Noviembre empieza fuerte recibiendo el lanzamiento de Los Pitufos 2: The Prisoner of the Green Stone, del que hoy os dejamos nuestro análisis. Y es que dos años después del lanzamiento de Operación Vilhoja, nos llega una nueva pitufada superando con creces cada apartado del antecesor.
Nuevas aventuras más enfocadas a la acción y la resolución de rompecabezas, así como una historia brevemente más pulida son solo alguna de las propuestas en las que Osome Studios ha trabajado para esta secuela.
Nosotros ya lo hemos devorado, y si sois amantes de los títulos de plataformas y las pitufadas, estáis ante un título que no debéis dejar escapar.
Análisis de Los Pitufos 2: The Prisoner of the Green Stone | Pitufo Manitas la ha liado y el prisionero de la piedra verde anda suelto
Intentando mejorar el SmurfoMix, pitufo Manitas la ha liado, y es que tras hurgar entre los grimorios de Papá Pitufo, ha acabado por liberar al malvado Stolas. Además. todo esto ha tenido lugar ni más ni menos que en la morada de Gargamel, el villano que sin comerlo ni beberlo, se verá obligado a ayudar a nuestros pequeños héroes en conveniencia propia.
Y es que Stolas siembra el caos allá por donde pasa y descomponiendo la materia, pero por suerte, hay un equipo de pitufos dispuesto a pararles los pies. Tormenta, Tontín, Filósofo y Manitas harán buen uso del SmurfoMix para salvar el mundo, y cuentan con nuestra ayuda. Como podéis leer, la premisa narrativa es otra pitufada, a la altura de los sucesos de la primera, donde nuevamente echamos de menos una mayor contienda contra Gargamel, que vuelve a quedar en un segundo plano.
Eso sí, hay muchas más dosis de epicidad, ya sea por los combates contra jefes finales —de los que ya hablaremos más adelante— o de las escasas escenas CGI que dan más sensación argumental. Sea como fuese, estamos ante una verdadera aventura pitufa, que disfrutarán los peques y los más viejunos por igual. Además, la personalidad de los protagonistas está más explotada (pero sin grandes pretensiones), por lo que siente menos autónomas y más parte de la aventura, siendo el más carismático de todos Tontín.
Mucha más acción y una jugabilidad más pitumejorada
Llegamos al apartado donde sí hemos notado una mejora sustancial respecto al original, y es que la jugabilidad ha mejorado grosso modo. En esta ocasión no dependeremos de saltos complicados y un pulverizador para abatir enemigos, sino que contamos con todo un arsenal de armas de «fuego».
En efecto, estamos ante un juego de acción en tercera persona, donde de un modo adaptado a la ambientación, contamos con varios modos a distancia. Y es que podemos cambiar la sustancia de nuestro SmurfoMix, lo que se traduce en distintos tipos de disparo, desde el clásico más básico hasta algunos que aturden al enemigo o los relentiza.
En definitiva, se han currado enormemente la acción, que se desata en gran medida permitiendo una jugabilidad mucho más divertida. Y es que si en el primer título los combates repetitivos eran un problema, aquí son más variados a medida que avanzamos en la trama. Además, el gunshot ha sido mejorado, por lo que apuntar y pitufar enemigos es mucho más satisfactorio. Contando además con más movimientos y mejoras que podemos desbloquear a medida que avanzamos.
Mas acción pero menos exploración, un cambio que merece la pena
Este cambio en la jugabilidad ha implicado que la exploración se vea ligeramente mermada. En esta ocasión los coleccionables no están tan escondidos y la jugabilidad se vuelve mucho más lineal.
Esto tiene su origen en un claro enfoque en la acción, lo que puede hacer que el juego sea más divertido a base de sacrificar cierto toque plataformero. Lo bueno,es que la movilidad de nuestro pitufo también se ha visto mejorada con gran acierto, siendo mucho más ágiles y menos ortopédicos.
Por otra parte, ahora hay combates contra jefes finales, pocos y no demasiado elaborados, eso sí. Por último, nos gustaría comentar que en esta ocasión cada pitufo cuenta con habilidades únicas, lo que se traduce en que elegir un pitufo u otro no implica únicamente cambiar de skin.
Los pitufos se abren camino a base de rompecabezas y pruebas cronometradas
Para que no todo sea pitufar a base de tiros, el SmurfoMix también nos servirá para desbloquear el camino. Y es que dependiendo del disparo que usemos, tiene utilidad también fuera del combate.
Ya sea bloquear elementos del escenario en movimiento -como las aspas de un molino-, mover bloques o abrir puertas. Sea como fuese, los escenarios no son un simple atrezo, y esta vez tienen más importancia en la jugabilidad.
Si bien es cierto, la mayoría son simples y no requerirán que nos desmembremos, de hecho, apenas tendremos que pararnos. Pero son entretenidos y aportan variedad a la jugabilidad, que ya de por si ha sido muy potenciada.
Ayudando a esto, también encontramos pruebas cronometradas, donde tendremos que abatir a grandes grupos de enemigos en escenarios combinados con saltos. La recompensa de estos es sustancial, ya sea para mejorar a nuestros pituhéroes o para desbloquear nuevas piezas de equipo -meramente estéticas-.
De este modo, la falta de coleccionables se ve mermada por mucho más contenido, que aunque no alarga en gran medida la duración del juego, lo hace más entretenido. En total nos ha llevado 7 horas completar la historia, pero algunas zonas requieren ser muy exploradas para aspirar al 100%, por lo que se puede prolongar a las 11 sin problema.
Técnicamente, es muy animado, pero sin pretensiones
Los gráficos del juego apenas han evolucionado respecto a la primera entrega, contando apenas con algunos efectos nuevos. Los escenarios si nos han parecido mucho más grandes y variados, lo que demuestra un mayor desempeño, pero sin grandes cambios.
Si hemos visto una leve mejoría en las animaciones de cada personaje, que como hemos dicho antes, son más carismáticos. Pero nos hemos sentido profundamente decepcionados con el doblaje, que se mantiene en inglés.
Y es que si ya de por si es complicado entender que en esta ocasión no ha sido doblado al español, más nos sorprende que un título infantil no tenga voces localizadas.
Conclusiones finales | Análisis Los Pitufos 2: The Prisoner of Green Stone
Los Pitufos 2: The Prisoner of Green Stone resulta una clara evolución de la saga, mucho más divertido y completo. Si bien es cierto, algunos aspectos como la trama o el apartado técnico no han mejorado lo suficiente quedándose algo desfasados, no importa en absoluto en un título de estas pretensiones.
Mucha más acción en una aventura más lineal, pero que conserva el toque plataformero, la jugabilidad ha sido uno de sus grandes aciertos. Además, dentro del mundo pitufil, supone todo un acierto que el villano de la saga se convierta en nuestro mayor aliado.
Si bien es cierto, nos ha disgustado la ausencia de voces en castellano, es un error que podemos pasar por alto dado lo divertido que es. En definitiva, aprovecha muy bien la esencia de los juegos de los 90 para ofrecer una aventura de acción y plataformas con una calidad precio muy atractiva.
- Mucho más divertido y con más acción.
- Los combates son más variados gracias a la variedad de armas.
- Cada pitufo ofrece algo distinto a nivel jugable
- Gráficamente no ha evolucionado.
- La ausencia de doblaje en castellano.
- Se echa de menos algún escenario más explorable o memorable como la aldea pitufa.
