Análisis de ‘Eldest Souls’

Os traemos nuestro análisis de Eldest Souls, un dificilísimo boss rush que os encandilará por su precioso estilo pixelart

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Fantasía violenta por y para los más exigentes. Eldest Souls es eso y mucho más, aunque os lanzo una advertencia: es difícil. Muy difícil. Haciendo honor al género del cual dice portar su nombre, Fallen Flag Studio ha creado una muy compleja experiencia de juego boss rush en donde la muerte será una constante en todas y cada nuestras sesiones. Directa, emocionante y sangrienta, aunque no apta para todos los públicos, se encuentra disponible en PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC a un precio de 19,99 €.

Eldest Souls

Análisis de Eldest Souls
Análisis de Eldest Souls | El arte es una de sus mejores bazas

Me gusta arrancar mis análisis hablando del argumento, la narrativa, los diálogos, etc. Es decir, de todos aquellos aspectos que, de una u otra forma, construyen la historia de los videojuegos. En Eldest Souls esto viene siendo algo complicado, pues nos enfrentamos a una experiencia que deja la trama en un segundo plano cuasi por completo. A grandes rasgos, la premisa nos sitúa en una suerte de distopía apocalíptica en la que unas entidades llamadas dioses antiguos han esclavizado durante años al ser humano. Cansados, se rebelaron contra ellos y los encerraron en un lugar llamado La Ciudadela. Por desgracia, no fue suficiente, pues estos primeros liberaron una suerte de plaga en el mundo.

Ahora, carcomidos una vez más por la desgracia, se enfrentan a lo que podría ser una extinción masiva. Ciertamente, no estamos seguros del todo, pues tampoco es que nos lo aclaren demasiado. Lo único que sabemos es que nuestro protagonista es un guerrero solitario que procede de un fragmento de obsidiana puro. Al parecer este metal es el único que resulta efectivo contra los dioses, aunque tampoco es que nos interese demasiado. Lo que nos importa es que somos la última esperanza de la humanidad y que, como tal, nos dedicaremos a asesinar a todos dios habido y por haber en la Ciudadela. Al más puro estilo God of War, nos sumergiremos en una carrera de sangre y muerte divina.

Sin apenas diálogos, el guerrero se introducirá de lleno en la batalla. Entendemos, pues, que la trama es secundaria. Más allá de unas cuantas cartas escritas por soldados caídos en desgracia, algún que otro personaje secundario —mención especial al bardo, simpático y muy creepy al mismo tiempo, que nos acompaña en diversas secciones— y unos cuantos diálogos, no hay mucho más. En realidad, casi todo lo que necesitamos saber está expresado a través de la escenografía, siendo esta la principal herramienta narrativa. No esperéis, por tanto, un desarrollo argumental demasiado profundo.

¡MATA, MATA, MATA!

Análisis de Eldest Souls | Cada combate será todavía más desafiante que el anterior

La cosa es simple: Eldest Souls es un boss rush en el que debemos acabar con todos y cada uno de los enemigos que el estudio nos plantea. No hay combates intermedios, solo una interminable sucesión de jefes finales a cada cual más complicado que el anterior. De ahí el concepto de rushear bosses. No hay nada más, y he ahí su atractivo. Bebiendo directamente de la influencia del género souls, Fallen Flag Studio nos plantea un desafío muy directo; van directos al grano. Curiosamente, no hay tantos enemigos finales como cabría esperar. Más bien al contrario: son poquitos. Y menos mal, pues de otra forma podríamos haber vivido el día del juicio final enganchados al mando mientras gritábamos de pura frustración.

Porque, en efecto, Eldest Souls es tremendamente difícil. A veces, incluso, diría que demasiado. Como viene siendo costumbre, tengo sentimientos encontrados. Por un lado he disfrutado muchísimo de su exigente puesta en escena, pero por otra parte he sentido que la curva de dificultad es demasiado exagerada. La ausencia de enemigos intermedios o grandes secciones de exploración con combate impide que nos amoldemos al sistema antes de, simplemente, empezar a recibir más palos que Homer vs. Tatum. Esto no sería un problema si, en muchos casos, no hubiese sentido que la dificultad de algunos enemigos es algo artificial.

Tenemos, de una forma u otra, bosses muy interesantes, con mecánicas bien planteadas y un desafío exigente, pero coherente. En el otro lado de la moneda, han abusado demasiado de un concepto que, en lo personal, no me gusta: escenarios pequeños y enemigos con muchos ataques en área. Lamentándolo mucho, no puedo evitar pensar que la dificultad de estos últimos recae en la falta de espacio más que en la originalidad de sus mecánicas. No me habría importado si fuese una situación puntual, pero se repite en más de una ocasión y… Así no. Lo siento mucho, pero así no.

La caída de los dioses antiguos

Análisis de Eldest Souls
Análisis de Eldest Souls | Algunos NPC nos darán más contexto sobre el mundo

Sea como fuere, será nuestra responsabilidad dar muerte a todos y cada uno de los dioses antiguos. Al igual que he criticado el diseño de algunos de estos, también debo alabar el de otros tantos. Es más, todos tienen un rasgo en común que me ha parecido fascinante: disponen de muchos ataques diferentes. De media, ningún jefe me ha sorprendido con menos de 10 ataques distintos. Esto, aunque pueda parecer algo obvio, es una genialidad, ya que no tantos estudios suelen dedicarle tanto tiempo a la variedad de sus enemigos. En cierto modo es una consecuencia lógica del género boss rush, mas no por ello debemos desmerecer su bien trabajo. De la misma forma, otro aspecto que me ha gustado muchísimo ha sido que, dentro de esas mecánicas y ataques, algunos enemigos incrustan pequeñas variaciones en sus patrones.

Es decir, cuando morimos, nos enfrentamos de nuevo al boss, pero este puede haber alterado ligeramente sus pautas. No son grandes cambios, pero sí los suficientes como para que no tengamos la suerte de acostumbrarnos al 100% a ellos. Una vez más, todo un acierto por parte del estudio. Llegados a este punto, no obstante, toca hablar de los combates como tal. Es decir, de nuestras herramientas. Tendremos, siendo parco en palabras, bastante pocas: un ataque rápido, un ataque cargado y una esquiva. El primero es, tal y como indica, un golpe ligero, pero veloz. El segundo es, sin duda alguna, el más importante. No porque haga más daño —que también— sino porque nos permite curarnos con cada uno de nuestros ataques.

No pares de golpear

Análisis de Eldest Souls | El diseño es agresivo y dinámico con un sistema de curas por golpeo

Efectivamente, Eldest Souls tiene una única mecánica de curación: golpea, golpea y golpea. Esto nos obliga a adoptar un ritmo de juego mucho más agresivo y trepidante de lo normal, lo cual nos parece un acierto. Más aún si tenemos en cuenta que casi todos los enemigos pueden matarnos de dos o tres golpes si nos descuidamos. En cualquier caso, seguimos. La esquiva, por su parte, es limitada: tendremos tres barras pequeñas que miden nuestras esquivas. Se van regenerando solas y es súper importante gestionarlas. ¿Lo interesante? Si hacemos una esquiva perfecta, un pequeño efecto visual y sonoro nos avisa de que lo hemos clavado… y recuperamos ese uso sin tener que esperar.

La acción se complementa con un árbol de habilidades divido en tres rutas especiales que nos da un movimiento especial diferente en función de la rama. Aunque no es nada del otro mundo, le da un poquito más de profundidad a un sistema de juego que, por concepto, va perfecto con la idea del estudio. Sí, es muy simple, pero es que de otra forma habría sido demasiado complicado. El único motivo por el que nos ha parecido bien que Fallen Flag nos lleve directamente a la acción es que nos presentan un sistema parco en opciones, pero muy bien ejecutado. La hit box está medida cuasi al milímetro, las esquivas funcionan a la perfección y la sensación de control es casi total.

P.D. Cada vez que muramos, podemos reintentar el desafío desde la misma sala del jefe o darle a abandonar si queremos descansar. Esto acelera mucho las cosas… en el buen sentido.

Un maravilloso mundo de muerte

Análisis de Eldest Souls | Cada boss será único a su modo

Para ir terminando, no podría irme sin halagar el precioso estilo pixelart empleado por el estudio .Si bien es cierto que la paleta de colores es escueta y el diseño sigue siempre las mismas pautas, las variaciones entre escenarios y el acabado gráfico, así como el concep art que hay detrás de cada zona o enemigo, es sublime. Sentimos desde el minuto uno que el mundo ha caído en desgracia y que la Ciudadela es un santuario a la decadencia de los dioses… y los humanos. Me ha parecido, sin más, un videojuego con una gran belleza. Inquietante, siniestra y funesta, pero belleza al fin y al cabo. De la misma forma, la banda sonora es una pequeña obra de arte que nos pone los pelos de punta en todo momento. Los temas de combate son excepcionales y la travesía está bien acompañada de piezas más casuales. Una maravilla. Sobre el rendimiento seré franco: los frames en PC son estables. Funciona bien y no he creído ver ningún error.

Análisis de Eldest Souls | Conclusiones

Análisis de Eldest Souls
Análisis de Eldest Souls | Algunos enemigos forzarán su dificultad mediante escenarios muy pequeños

Eldest Souls no es para todo el mundo. Esa es mi primera conclusión. Es, en cierto modo, una experiencia de nicho pensada para quienes disfruten de los desafíos más exigentes del mercado. Frustrante por momentos, su principal atractivo es la gran dificultad de sus combates. No se lo recomendaría a quienes busquen disfrutar de algo más casual o, simplemente, no quieran morir cincuenta veces contra el mismo enemigo durante una hora… o más. Si por el contrario eres una de esas personas que gusta de esta clase de complicaciones, Eldest Souls es una magnifica opción. A fin de cuentas, el combate está muy pulido y la banda sonora y el acabado gráfico son una maravilla.

Análisis de Eldest Souls. Clave de juego para PC cedida por Wonacott Communications.

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