¡Hola, muy buenas amantes de los videojuegos! Regresamos, una vez más, con un nuevo análisis. En esta ocasión os traeré mis impresiones al respecto de Trials of Mana, un videojuego de rol y acción desarrollado por el estudio Xeen y publicado por Square Enix; en España ha sido distribuido por Koch Media para Nintendo Switch, PlayStation 4 y Microsoft Windows. Aunque tal vez no se pueda intuir por su nombre, se trata de un remake de un título de 1995. Conocido por el mismo nombre, también fue denominado como Seiken Densetsu 3 en Japón. Así pues, hablamos de una nueva versión en 3D de un proyecto nacido en Super Famicom años atrás. Además, es el tercer juego de la franquicia Mana.
Trials of Mana
Cuando uno quiere hablar de Trials of Mana, inevitablemente, no puede evitar que su diseño —ya sea en los escenarios, los personajes o enemigos, la banda sonora o la misma historia— está dirigido a un público joven. Esa, al menos, ha sido mi impresión a nivel general a lo largo de mi experiencia de juego. En primer lugar, la historia. Una de las peculiaridades de Trials of Mana es que cuenta con un plantel de seis héroes. A diferencia de en otros RPG, tendremos que elegir a un protagonista y a dos acompañantes. Por lo tanto, la historia cambiará en función de a quién elijamos en primer lugar. En total, podría decirse que existen tres líneas diferentes: la de Durán y/o Ángela, la de Charlotte y/o Kevin y la de Falco y/o Lis.
Como habréis podido suponer, estos seis son los héroes que podremos elegir. Cada dupla posee un villano determinado, así que tendremos tres antagonistas diferentes. Por eso podemos hablar de tres rutas, pues la historia cambia en función de nuestra elección inicial. De igual forma, los acompañantes resultan irrelevantes a la hora de elegir una línea argumental u otra, ya que esta queda determinada por el «protagonista» principal. Es, como poco, una decisión interesante, pues agrega varias capas de rejugabilidad. Debo decir que me ha parecido interesante, pues mientras jugaba una en streaming, pude hacer otra muy diferente fuera de pantalla. Aunque bien es cierto que las historias son similares en lo que se refiere al esquema general, el guion difiere.
Ahora bien, ¿qué podemos comentar sobre ese mismo guion? La valoración en este caso es complicada, ya que considero que el público objetivo es otro. Así pues, me resulta complicado no ser subjetivo, pero lo intentaré. La trama es algo floja y carece de profundidad, cosa netamente negativa si valoramos el componente rolero. No obstante, es entretenida; tiene aspectos interesantes, pero flaquea. Por citar un ejemplo, en cierto momento atravesamos el mar metidos en un cañón. Presenta una historia de magia y fantasía clásica, con enemigos dotados de una personalidad interesantes, pero sin el impacto que nos gustaría. En mi caso he echado de menos a ese gran villano de turno.
Cazando Benevodones
Más pronto que tarde descubriremos que tenemos que encontrar a una serie de hadas y/o espíritus que nos ayuden en nuestra aventura. Suya es la responsabilidad de guiar al héroe de mana hacia su destino mientras resuelve los problemas del mundo. Todo, siempre, rodeado de la magia y la fantasía características del género, pero desde un enfoque muy juvenil. Asimismo, en nuestro camino se interpondrán ciertos enemigos, aunque los más destacados son los Benevodones, una suerte de poderosos monstruos elementales sellados antaño por la Diosa Mana. Serán nuestros principales enemigos a lo largo de la historia.
Para derrotarlos tendremos diversas opciones. Cada personaje tiene una especialidad, aunque podríamos dividirlos en combatientes físicos, mágicos y/o de apoyo. Podremos subir, en cada personaje, cada uno de sus atributos: fuerza, resistencia, suerte, espíritu e inteligencia. Todos se pueden subir al máximo y desbloquean técnicas (activas o pasivas) así como mejoras en las estadísticas. El sistema de técnicas nos obliga a equiparnos con estas, aunque tendremos cierto límite, por lo que será importante elegir. Esto, junto a la elección de las piezas de equipo, hará las veces de sistema de parámetros. No es demasiado profundo y no incita demasiado a probar diversas tácticas para ver cual es mejor, pero funciona bien. Encaja con el juego en líneas generales y tiene sinergia con sus distintas mecánicas.
En combate podremos usar ataques cuerpo a cuerpo (todos los personajes pueden hacerlo) o técnicas, que van desde embates con garras hasta remolinos de viento pasando por magias de luz, etc. Algunas consumirán Puntos de Magia, una de nuestras estadísticas principales, junto a los puntos de salud. Otras, sin embargo, solo estarán disponibles cuando juntemos una serie de puntos que obtendremos, por norma general, en combate. Estas técnicas gastan, por norma general, una barra, aunque las habrá que no. Al final la cosa consiste en gestionar recursos, pero tampoco te volará los sesos. La mecánica de combate es igual de simple: tendremos un ataque rápido y otro pesado. Los podremos combinar, cómo no, pero no hay demasiada variedad.
Al final se nos queda un ARPG bastante ligero, muy divertido si buscamos algo sencillo, pero sin demasiada profundidad en ninguno de sus apartados. ¡Ah! Hay combate aéreo, pero… Bueno, se limita a un golpe en el aire para hacer caer a los enemigos.
Hadas, magia y fantasía
Buscando no extenderme en demasía, pues soy consciente de que es mejor ir al grano, terminaré aquestas mis impresiones con un último apartado antes de pasar a las conclusiones finales: banda sonora, gráfica y rendimiento. Suelo seguir este esquema en todos mis análisis, y en esta ocasión no será diferente. Respecto a la banda sonora, hay quienes dicen que se hace algo repetitiva, pero a mí me ha gustado mucho. Las melodías, aunque pueden resultar cansadas en cierto punto, son bonitas y resultonas, acompañan bien y, en líneas generales, gozan de gran calidad. Las composiciones son buenas y, además, rescatan más de un clásico del juego original.
En lo que se refiere al apartado gráfico, Trials of Mana me ha recordado a Dragon Quest. Por un lado, por el simpático y agradable diseño de sus escenarios y monstruos. Es, como quien no quiere la cosa, uno de esos títulos a los cuales categorizaríamos como family friendly. Tiene violencia, cierto es, pero sin atisbos de sangre o escenas explícitas. Por su parte, el mapeado es muy decente; los escenarios me han parecido bastante bonitos, todo sea dicho. Abundan los colores vivos y alegres, pero combinan de manera muy acertada. Explorar el mapa no supone un gran esfuerzo, y tampoco es que sorprenda demasiado, pero resulta agradable.
En lo que se refiere a su rendimiento, yo lo he jugado en PlayStation 4. Se mantiene en treinta frames por segundo en todo momento; es muy estable. No puedo deciros si responde de igual forma en otras plataformas, pero presupongo que sí, pues a mí me ha funcionado a las mil maravillas. No he creído detectar error alguno en la programación, ni tampoco ningún bugg, así que creo que se debe destacar. Sí, será pequeño, pero sigue siendo mundo abierto. Eso sí, los tiempos de carga a veces (que no siempre) pueden ser algo molestos.
Conclusiones
Trials of Mana es un buen juego. Es bonito, simpático y con mecánicas pulidas, pero carece de la profundidad de un rol más potente. No significa que sea malo, ni mucho menos, sino que apuesta por otro tipo de diseño. Así pues, tanto su historia como su sistema de estadísticas o combate destacan por ser simples. Sin más. Buena banda sonora, escenarios vistosos y una historia entretenida. Considero que es un gran juego para un público más infantil, pues tendrán un poco todo lo que buscan, pero con una buena calidad. Para aquellos que busquen una experiencia de juego más compleja… Lo siento, pero no es vuestro título. Los amantes de la nostalgia, empero, sí que se llevarán una grata sorpresa.
Análisis Trials of Mana. Edición física para PlayStation 4 cedida por Koch Media.