‘Black Clover’, análisis episodio 80

Análisis e impresiones del capítulo 80

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¡Hola, muy buenas amantes del anime y el manga! Con la victoria del equipo de Asta parecía que, nuevamente, Black Clover pecaría de los errores del pasado. Por suerte, tal preconcepción ha resultado ser no más que un vano y efímero espejismo de cruda equivocación. De hecho, en mis últimos análisis fui muy crítico con el nivel ofrecido por la producción de Pierrot. Lejos de la tensa tiranía del más abrupto dinamismo, la velocidad y el ritmo se perdieron en una vorágine de personajes cuaternarios sin relevancia alguna. Una ronda entera presentando personajes que no harán acto de presencia nunca más se antoja, cuando menos, aburrido. De hecho, la sensación era la de una saga central con toques de relleno. No obstante, resalté que, con el paso del tiempo, la franquicia estaba recuperando aquellas sus virtudes de antaño. Con el episodio 80 podemos afirmar que Black Clover ha vuelto

Porque, efectivamente, como espectador he vuelto a sentir la tensión del momento. Inclusive, podría afirmar que la violencia y el dramatismo acoplados en el argumento ha evolucionado y madurado. Lejos de una diatriba de golpes sin sentido, el enfoque ha gozado de una profundidad digna de elogio. Es cierto que sigue lejos de escapar del cruento espectro del shōnen y su arquetípica —no siempre— simpleza. Sin embargo, también es cierto que he sentido en el metraje un mayor peso por parte del guion. El ritmo sigue siendo inferior al de sagas anteriores, pero se ha sentido igualmente adecuado.

Recordad que el episodio ha sido emitido por la plataforma de streaming Crunchyroll. Si no habéis visto el capítulo tened cuidado, pues este análisis contendrá spoilers.

Cámara para los hermanos Vaude

Black Clover análisis episodio 80 (2)

En batallas anteriores observamos en un alarde de sencillez el típico enfrentamiento entre el bien y el mal. Los protagonistas ejemplificaban la ética y la moral. Entretanto, las facciones rivales simbolizaban todo aquello que se opone al pensamiento lógico sobre lo que es correcto y lo que no. En esta ocasión, aun manteniendo un paralelismo ante tal respecto, la línea se siente un tanto difuminada. Por los rasgos inherentes del guion, es inevitable que sintamos una mayor afinidad por Finral. Al contrario, Langris reúne no pocos requisitos para cerciorarse el odio y la rabia del espectador. Curiosamente es ahí de donde nace el conflicto, y sucede tanto dentro como fuera de las cámaras.

Mediante un flashback —esta vez muy bien ejecutado— conocemos más sobre el pasado de los hermanos. A priori el hermano menor, Langris, demuestra un complejo de superioridad insultante. Su actitud es burda y molesta, arrogante; el desdén hacia su hermano demuestra que lo ve como una mera e irrisoria mancha en su camino al éxito. Pero tras todo ese tejemaneje de soberbias demostraciones de poder se oculta una tremenda inseguridad. Langris es consciente de que sus padres, en realidad, no le quieren. Solo valoran su poder y la posible fama y gloria que podrán ganar en su nombre. Por contra, el resto de gentes del lugar lo conciben como una entidad a evitar. Su enferma demostración de maldad es consecuencia de la irrefutable envidia que siente de su hermano. Finral, a diferencia de él, es amado.

Es en ese mismo momento cuando me planteé una pregunta: ¿Es Langris la consecuencia de unos padres egoístas o es algo innato en su persona? ¿Es una combinación de ambos aspectos? A ese respecto la curiosidad me carcome, aunque debo decir que me encanta que Black Clover haya demostrado esa capacidad. Supongo que los próximos episodios resolverán esta mi duda y no puedo más que esperar por saber qué pasará. Ante todo, como nota, la construcción de ambos personajes me ha parecido mucho mejor ahora que se han liberado nuevos datos sobre estos.

Finral da un paso adelante

Lejos de ser un imberbe transportista, Finral ha demostrado poseer las capacidades para convertirse en un personaje con una gran capacidad estratégica. Y lo que es más, ha sabido sobreponerse a sus miedos y afianzarse en su estatus de mago del reino. Por consiguiente, esa personalidad huidiza y temerosa, aunque todavía vigente, ha dado paso a la de un personaje con un trasfondo más interesante y con un verdadero deseo de evolucionar. Su enfrentamiento con su hermano menor, foco de miedos e inseguridades, reafirma su progresión al borrar los fantasmas del pasado. Al mismo tiempo, remarca su posición y se da el lujo de actuar como hermano mayor.

Conclusiones

Black Clover análisis episodio 80 (2)

El capítulo realza las fortalezas de una serie que había entrado en una rutina peligrosa. Tras semanas asomando la cabeza, por fin Pierrot ha dado con la tecla y ha salido del agujero. La animación ha mejorado notablemente y los planos lejanos, pese a seguir siendo su punto flaco, han escalado un nivel. En ese mismo sentido, gracias a la consecución de una serie de eventos de mayor calado y tensión dramática, el guion ha regresado con la frescura de sagas pasadas. Al mismo tiempo, se ha perdido esa sensación de relleno recuperando, en el proceso, ese factor de entretenimiento tan necesario en una serie de las características de Black Clover.

¡Y hasta aquí el análisis de la semana! Recordad que podéis consultar nuestros análisis de episodios anteriores en el siguiente enlace. ¡Nos vemos la semana que viene!

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