Análisis ‘Final Fantasy VII Remake’

El regreso más esperado: 'Final Fantasy VII', el juego de rol que lo cambio todo

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¡Hola, muy buenas amantes de los videojuegos! Hoy quiero hablaros de la que, sin lugar a dudas, se acaba de convertir en una de las experiencias de juego más destacadas del momento. En efecto: estoy hablando de Final Fantasy VII Remake, un verdadero regalo para los nostálgicos y una de las apuestas más fuertes de Square Enix en los últimos años. Considerado por no pocos amantes del género como uno de los mejores —si no el mejor— juego de rol de todos los tiempos, su retorno supone un antes y un después dentro de una franquicia legendaria. Pero dejemos a un lado sentimentalismos; cabeza fría. Hoy os intentaré exponer aquestas mis impresiones desde un enfoque lo más objetivo posible.

Y es que Final Fantasy VII Remake ha supuesto el regreso de una de los juegos más aclamados de PlayStation 1 junto a una para nada desdeñable remesa de grandes mentes creativas. Bueno, y de algunas no tan grandes (cofcofNomuracofcof). Volviendo al tema, una de las primeras conclusiones que he extraído de mis no pocas horas de juego ha sido un exacerbado sentido de la deferencia pocas veces visto. Se siente, de principio a fin, que sus creadores aman su trabajo.

A fin de cuentas, Final Fantasy VII fue una obra maestra en su tiempo. Ya sea en labores de diálogo, historia o sistema, he podido sentir un respeto máximo por aquel trabajo lanzado en 1997. No obstante, no debemos considerar que Final Fantasy VII Remake es un juego para nostálgicos. Todo lo contrario. Es una bestia sedienta de gloria con la capacidad de arrastrar a cualquier generación a una vorágine de vicio incontrolado bajo el sempiterno abrazo de nuestro DualShock.

Final Fantasy VII Remake

Análisis Final Fantasy VII Remake
Análisis Final Fantasy VII Remake

Ahora bien, ¿qué os puedo contar? Como dijo Jack el Destripador, vayamos por partes. En primer lugar, la historia. Sin lugar a dudas, una de las mayores incógnitas por parte de cualquier jugador es como afrontar semejante proyecto teniendo presente el guion original. Asimismo, el sentimiento de incertidumbre que puede suscitar tamaña idea es real. Por un lado, por la división en partes —aspecto que a día de hoy sigue sin ser de mi agrado, todo sea dicho—. Seguidamente, por la duración de cada una de ellas. Por suerte, no vais a tener que preocuparos mucho en ese sentido.

Ahora sí, el argumento. Los nuevos jugadores encontrarán una historia relativamente sencilla, pero cargada de preguntas y misterios; Final Fantasy VII Remake posee una trama muy potente. A día de hoy no podemos decir que suponga revolución alguna en el género, ya que sus líneas carecen de la profundidad o la complejidad de otros grandes títulos de la presente generación, pero tiene algo. La chispa y la vitalidad de su guion es increíblemente adictiva; tiene ese algo que te impide apartar la mirada de la pantalla.

De esta forma, los nostálgicos se encontrarán con una trama cargada de sentimiento en donde se han redefinido las pautas para contar una historia encantadora y con muchas novedades. Muchas, y algunas muy importantes. La división en partes, al parecer, ha permitido al estudio ampliar el arco argumental de Midgar, la primera ciudad, de manera exhaustiva. A grandes rasgos, estoy contento con el resultado, pero… Bueno, digamos que el final no me ha dejado buen sabor de boca. De una u otra forma, y pese a haber jugado al título original cientos de veces, me he visto superado por secuencias y escenas nuevas y/o renovadas. Hay cosas que desconozco y elementos nuevos. No es un simple remake.

El regreso de un clásico entre clásicos

Análisis Final Fantasy VII Remake

Final Fantasy VII Remake nos cuenta la historia de Cloud Strike, un ex-soldado de la corporación Shinra. Por azares del destino, y mediante la intervención de su amiga de la infancia, Tifa, terminará colaborando con Avalanche, un grupo de eco-terroristas que tienen por objetivo salvar el planeta. Shinra está consumiendo la energía vital del susodicho para generar energía y dinero y, aunque la gente lo sabe, nadie hace nada por evitarlo. Nadie salvo Barret y sus compañeros, quienes están decididos a hacer algo para evitar la catástrofe. Más pronto que tarde, la situación da un giro de 180 grados cuando nuestro mercenario conoce a Aeris, una florista con más de un secreto a sus espaldas. Así pues, nos lanzaremos en una aventura de rol y acción en donde intentaremos evitar la muerte de nuestro llamado hogar.

Las no menos de cuarenta horas (unas cincuenta si vamos a completarlo todo) de duración del título, debo decir, me han sabido a poco, pero en el buen sentido. Lo más bonito de todo es que han sabido respetar el esquema de 1997; no se ha perdido casi nada. He podido revivir, en primera mano, todos y cada uno de aquellos momentos de los cuales disfruté siendo un niño, pero en alta definición. Han recreado todas y cada una de las conversaciones —hasta las más tontas— del original. No solo eso, sino que han introducido y/o alterado segmentos de la historia en pos de una mejor narrativa. Sin embargo, lo que más me ha impactado ha sido el contexto situacional.

A través de su nueva narrativa, Final Fantasy VII Remake nos permite observar la diatriba moral de aquestos nuestros protagonistas. Sí, están tratando de salvar el planeta, pero… ¿Merece la pena? Deben pagar un precio muy alto, tanto ellos como personas inocentes. El único problema que he creído encontrar a ese respecto han sido un par de capítulos demasiado artificiales; hay escenas y momentos del juego que sobran. Así, tal cual: sobran. Hay secuencias carecen de impacto y se nota que han sido ejecutadas con no otra idea que la de lucir tipo. Es decir, demostrar lo bonito que es el entorno y agregar unas cuantas horas al baremo final de la duración.

Personalidades, que no personajes

Análisis Final Fantasy VII Remake
Análisis Final Fantasy VII Remake

No puedo decir lo mismo de los personajes, los cuales han ganado muchísimo en términos de construcción y psicología. Por citar un ejemplo, Cloud ya no es un simple mercenario de cuatro palabras en boca que trabaja por dinero. Bueno, sí, pero mejor; Strife ha ganado mucho carisma. Así pues, hemos podido conocer a un Cloud mucho más humano. Su trasfondo, ahora sí, es el de una persona con sus méritos y sus defectos. Siente, padece e intenta ser mejor persona. Es socialmente inepto, pero intenta trabajar en sí mismo para ser mejor.

Y pasa de la misma forma con Barret, Tifa o la propia Aeris. Inclusive, con otros personajes tales como Jessie o Reno, aunque en menor medida por meras cuestiones de tiempo en pantalla. Al final, la división en partes ha sido un duro golpe para nuestras carteras, mas ha logrado lo que muchos llevábamos años pidiendo: una historia y unos personajes más reales acorde a los tiempos actuales. Como diría nuestro profesor en el boletín de notas, «progresa adecuadamente».

La consecuencia es que somos capaces de empatizar con la trama y el elenco. Avalancha, ahora sí, presenta una causa justa e interactiva, repleta de sentido, pero realista. A fin de cuentas, son un grupo de ecoterroristas que destrozan reactores a base de bombas. Se toman la justicia por su mano y actúan aun a pesar de las consecuencias. Sus actos producen daños materiales y afectan a la población. Hay muerte, destrucción y dolor; el sacrificio es un precio a pagar por un futuro mejor. En Final Fantasy VII Remake podemos observar eso de primera mano, así como del estado de la población de Midgar por la tiránica dirección de Shinra. Es un juego mucho más social que antaño.

Para lo bueno y para lo malo

Análisis Final Fantasy VII Remake
Análisis Final Fantasy VII Remake

La pega es que hay algunas escenas demasiado inverosímiles. Como diría mi buen amigo Pablo, japonesadas. No quiero hacer spoiler alguno, ya que la sorpresa en mi caso fue mayúscula, mas llegaremos a protagonizar secuencias de vídeo (minijuego incluido) en cierto pub del Mercado Muro que no pega ni con cola. Es divertida y sobra a partes iguales; te arrancará una inevitable mueca de sorpresa cuya mezcla queda protagonizada por una maravillosa estupefacción. Al mismo tiempo, hay determinadas decisiones que se corresponden al guion, que no a los personajes, pero no es algo demasiado frecuente. Pese a todo, el trasfondo está muy elaborado y los diálogos son geniales. Y sí, Shinra sigue siendo una maldita pizza.

Al final es eso: la historia viene cargada de cambios. Estos os pueden gustar más o menos, pero eran necesarios. El juego original, por las cualidades inherentes de la época y la misma consola, no daba para más. A día de hoy, la historia original de Final Fantasy VII se queda corta. Tiene demasiadas lagunas (ojo, es mi juego favorito) y se toma licencias creativas muy importantes. Pero era lógico en aquella época. A día de hoy, no. La mayoría de cambios son bastante nimios, pero encontraréis pasajes —sobre todo en los capítulos finales— cargados de polémica. Todo esto se reducirá, al final, a una secuencia final y un pequeño letrero antes de los créditos.

No puedo deciros por qué, pues quiero que lo veáis por vuestra propia mano, pero va a traer cola. En lo personal, siendo sincero, no me ha gustado. Ese mensaje al final del juego, junto a una escena en concreto, me han echado muy para atrás. Entiendo los motivos e, inclusive, me ha parecido valiente, pero… Me callo. Solo os diré que Final Fantasy VII Remake nos ha preparado más de una sorpresa. ¡Por cierto! No os quejéis de la linealidad de la historia. Sed consecuentes: el título original era así en Midgar, así que es normal que sea de la misma forma en este remake. Es lógico y natural. El sandbox, o mundo abierto, llegará más adelante. Estoy seguro.

Jugabilidad renovada al más puro estilo ARPG

Análisis Final Fantasy VII Remake
Análisis Final Fantasy VII Remake

Hablemos, ahora sí, de la jugabilidad. Como muchos de vosotros ya sabréis, Square ha optado por cambiar diametralmente de estrategia en este Final Fantasy VII Remake. O lo que es lo mismo: se ha abandonado el sistema de combate por turnos en favor de un juego de rol y acción con cierto componente estratégico. Se han diseñado, a grandes rasgos, dos sistemas: uno en modo batalla a tiempo real con habilidades vía menú, las cuales podremos elegir con relativa tranquilidad al ralentizarse el tiempo mientras elegimos, o una suerte de modo clásico en donde los personajes esquivan y atacan por si solos y nosotros, simplemente, elegimos comandos.

Esta segunda variante tenía por objeto contentar al fanático clásico, pero no termina de arrancar. Al final, todo su potencial queda expuesto en las batallas a tiempo real. A ese respecto, FF7R es un indispensable. Pero los combates no han sido lo único que se han visto renovados. Ha sucedido de igual forma con la exploración y el mapeado, ahora mucho más fluida. El título sienta catedra en lo que se refiere al concepto de remake; lo han bordado. Los mapas, en su definición, están interconectados los unos con los otros de manera muy natural. La secuencia de exploración es intuitiva y, pese a la linealidad, tenemos bastante libertad.

La idea es, eso sí, simplemente: avanzar y destrozar enemigos a base de magias y ataques. Lo más bonito de todo es que en combate podremos elegir a cual de los cuatro personajes (Cloud, Barret, Tifa o Aeris) manejamos. Cada cual tiene un estilo muy definido, con sus fortalezas y debilidades. En tareas de exploración siempre manejaremos a Cloud, aunque habrá partes en las que cambiemos a Barret, Tifa o Aeris. Al final, de una forma y otra, manejaremos a todos los personajes. También habrá minijuegos y puzles, ya sea a modo de sentadillas o desbloquear una puerta, pero no son nada del otro mundo.

Exploración guiada

Análisis Final Fantasy VII Remake

Como ya habréis presupuesto, la exploración es uno de los factores más importantes del videojuego. La linealidad del recorrido —podremos regresar a ciertas partes de la ciudad— no ha supuesto un impedimento para disfrutar de los decorados o la interacción con el entorno. Lo vuelvo a repetir: es normal que sea así, ya que el juego original lo era. Por desgracia, Square arroja luces y sombras en la exploración y el diseño de niveles. Por un lado, encontraremos ciudades y pasajes cargados de detalles. Revisar cada recoveco será una verdadera delicia y no tendremos reparo alguno en perdernos y buscar. El problema es que pasaremos, como de la noche a la mañana, de mazmorras cargadas de contenido audiovisual a pasillos muy poco dignos.

Los esfuerzos en recrear ciertos segmentos de la ciudad han sido increibles, tanto para lo bueno como para lo malo. Se busca el alarde técnico en todo momento y, aunque funciona, hay partes en las cuales flojea. Como se suele decir, es una de cal y otra de arena. Lo positivo es que Final Fantasy VII Remake sabe mantener al público enganchado con una muy correcta distribución de escenas, combates, misiones secundarias y exploración. Estas misiones secundarias, eso sí, no dejan de ser bastante planas, pero no son demasiadas. No se hace aburrido. Al contrario: es muy divertido. La experiencia es fluida y está cargada de grandes momentos.

La verdadera gracia de estas misiones y minijuegos es ofrecer algo más de contexto en relación a la situación de la ciudad y sus habitantes. Nos convertiremos en una suerte de mercenario-recadero venido a menos que ayudará a las gentes de Midgar. No tiene demasiado sentido, pero profundiza en el carácter de Cloud y revela aspectos interesantes de la vida cotidiana de nuestros personajes. Al final son un añadido el cual valoro de forma positiva. Ah, y no son obligatorias.

Corte cruzado

Análisis Final Fantasy VII Remake
Análisis Final Fantasy VII Remake

A grandes rasgos, el aspecto que más destaca en Final Fantasy VII Remake es su sistema de combate. De forma resumida, la ejecución es perfecta. Los combates son una verdadera deliciosa; los he disfrutado de sobremanera. Son brillantes. Para empezar, tendremos la posibilidad de permitir a nuestros personajes el combatir por sí solos en el modo clásico. Si optamos por esa variante, nos limitaremos a usar comandos. Estos comandos funcionan mediante una serie de barras llamadas BTC. Usar hechizos, objetos o habilidades consume barras. Para generarlas, tendremos que atacar o defendor, por ejemplo, aunque también se rellenan solas.

No obstante, el verdadero encanto de FFVIIR es el combate en tiempo real con comandos. En este caso, tomaremos el control de uno de los tres personajes del equipo. Seremos nosotros quienes machaquemos el botón, ejecutemos una pirueta para evadir un ataque o nos defendamos como buenamente podamos. En primer lugar, la hit box es impresionante; los efectos de impacto están muy bien hechos. A la par, es fácil de seguir la acción pese a ser un sistema frenético como pocos. A nivel visual son una delicia, pero es que jugar es todavía mejor. Todo gracias al sistema de comandos: han enseñado al mundo como hacer bien las cosas.

Para empezar, tendremos un conjunto de habilidades muy interesantes. No hay que dejarse embriagar por el fragor del combate, sino ser inteligentes. Cuando tengamos suficiente BTC, podremos abrir un menú de acciones. En ese momento, el tiempo se ralentizará, lo cual nos permitirá elegir que queremos hacer con relativa tranquilidad. Lejos de romper con la dinámica del combate, se sentirá muy fluido. El timing es perfecto. Ofrece, a la par, variantes táctica geniales. La profundidad y complejidad del sistema es alta, pero es muy fácil de usar. No tanto de dominar, pero si de realizar. Es, en resumidas cuentas, muy satisfactorio. De esta forma, la idea del machacabotones queda cuasi extirpado gracias al buen hacer de un estudio que lo ha dado todo para recuperar la atmósfera del combate por turnos clásico y la celeridad de los duelos en tiempo real. Pura magia.

Electro es muy efectivo

Análisis Final Fantasy VII Remake

Lo que más me ha gustado de todo esto han sido, sin duda, los enemigos. El reparto de rivales, ya sean monstruos o soldados de Shinra, es excepcional. Para empezar, por personalidad. Han mantenido la esencia del juego original de manera estupenda, pero es que también lo han mejorado. Cada boss final tiene sentido dentro del eje histórico; el guion se ha visto reforzado por un plantel más complejo y trabajo. Al mismo tiempo, los enemigos secundarios, es decir, los que nos encontramos por el camino, son muy dinámicos. Muchos de ellos, inclusive, han evolucionado hasta convertirse en nuevos jefes de nivel. ¿Lo mejor? Que lo han hecho de forma excepcional. Ya no son simples obstáculos, sino que están ahí por algo.

Esto viene a estar motivado por un proceso de creación con mucho mimo. Cada enemigo tiene una serie de puntos fuertes y debilidades, así como un trasfondo. A la par, cada monstruo o guerrero tiene sus propias pautas y mecánicas: no es lo mismo enfrentar a un soldado de asalto que a un granadero o a un aprendiz de Soldado. Lo mismo sucede con los monstruos. La única pega son los estados alterados: han perdido mucho impacto. Al menos en dificultad normal. Solo algunos, como el estado rana o la mudez, tienen verdadera relevancia. A cambio, hemos ganado una especie de barra de fatiga y vulnerabilidad.

Si llenamos esa barra (cada enemigo tiene su propia debilidad, pues los hay inmunes inmunes a cierto tipo de daño) conseguiremos potenciar nuestros ataques y hacerle sufrir un castigo mucho mayor. Es, como poco, interesante. En lo personal, un añadido muy digno. Me ha gustado. Como también me ha gustado que ciertos oponentes tengan partes las cuales podemos destruir para reducir su potencial de combate. Habrá que saber elegir la mejor opción; hay verdaderas diatribas en lo que se refiere a rendimiento en combate. En resumidas cuentas, si sumamos jugabilidad y enemigos, tenemos un ejercicio de combate impresionante; ha sobrepasado mis expectativas. Es verdaderamente espectacular. Bueno, y todo acompañado de una banda sonora de lujo, todo sea dicho. De verdad que te vienes arriba. Pero que muy arriba.

Materias e invocaciones

Análisis Final Fantasy VII Remake
Análisis Final Fantasy VII Remake

En este punto del análisis, si es que no te has aburrido y me has mandado a paseo, entramos en materia conflictiva, nunca mejor dicho. Con toda probabilidad, el enfrentamiento se reducirá a quienes gusten de la nostalgia y quienes no hayan jugado. Hablo, como ya habrás inferido, del sistema de materias. Si bien es cierto que Square Enix ha cimentado muy bien el susodicho sistema, no deja de ser una versión venida a menos del juego original. Final Fantasy VII era un verdadero monstruo a nivel estratégico: la gama de posibilidades era exagerada. Podías hacer mil y un virguerías. Esto, por desgracia, se ha perdido, pero es normal. El cambio resulta lógico por el cambio de BPT a BTR.

Por poner un ejemplo, ya no podremos usar combos tan locos con esa mítica cuadrimagia, gesticular y/o caballeros de la mesa redonda. Eso se ha perdido y, aunque me duele en lo más profundo de mi ser, lo entiendo. Al final, las materias del remake son un conjunto de habilidades que podremos agregar a nuestro arsenal junto a ciertas modificaciones en las estadísticas. Lo que sí me parece mal es que no produzcan efectos negativos… Antes había que jugar con la distribución, pero ahora no es necesario. Porque, en efecto, equiparte materias es mucho más simple que antes.

Se trata de una versión actualizada, simplificada y adaptada a los nuevos tiempos. Sucede de igual forma con las invocaciones. Antes las podíamos usar una y otra vez en combate a cambios de Puntos Mágicos, nuestro parámetro principal junto a los Puntos de Salud. Ahora solo aparecen en combates concretos y bajo situaciones determinadas, de forma ocasional, y casi que de forma aleatoria. Lo positivo es que permanecerán un tiempo en combate y usarán nuevas habilidades a cambio de barras de BTC. Como nota, son maravillosos, aunque no me gusta que algunos sean exclusivos por edición; dolor en tiempos de DLC.

Armas y límites

Análisis Final Fantasy VII Remake

También se ha recuperado el viejo sistema de armas, pero de forma renovada. La materia, que hace las veces de hechizo, habilidad o bonificador de atributo, debe engastarse (equiparse) a un arma. Las armas y armaduras (simples) tendrán cierto número de espacios los cuales podremos rellenar con materia. Tendremos un número limitado, así que habrá que escoger bien. Lo bonito del sistema de armas es que —ya que son relativamente pocas— se pueden mejorar. Así pues, podremos aumentar su daño físico o mágico, aumentar nuestros Puntos de Salud o desbloquear nuevas ranuras de materia.

Es un cambio, a mi parecer, muy acertado. El sistema gana en profundidad y recupera parte de ese componente táctico que se ha perdido. Ya no se trata de utilizar el último equipo que hayamos obtenido, sino de ajustarnos a nuestras necesidades y estilos de juego. Así pues, nuestra Espada Mortal, por ejemplo, seguirá siendo útil en las fases finales del juego si es la que mejor funciona con nuestro estilo. A la par, cada arma tendrá habilidades concretas. Esta se podrán usar siempre y cuando tengamos el arma equipada o la dominemos. Para dominar un arma y su técnica especial tendremos que cumplir una suerte de requisito, aunque suele ser bastante sencillos.

La progresión será bastante satisfactoria, y es que poco a poco no solo seremos más fuertes, sino que tendremos más habilidades. Estas, por cierto, solo consumen BTC, no Puntos de Magia. Por su parte, solo tendremos dos límites: el inicial y un segundo que desbloquearemos en un coliseo situado en un emplazamiento llamado Mercado Muro. Los límites son preciosos y espectaculares. Son, de hecho, los mismos que en el juego original, pero actualizados. Y, todo sea dicho, Corte Cruzado es una maravilla.

Battle Boss Theme

Análisis Final Fantasy VII Remake

Hablando simple y claro: la banda sonora es una verdadera obra maestra. Se han recreado los temas originales y se han compuesto otros tantos nuevos. ¿El resultado? Sin palabras. Para nuestra mala suerte, el apartado gráfico no alcanza la misma cota. De hecho, inclusive, podría decirse que no supera los estándares impuestos, aunque espero que esto se solucione con un parche de día uno. Pese a todo, en mi experiencia he encontrado diseños de personajes, escenarios y monstruos maravillosos. Los paisajes son realmente bonitos y, en líneas generales, la recreación del entorno es sublime.

¿El problema? Las texturas. Final Fantasy VII Remake escatima en texturas tanto de personajes secundarios como de ciertos escenarios. Nos encontramos, por poner un ejemplo, personajes cuya piel es de color anaranjado, puertas que tardan 10 segundos en cargar su textura o diseños que pasan del sobresaliente al aprobado raspado. Muy notables las expresiones faciales, pero para mal. Los personajes secundarios son toscos y, en ocasiones, hacen extraños con la boca. Cloud, por su parte, está muy conseguido, al igual que Barret, pero es que son poco expresivos por definición. Nos ha faltado algo más de vida en otros personajes tales como Aeris o Tifa, pues son demasiado planos.

Lo positivo es que, salvo ciertas escenas (simplemente brillantes), las transiciones son muy fluidas: se ve igual tanto en la parte jugable como en las secuencias de vídeo. Diría que el acabado gráfico es el punto débil de un título que araña esa idea de obra maestra, pero que se queda a las puertas por una serie de fallos que, a día de hoy, resultan bastante incomprensibles.

¿Merece la pena pese a estar dividido en partes?

Análisis Final Fantasy VII Remake
Análisis Final Fantasy VII Remake

La eterna pregunta: ¿Y cómo va de contenido? Pues, siendo sincero, bastante bien. Ha sido una grata sorpresa. El juego, como tal, me ha durado unas cuarenta horas. He intentado completar todas las misiones secundarias y encargos mientras jugaba, pero no me he detenido en exceso. Para completarlo al 100 % puedes, perfectamente, tomarte tus cincuenta horas con toda la tranquilidad del mundo. Si sumamos el modo difícil, es fácil superar las cien horas. Por cierto: el modo difícil es un verdadero espectáculo. Ofrece un nivel de desafío muy interesante. No abusa de subir estadísticas a lo loco, sino que adopta un enfoque más realista en donde los objetos se convierten en un mero recuerdo. Además, no podremos descansar para recuperar nuestros Puntos de Magia: solo nuestra vitalidad. Una idea brillante.

Por el lado contrario, el postgame no es tan brillante. Square nos propone rejugar los capítulos para desbloquear aquello que se nos haya escapado, pero tenemos que terminar esos mismos capítulos para poder guardar. Al final, se siente un poco repetitivo, aunque también depende de cuantas cosas te hayas dejado en el camino. Cómo no, tendremos algún que otro jefe secreto por ahí escondido y un coliseo con más pruebas de lo normal, lo cual siempre está bien. ¿Merece la pena por contenido? Sí. No se siente como un juego dividido en partes, sino como una expresión de creatividad individual con una continuación a modo de secuela. No es un desguace, sino una obra larga.

Análisis Final Fantasy VII Remake, conclusiones

Análisis Final Fantasy VII Remake
Análisis Final Fantasy VII Remake

Final Fantasy VII Remake ha cumplido todas y cada una de mis expectativas a nivel narrativo. El final me ha dejado algo frío e, inclusive, molesto. Comprendo ciertas decisiones, pero no las comparto. Entiendo lo que se ha buscado, pero… Hay algo que me falla. Con todo, estoy esperando la segunda parte como un tonto. La valoración general es netamente positiva: narrativa, historia, jugabilidad, nostalgia, etc. El juego es una verdadera maravilla. Es superentretenido y ofrece una banda sonora, así como un doblaje y una traducción estupenda.

Esta última pierde algunos puntos al perderse ciertas expresiones del idioma nativo, pero es comprensible. Es posible que haya cosas que me hayan molestado, pero no me arrepiento —ni en lo más mínimo— del tiempo que he invertido. ¿El problema? Que los fanáticos del juego original, tal y como me ha pasado a mí, se van a encontrar con una polémica muy dura.

Análisis Final Fantasy VII Remake. Copia digital para PS4 cedida por Koch Media y Square Enix. 

© 1997, 2020 SQUARE ENIX CO., LTD. All Rights Reserved. Character Design: Tetsuya Nomura/Roberto Gerrari Logo Illustration: © 1997 Yoshitaka Amano Final Fantasy, Final Fantasy VII Remake, Square Enix and the Square Enix logo are registered trademarks or trademarks of Square Enix Holdings Co., Ltd. «PlayStation» and the «PS» logo are registered trademarks and «PS4» is a trademark of Sony Computer Entertainment Inc.

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