Tras unos fallos con el framerate en el último parche del juego de FromSoftware y la retirada de este bajo una auténtica lluvia de quejas, finalmente podemos disfrutar de nuestra nada fácil aventura a unos fps estables. Bueno, mayormente estables.
Dark Souls 3 ha sido todo un éxito en ventas y ha recibido una excelente crítica tanto por usuarios como por metacritic. Sin embargo, tiene problemas serios que necesitan solución. El mayor de ellos es el rendimiento. Usuarios que cumplen los requisitos mínimos para el juego están experimentando un auténtico desastre a nivel de optmización. Si bien dichos requisitos no son muy altos y cualquier PC gaming de rango medio puede moverlo con relativa fluidez, no es excusa para los problemas de estabilidad y frecuentes parones de frames.
La respuesta de FromSoftware está siendo rápida dentro de lo que cabe. El parche que en un principio era para combatir a los hackers y que provocaba pequeñas congelaciones de pantalla fue quitado a los pocos días, y hoy nos traen otra actualización que supuestamente ha de mejorar la situación. Un servidor sí que ha notado una mejoría de rendimiento, aunque otros jugadores siguen teniendo quejas al respecto. La ausencia de los molestos parones y la mejora general hace que sea un espectáculo visual mucho más saludable para nuestros ojos y sobre todo para nuestra paciencia. Observar el precioso cielo de Irithyll mientras esquivas flechas gigantes de unos caballeros que quieren acabar con tu vida es sin duda una experiencia que necesita de estabilidad, tanto del juego como del jugador.
Los parches para solucionar problemas en un juego al poco de su salida se están volviendo una costumbre bastante fea en la industria. Por supuesto, es preferible a que dejen el juego roto o inacabado, pero no quita que sea una falta de respeto para todos los que lo hayan adquirido de salida. En este caso, From se salva porque Dark Souls 3 es una obra maestra y los problemas no son tan graves, pero quizá deberíamos empezar a preocuparnos por el futuro de nuestra querida pasión. Todos debemos recibir lo equivalente a lo que pagamos.