Crónicas de un viajero: la ComarCon 2016

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En primer lugar, nos surge una pregunta muy simple: ¿Qué es la ComarCon? Su propio nombre, en cierto modo, nos lo indica. Se trata, en resumidas cuentas, de un evento cuyo principal objetivo es mostrarnos algo diferente a lo que acostumbramos. Podría considerarse, en cierto modo, que se trata de una convención dedicada a otros tipos de culturas y aficiones diferentes.

ComarCon 2016

ComarCon 2016

Son muchos los que caerían en el error de compararlo, de buenas a primeras, con un Salón del Manga. Recalcar este aspecto resulta prioritario, pero ¿por qué? Muy simple: un Salón del Manga, actualmente, no deja de ser un pseudo-mercadillo focalizado en anime y manga. Aunque se presentan diversos tipos de actividades y charlas, el eje central de estos se suele situar en sus estands.

Las Jornadas de Ocio Alternativo, por otro lado, tiene una característica común: son monotemáticas. Tal y como nos explicaron los organizadores en una entrevista (en breves podréis disfrutar de la misma), la ComarCon se aleja de lo monotemático; prefieren adoptar un enfoque más global. Manga y anime, rol y juegos de mesa, cómics, videojuegos… El principal objetivo es la de presentar muy diversas actividades de las cuales todos puedan disfrutar. En consecuencia, quieren presentar un evento para el entretenimiento de todos.

El lugar de encuentro y su distribución

Uno de los puntos fuertes de la ComarCon de este año fue, sin lugar a dudas, su emplazamiento; El Palacio de los deportes de Torrevieja resultó ser una opción perfecta. En este caso, el espacio se repartió de manera ordenada y sencilla. En primer lugar, uno entraba y se encontraba un gran ambiente. Las asociaciones, apostadas tanto al frente como a ambos flancos, rodeaban una escena repleta de mesas y juegos. El estand de información, de fácil localización, fue fiel a su nombre; las dudas fueron resueltas rápidamente, y había horarios para todo el mundo. El escenario, eje del evento, no estorbaba, pero tampoco pasó desapercibido.

Por otra parte, pero no menos importante, se podía observar un gran espacio abierto; allí, de forma ordenada, podíamos encontrar los diversos puestos. A diferencia de otros tantos salones, el pasillo que separaba dichos puestos no era, para nada, reducido. Visitar y observar las variadas ofertas no resultaba tedioso, y destacó la elevada presencia de artesanías a la venta. Seguidamente, y para terminar, destacar que las salas para jugar a rol y las charlas estaban algo más apartadas; el ruido y la gente no molestaban a los que querían disfrutar de un buen rol o una charla.

La acampada y sus voluntarios: un esfuerzo real

ComarCon 2016

Uno de los principales inconvenientes, o al menos así lo señalaron algunos de los asistentes, era el horario de la acampada. Esta, por las propiedades del reciento, se abría por la noche y se cerraba por la mañana. Uno de los pocos fallos que se atinaron a encontrar brillaron por su ausencia fue que no avisaron del horario. Muy a su favor, empero, es su entusiasmo: personas que requerían de la acampada para arreglar su cosplay recibieron ayuda y soporte en forma de mesas, por ejemplo. Cito este caso, vivido de forma cercana por sucederle a unas amigas, no hace más que poner de manifiesto la excelente actitud de sus voluntarios.

La amabilidad era real, y de verdad intentaban ayudarte. Es cierto que hubo algún que otro problemilla, pero se esforzaban mucho por mejorar. En el caso de los chicos de la ComarCon, novicios en el desarrollo de un evento en un recinto tan grande, hay mucha esperanza. Sus ganas de mejorar y superarse, el esfuerzo, la amabilidad, la actitud… Un grupo de personas que solo quieren lo mejor para todos. En resumidas cuentas, el punto fuerte de la ComarCon está en su gente, en el ambiente, en el aire que se respira.

Un evento familiar: actividades y buen rollo

ComarCon 2016
ComarCon 2016

Esencialmente, la ComarCon es un evento para toda la familia, y para todo el mundo. A lo largo de los años, he tenido el placer de acercarme anualmente. He comprobado, de primera mano, su evolución. Debo decir, sin temor a equivocarme, que no han cambiado ni en lo más mínimo. Es posible que ahora el recinto sea más grande, pero se sigue respirando ese ambiente íntimo y cercano a cada paso. Los organizadores, voluntarios y miembros del evento no dejan de ser uno más: saben qué es lo que le gusta al público porque ellos mismos son parte de ese público.

Algunas de sus actividades, como El Karaoke Hodor (canciones a adivinar al ritmo de Hodor) consisten en un público que juega al mismo tiempo y al que le resulta imposibilite no cantar. El Hobbit Zampabollos (¿cuántas magdalenas podrás devorar en dos minutos), otro de sus clásicos, es una verdadera prueba de fuerza y diversión. Seguidamente, Pasalacabra (su última novedad) y su rosco con luces arrastran más de 160 horas de trabajo duro. No quiero extenderme mucho más en esta crónica y aburriros, así que resumiré un poquito más mis impresiones finales.

Al contrario de lo que se pueda pensar, es un salón de todos y para todos. La presencia de los cosplayers invitados, el entusiasmo de asociaciones como La Comarca (organizadores), Acme o Aokan siento no poder citar todas, pero se cuentan por decenas es impresionante. Mi experiencia en la ComarCon a lo largo de los años, y la cual espero se prolongue por muchos más, es, simplemente, increíble. Si tenéis tiempo y curiosidad, de verdad, os recomiendo mucho que os paséis por allí. Es un sitio genial con gente genial, y con mucho potencial por delante.

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