Tiempo ha, Dead Island regresó a nuestras vidas con un juego que no solo nos dejó muy buenas sensaciones, sino que, además, acabó con una de las esperas más largas que recuerdo. Lo mejor de todo es que consiguió sobrevivir al hype a través de una experiencia dinámica y divertida en la que descubrimos mil y una maneras diferentes de asesinar zombis. Ahora, meses después, y tras una primera expansión bastante interesante, ha regresado, y quiero hablaros una vez más de él. Más concretamente, hoy os traigo mi análisis de Dead Island 2 – SoLA, el segundo DLC oficial del juego.
No obstante, como ya os hablé del juego allá en su momento, hoy no quiero detenerme en sus virtudes, cualidades o defectos. Prefiero centrarme en SoLA, el gigantesco festival musical de Los Ángeles que protagoniza este segundo contenido de pago. Para empezar, debo destacar que se siente como un contenido bastante original. Si HAUS me sorprendió con su propuesta sectaria, SoLA lo ha hecho con su alocado ambiente. Así pues, nos sumergiremos en el desenfreno propio de un festival, aunque con un «pero»: casi todo el mundo está muerto… Más o menos.
En esta ocasión, pues, cambiamos los sectarios por una acampada en la que todo ha salido mal al tiempo en que nos dejamos llevar por la música. En general, si lo comparamos con el juego original, es cierto que no hay tantos escenarios, pero está bien trabajado. Además de la zona de camping, SoLA nos trae varios edificios y ambientes que podemos explorar con total libertad, por lo que volveremos a disfrutar de esa particular mezcla de aventura y exploración con toques de RPG y violencia, mucha violencia. Algo que adquiere un sabor especial cuando lo acabamos destrozando todo con una guitarra en forma de hacha. Es puro rock and roll.
Análisis de Dead Island 2 – SoLA
Ahora bien, antes de comenzar, ten en cuenta que necesitarás avanzar en la historia principal. Más concretamente, te piden que seas nivel 24, por lo que le habrás tenido que dedicar unas cuantas horas. Esto provoca que SoLA sea el desafío más complicado al que nos hemos enfrentado durante nuestras andaduras en Dead Island. Lo interesante es que progresan con nuestro nivel, por lo que si te pasas farmeando, no pasa nada. Sin duda, es un gran aliciente, ya que le permite mantener el nivel de reto en todo momento para que no resulte un auténtico paseo.
Eso sí, en lo que respecta a la jugabilidad, lo cierto es que es más de lo mismo, aunque esto no es algo necesariamente malo. Es lógico que la idea siga siendo la misma, pero con novedades. Y de estas… Pues lo cierto es que tenemos unas cuantas de las que hablar. Por ejemplo, los nuevos personajes, así como las armas inéditas (destaco de nuevo el hacha-guitarra, una de mis preferidas), cartas que no habíamos visto con anterioridad, etc. En general, la receta vuelve a ser bastante buena.
Las nuevas opciones que nos ofrecen son bastante llamativas y, en general, me han dejado con un buen sabor de boca. De hecho, podría decir que en esta ocasión han llevado la violencia a un nuevo nivel, porque las nuevas armas que se nos presentan son una auténtica locura. No sienten aprecio alguno por la vida humana y, aunque las usemos contra zombis, lo cierto es que son hasta un crimen… de lo divertidas que son. El festival de SoLA no es solo musical, porque las vísceras, la sangre y los desmembramientos también han querido formar parte de la fiesta.
Un buen DLC para seguir creando el caos zombi
Aparte, la nueva trama está escrita de forma relativamente solvente. Sigue bien el hilo de nuestras aventuras anteriores, por lo que no sentimos que esté fuera de lugar. Ni mucho menos. Si bien es cierto que no podemos afirmar que presente que sea brillante, tampoco podemos decir que sea mala. Cumple con buena nota y nos ofrece justo lo que queremos: una oda a la destrucción en donde podemos sumergirnos en una vorágine de tropas y sangre. Muy entretenido, mantiene las buenas sensaciones de Dead Island 2, así que estoy convencido de que gustará a quienes disfrutaron del juego original.
En general, es más largo que HAUS, así que si este te gustó, es muy probablel que con este suceda lo mismo. Si los tuviese que comparar, diría que SoLA me ha gustado algo más, pues es más completo en casi todos los sentidos. Como DLC cumple con las expectativas de manera sobrada y creo que la relación calidad-precio es bastante buena. En resumidas cuentas, es la excusa perfecta para recuperar nuestro machete preferido y repartir estopa a diestro y siniestro mientras nos dejamos llevar por la música.
- La diversión está asegurada. Es un festival de muerte de los que gustan.
- Tiene muy bien ritmo y, en general, sabe mantener la esencia del original.
- El contenido que ofrece está bastante bien y su duración es mayor que la de HAUS.
- Visualmente es muy atractivo.
- No innova demasiado.
