad del combate viene acompañado por una unión energética (hasta ahí todo bien) que degenera en un extraño gemido. Este, en lugar de emular una sensación extraña e invasiva, se convierte un extraño placer casi sexual. Si os soy sincero, esto último no me parece tan mal. Es decir, la unión de dos Parásitos para pilotar una flor (el FranXX) se traduce en algo muy íntimo. Lo que me choca es cómo erotizan la situación. Creo que una forma más bonita, más sútil, más… más íntima de pilotar habría encajado mejor con la esencia del momento. Tal vez le esté dando demasiadas vueltas, pero creo que simboliza una actitud muy reprochable, no en los personajes, sino en sus diseñadores.
Qué mechas, por favor…
Adoro el diseño de los mechas. Me encantan. Me parecen sobrecogedores. Trasmiten miedo y belleza al mismo tiempo. Son máquinas de matar con un aire de inocencia muy digno. Sus pilotos —son niños— están en simbiosis con el diseño de sus robots de combate. Es decir, dos niños luchan a muerte por defender a un adulto. Eso se refleja en un robot asesino y bonito al mismo tiempo. Y me repito una vez más: la terminología es muy buena. Parásito, pistilo y estambre. La inocencia, la niñez, es una flor que se va marchitando por culpa de un parásito. Los niños son Parásitos, y los adultos los parásitos. Y luego está Papá. Para ellos es una figura paternal y protectora, una especie de Dios que, poco a poco, va perdiendo su brillo. Para nosotros, los espectadores, desde el primer momento, el egoísmo hecho persona.
Todo va acabar mal
Y lo sabemos. En el episodio número 16, el anime obvia medias tintas. La realidad comienza a presentarse tal y como es. La verdad, oculta en una máscara de acción y muerte, se empieza a revelar. Todos lo sabíamos, pero ahora lo podemos confirmar: algo malo pasa. Que los niños no se conviertan en adultos tiene un motivo, ¿pero cuál? Finalmente empezamos a ver la luz, y ellos también. Su fe en Papá se comienza a quebrantar, y es muy posible que lo verdaderamente interesante comience ahora. Una vez asentada la relación del grupo, un nuevo enemigo se muestra: la supervivencia. Los Parásitos no quieren morir, mas saben que están destinados a no llegar a la madurez. Olvidados por quienes decían ser sus protectores, el miedo los atenaza.
¿Qué sucederá? Ahora que Zero Two parece haberse unido plenamente al grupo, una rebelión (y no tiene porque ser en su término exacto) se acerca. Estoy convencido. Futoshi está mal, y Miku también. Luego está Nana, su anterior cuidadora, que parece realmente preocupada por ellos. No sé de que manera, pero se viene una muy gorda.
Conclusiones
Quiero hablar más, pero debo contenerme. No quiero soltaros una parrafada todavía mayor. Igualmente, queda traca en el tintero. Cuando termine la serie, seguro que volveré con una review. Me lo pide el cuerpo. Igualmente, concluiré en este momento mis impresiones. A nivel general, DARLING in the FRANXX me está pareciendo una serie sobresaliente. Incluso una de las mejores en lo que llevamos de año. A nivel de historia presenta una frescura y originalidad, aun con el abuso de ciertos clichés, digna de elogio. Personajes, mechas, contexto, etc. son de notable… ¡Como mínimo! Su peor falla es tan triste sexualización, pero sigue siendo muy buena. Una cosa no quita la otra… creo.
Por tanto, creo que no puedo evitar realizar la presente recomendación. DARLING merece ser vista y reconocida como firme candidata a una de las series del año. Sobre todo porque es original. Al mismo tiempo, banda sonora acompaña, y el doblaje es bueno. Por otro lado, Crunchyroll está protagonizando un muy buen papel en los subtítulos y la adaptación del vocabulario empleado. En resumidas cuentas: una serie sobresaliente.