Siempre que un nuevo exponente del género souls llega al mercado, lo hace rodeado de mucha expectación. Wo Long: Fallen Dynasty, no es una excepción, especialmente, cuando Koei Tecmo y Team Ninja ya nos ofrecieron con Nioh, uno de los mejores (y más desafiantes) títulos de este subgénero.
¿Es Wo Long el nuevo referente? Lo cierto es, que tras haberlo completado y encontrarme en la mitad de su NG+, no tengo en absoluto la sensación de haber jugado un título catalogable como soulslike. Os lo explico todo en este análisis de Wo Long: Fallen Dynasty.
Análisis de Wo Long: Fallen Dynasty | ¿Estamos ante un nuevo sub-subgénero?
Entiendo perfectamente el hecho de publicitar este título como un nuevo videojuego que bebe de la fórmula de FromSoftware. De hecho, es innegable que mantiene algunas de las características que hemos visto tantas veces: perder experiencia al morir con una oportunidad de recuperarla, las hogueras (aquí banderas) en las que descansar y subir de nivel y, por supuesto, un alto nivel de desafío.
No obstante, incluso en estos puntos, ya se encuentran diferencias. Para empezar, aquí no perdemos toda la experiencia al morir, solo la mitad. En caso de morir ante un enemigo común, tendremos que derrotarle para recuperarla. Sin embargo, si caemos ante un jefe final, simplemente bastará con volver a entrar en su zona de combate para que se nos devuelvan estos puntos de forma automática. ¿Cuál es el sentido de este cambio? En mi opinión, como tantas otras cosas que luego comentaré, es la forma de hacer de Wo Long, una experiencia frenética, rápida y extremadamente divertida en la que tirarse horas farmeando no es una opción, ni es lo que el juego quiere de nosotros.
La mejor defensa es un buen ataque
Al final, en términos generales, he tenido una sensación más cercana a Sifu que a un Dark Souls. Contamos con niveles no muy grandes que podemos completar en algo menos de una hora (dependiendo de nuestra habilidad), con margen de exploración pero no especialmente rebuscada y en los que avanzar con mucha agresividad llevándonos por delante a todo el que encontremos como una máquina de matar imparable. Eso sí, que estas sean mis sensaciones tras más de 40 horas a los mandos y que sea lo que el videojuego nos quiera transmitir, no quiere decir que sea fácil llegar a ello.
Aprender los patrones enemigos es fundamental para llegar a este punto. Esto es algo habitual en muchos títulos, sin embargo, Wo Long plantea la recompensa de este aprendizaje de forma diferente. Tal y como yo lo veo, se pude plantear la dificultad de dos maneras: castigando mucho el error, o beneficiando la habilidad o el entendimiento de las mecánicas.
Tenemos margen de error, pero jugar bien es fundamental para triunfar
Así pues, estamos ante un videojuego que hace claramente lo segundo. En los juegos de Miyazaki, se nos presentan combates más o menos largos y tensos, donde pese a estar haciéndolo bien, un error nos puede costar la vida. Eso sí, aunque no entendamos nada de su jugabilidad y vayamos con la primera espada del juego y los atributos mal distribuidos, si nos aprendemos los patrones de los enemigos, vamos a ganar.
Por otro lado, Wo Long ofrece combates que podemos terminar en segundos, incluidos los jefes finales, ya que el título potencia mucho el beneficio de jugar bien y utilizar las herramientas disponibles a nuestra disposición.
La barra de espíritu, la nueva forma de entender la resistencia que cambia completamente las reglas del juego
Aquí entra el juego el gran punto diferenciador de Wo Long frente a otros soulslike (sí, ya se que he dicho que no lo considero como tal, pero para entendernos). La barra de espíritu es la representación de la resistencia en este título, pero tiene varias diferencias importantes que cambian totalmente la forma de jugar y que hacen que, a diferencia de otros títulos donde tenemos que avanzar con cautela, estudiar al enemigo y comenzar a la defensiva, aquí se premie y sea casi fundamental perder el miedo y pasar al ataque. Eso sí, ir en una actitud mucho más agresiva, no implica tirarnos de cabeza como suicidas a los brazos gélidos de cualquier enemigo en nuestro camino.
La barra de espíritu cambia de forma dinámica durante el combate, si encajamos golpes normales (que no consumen dicha barra y, por tanto, podemos atacar cuanto queramos) nuestro espíritu aumentará y el del enemigo se reducirá. Una vez lo tengamos lleno, es el momento de lanzar un ataque potente que reduce el máximo de espíritu de enemigo, haciendo mucho más fácil que se le agote por completo y quede expuesto a un ataque fatal con el que haremos muchísimo daño.
Análisis de Wo Long: Fallen Dynasty | El parry más satisfactorio que he probado nunca
De igual forma, las artes marciales, habilidades físicas vinculadas al arma que llevemos, así como los hechizos, consumirán este mismo atributo, por lo que los combates son un constante flujo en el que pasamos del ataque a la defensa en cuestión de segundos. Hablando de defensa, aunque tenemos un botón para bloquear ataques que anula todo el daño a costa de consumir nuestra barra de espíritu, el verdadero protagonista de nuestra defensa es el desvío. Para que todos nos entendamos, estamos ante un parry muy parecido al que vimos en Sekiro, aunque también tiene sus peculiaridades.
Como todo en este juego, el enfoque de esta habilidad es mucho más agresivo. Para empezar, podemos dirigir hacia qué lugar vamos a desviar el ataque enemigo, pudiendo colocar al mismo en una posición de desventaja si conseguimos ejecutar bien esta acción, por ejemplo, arrinconándolo en una pared.
Además, utilizar correctamente el desvío nos recarga nuestra barra de espíritu, que, como ya dije antes, es imprescindible para lanzar golpes potentes o hechizos. ¿Conclusión? Cuanto más parrys hagamos, más podemos atacar, convirtiendo esta herramienta, a priori defensiva, en otra forma más de ataque.
Al final, Wo Long deja un equilibrio exquisito entre el uso de todas las herramientas. Saber cuando atacar normal, cuando busar el ataque espiritual, las artes marciales, los hechizos, el desvío o el sigilo dejan combates tremendamente divertidos, adictivos y satisfactorios, convirtiéndose desde ya, en una de las mejores experiencias jugables que he disfrutado en los últimos años.
Estamos ante un RPG de acción, aunque el componente rolero no es especialmente complejo
Si, como yo, pasasteis por Stranger of Paradise: Final Fantasy Origins encontraréis muchas similitudes en este título. Una de ellas es la forma de gestionar su vertiente RPG, más centrada en maximizar las estadísticas del equipo que en las del personaje. A diferencia de otras obras, aquí no tenemos una clase que crearnos inicialmente, ni tampoco la tendremos más adelante. Los parámetros de nuestro personaje se basan en las cinco fases: Madera, fuego, agua, metal y tierra. Según subamos de nivel y mejoremos estos elementos, lo harán nuestras estadísticas.
Algunas de estas fases benefician el ataque cuerpo a cuerpo o los hechizos, como es lógico, pero no será posible hacerse una clase de hechicero que obvie casi por completo el ataque físico y se centre en la magia, por ejemplo. Así pues, todo esta compuesto para mantener ese impecable equilibrio entre todas las funciones que tiene el combate. Nunca podremos prescindir por completo del desvío, ni tampoco de la magia, especialmente cuando abordemos los niveles más complicados del juego.
Hablando de los hechizos, tampoco se pueden utilizar de forma constante ni son especialmente destructivos, más bien, hacen una función de apoyo, con la que aplicar estados beneficiosos o perjudiciales y, que si sabemos combinar entre ellos y entre los distintos elementos, podemos conseguir resultados muy útiles. De igual forma funcionan las invocaciones de las bestias divinas, que nos otorgarán beneficios temporales. Cada una de estas bestias tiene sus propios ataques y ventajas, y saber cuando utilizarlas puede ser la diferencia entre la victoria y la derrota.
Análisis de Wo Long: Fallen Dynasty | ¿Un juego es sólo apto para semidioses a los mandos?
La pregunta del millón. ¿Es Wo Long un juego extremadamente difícil solo apto para valientes? Lo cierto es que me lo he pasado con bastante facilidad, aunque, eso sí, tiene truco. Desde luego, si buscáis un desafío alto pero asequible, Wo Long mantiene un gran equilibrio. Además, en muchos de los niveles iremos acompañados por personajes controlados por la IA que hacen un gran trabajo y, en los que no sea así, podremos invocarlos desde las banderas para que nos ayuden. En mi caso, he decidido jugar el título sin prescindir ni invocar más de lo que el juego me ofrecía, para disfrutar del desafío de Team Ninja había diseñado «de manera natural». Como digo, un desafío asequible, que los más experimentados superarán sin mucho problema y que en el que nuevos jugadores podrán avanzar sin tirarse de los pelos.
¿Dónde está la trampa entonces? En lo que se nos ofrece al completar el juego por primera vez. Una vez llegados a este punto, nos daremos cuenta de que para aquellos que buscan auténticos desafíos, la primera vuelta completa no había sido más que un campo de entrenamiento. A partir de este punto, maximizar el equipo al milímetro y dominar a la perfección las mecánicas de combate será fundamental para poder avanzar. Además, los aliados ya no serán tan útiles como antes. Nuestra habilidad será lo único que nos salve.
Una historia de guerra sin grandes pretensiones para acompañar la acción
Es normal que en un título que da tantas vueltas de tuerca a una jugabilidad que dábamos por conocida y dominada, le haya dedicado tanto espacio a este punto (y seguro que algo me he dejado). No obstante, también hay espacio para la narrativa en Wo Long: Fallen Dynasty. De hecho, nos encontramos ante un videojuego que presenta una gran cantidad de cinemáticas, tanto con el motor del juego como mediante ilustraciones en movimiento con un gran nivel artístico.
La verdad es que la historia no es nada del otro mundo ni tampoco parece pretenderlo. Estamos ante una narrativa bélica potenciada por el uso de un elixir maligno que un taoísta oscuro esta distribuyendo a diferente líderes. Así pues, podemos esperar algunas amistades y enemistades, malos que parecían buenos y buenos que parecían malos. Nada brillante, aunque se agradece el amplio elenco de personajes que conoceremos a lo largo de la aventura.
Análisis de Wo Long: Fallen Dynasty | Un apartado artístico excelente, con un nivel técnico algo justo
En cuanto al apartado audiovisual del juego, estamos ante una obra con luces y sombras. Por un lado, todo lo artístico tiene un gran nivel, diseño de armaduras, escenarios, criaturas mitológicas…Eso sí, el nivel gráfico del juego no es para tirar cohetes y es fácil notar un popping algo brusco mientras jugamos. La parte positiva, es que el rendimiento es excelente. Apenas he sufrido algún bajón de frames muy puntual en un par de momentos en más de 40 horas de juego.
La música y el sonido acompañan en los escenarios y el combate de forma correcta pero discreta, sin ningún tema que sea destacable. En cuanto al idioma, podemos escoger entre voces en inglés, japonés o chino y cuenta con una perfecta traducción al castellano.
Conclusiones sobre Wo Long: Fallen Dynasty
Con todo lo dicho, Wo Long es un juego sobresaliente. Creo que es importante entender que quiere ofrecer un juego o un estudio y no que esperamos nosotros que sea a la hora de afrontarlo o analizarlo. Como decía al principio, los que vengan buscando un soulslike tras Elden Ring, quedarán decepcionados. Esto, no es en absoluto un problema de Wo Long, porque no es lo que busca ofrecer. No nos brinda grandes escenarios que explorar ni una narrativa críptica. Tampoco quiere que nos pasemos horas probando estrategias contra un boss.
Lo que nos ofrece es un juego de acción rapidísima, más cercano a un hack and slash o hasta a un beat ‘em up rolero que un souls propiamente dicho. Donde nuestra habilidad a los mandos, reflejos y entendimiento de sus mecánicas marcarán la diferencia entre superar el juego o darnos contra un muro.
Si eso es lo que queréis, adelante, tenéis en Wo Long: Fallen Dynasty una formula jugable exquisita con una cantidad ingente de horas en la que afrontar desafíos cada vez más difíciles mientras, cual guerrero real, os hacéis cada vez mejores. Team Ninja y Koei Tecmo me engancharon con Nioh, lo volvieron a hacer con Stranger of Paradise y ahora, me encuentro ante la culminación jugable de estos dos. Me va a costar mucho cambiar de juego, super recomendado.
- El equilibrio perfecto de todas sus mecánicas en el combate.
- Es rápido, frenético y extremadamente divertido.
- La barra de espíritu y como invita a la agresividad.
- Muchas horas que echarle y con un NG+ donde empieza el auténtico desafío.
- Técnicamente es un juego justito.
- La música pasa sin pena ni gloria.
