Antes de comenzar con mi análisis de The King of Fighters XV, quiero deciros algo. Si bien es cierto que he dado mis pinitos en el mundo de los fighting games, siempre he sido lo que define como un jugador casual. He disfrutado de muy diversas experiencias, pero nunca he afianzado mis capacidades pasando horas, horas y más horas en el training. Mi mayor nexo de unión con esta clase de videojuegos llegó hará un par de años gracias a Barcelona Fighters, el mejor canal de juegos de peleas de España.
Con esto quiero explicaros el tipo de análisis que os vais a encontrar: el de una persona que conoce los conceptos más importantes de los fighting games y sus cualidades indispensables, pero no el de un experto como puedan ser VegaPatch, Shanks o Sh4rin, por ejemplo. Dicho esto, espero que entendáis que dedico mis palabras a aquellos jugadores que, al igual que yo, quieren disfrutar de un buen par de peleas de cuando en cuando, ya sea con amigos o a través de internet. Os ofrezco, de hecho, un adelanto: The King of Fighters XV lo consigue.
The King of Fighters XV
Empecemos hablando de la saga. Tras investigar un poco, no he tardado en descubrir que estamos ante una de las franquicias más veteranas y con más historia del género. Hablamos, por consiguiente, de una secuela con muchísimos precedentes. De hecho, tras profundizar en mis pesquisas, descubrí que The King of Fighters XV es un salto entre generaciones, ya que ha comenzado a apostar por un plantel de guerreros con menos bagaje dentro de la serie.
Sin duda, es toda una declaración de intenciones de SNK, la desarrolladora del juego. A partir de aquí, no sé si es un cambio o una simple evolución de lo que ya se vio en experiencias anteriores. Sabiendo todo esto, os puedo decir que mi primera impresión sobre The King of Fighters XV ha sido muy positiva. Tras ingresar en el training, me encontré con un gameplay muy dinámico. Aporreando botones, e intentando descubrir combos, me descubrí ante un videojuego muy dinámico y con mucho ritmo.
Ya fuera por animaciones o estilo, The King of Fighters XV demostró un dinamismo adictivo y muy profundo. La hit box, a grandes rasgos, me ha generado un sentimiento muy grato, pues es bastante precisa. Esto, sin lugar a dudas, es un aspecto fundamental del que deberían tomar nota otras tantas desarrolladoras.
A base de tortazos y con un nuevo elenco de «muñecos»
Partimos de la premisa de siempre: dos botones para golpear con los puños y otros dos botones para soltar patadas a diestro y siniestro. Combinando estos con las flechas de dirección, podemos ejecutar diversos combos. Tras encadenar ciertos ataques, liberamos ataques especiales, los cuales pueden variar en función de la situación y la secuencia de ataques. De la misma manera, si rellenamos una barra de energía, liberamos la posibilidad de usar la barra MAX.
Esta se divide en dos tipos diferentes. La primera nos permite aumentar nuestro potencial de ataque y ampliar nuestra capacidad para romper guardias enemigas y stunnear a los contrincantes. La segunda nos permite cancelar un ataque en mitad de un combo para potenciar, aunque pueda parecer contradictorio, nuestra capacidad de combo. Esto, si somos hábiles, nos permite optimizar nuestro daño de maneras difícilmente inimaginables. Al menos así ha sido en mi caso, porque la verdad es que…
No quiero alardear de mí poca habilidad, así que seguiré divagando con otros aspectos. Uno de los que más me ha llamado la atención son los ataques especiales MAX y los llamados Clímax. Estos son, para que os hagáis a la idea, ataques muy potentes con el don de destrozar las barras de vida de nuestros rivales. Aquí entran en juego las barras de carga y la gestión de recursos, los cuales se transcriben en ataques EX (versiones potenciadas de los ataques especiales).
Divertido, dinámico y fluido
Resumiendo mucho, tendremos una buena remesa de ataques especiales y potenciados con los cuales liberar la ira de nuestros puños. No seremos el Kung Fury, pero casi. Si sois de esos jugadores que buscan algo más de profundidad y queréis saber más sobre los especiales, os diré que podremos usarlos también con media barra. Hasta donde sé, esto no era posible antes en la saga, así que el número de opciones y posibilidades crece.
Volviendo al gameplay desde la perspectiva de un jugador algo más casual, debo decir que es muy divertido. Sus más de 30 personajes ofrecen estilos y temáticas muy diversas, así que podréis elegir entre un abanico muy amplio según vuestro estilo. Lo que también os puedo decir es que su gran velocidad y su elevado ritmo hacen de él una vorágine de hostias que disfrutaréis mucho en compañía de ese amigo al que os guste vapulear… en el mundo virtual.
Y si preferís disfrutar de la soledad de vuestra habitación, pues podréis hacerlo en varios modos diferentes. Tenemos el clásico modo historia (bastante útil para pulir nuestras habilidades básicas) y el modo entrenamiento. Sobre este, ofrece algunas herramientas interesantes a la hora de masterizar nuestra técnica, pero no es el más completo del mercado. El offline no destaca demasiado, ya que se termina quedando muy corto conforme pasamos un par de horas aporreando botones. Muy corto.
Los modos online toman el control
Por suerte, esto lo suple muy bien gracias a sus modos online. Destacan los entrenamientos en línea, siendo una variante que muchos jugadores profesionales —seguro— aprovecharán bastante bien. También tendremos la opción de jugar partidas de sala, duelos sin repercusión y peleas rankeadas dentro de su propio sistema de rangos.
Y sobre el juego en línea, sí, lo tiene. Espera ¿qué es lo que tiene? Rollback netcode, un elemento imprescindible en cualquier juego de peleas que se precie. A día de hoy, es incomprensible que un fighting game no incorpore esta clase de sistemas para mejorar y optimizar la experiencia en línea. A fin de cuentas, el 95% de esta clase de videojuegos es el online. Sin él no es nada.
En mis primeras partidas (he jugado en PlayStation 5 vía conexión LAN) disfruté de estabilidad y buena conexión. Hubo algunos jugadores que… Bueno, digamos que hay quien prefiere tirar del Wi-Fi, y este no es siempre estable. Esto, por desgracia, no es algo que pueda arreglar el estudio. Lo que a ellos le toca lo han hecho bien, así que no puedo criticarles en ese sentido. Más bien todo lo contrario.
Un juego visualmente muy llamativo
Y casi para ir terminando, quiero hablaros de la banda sonora y la gráfica. The King of Fighters XV es un juego visualmente bastante bonito con escenarios y personajes en 3D. Los combates se desarrollan en los ejes X e Y. Es decir, con desplazamientos laterales y verticales.
Sin más, es bonito y resultón, con grandes efectos especiales y unos diseños interesantes. Los efectos de sonido son igualmente buenos, mientras que la banda sonora destaca por temas muy cañeros y canciones bastante interesantes. Vamos, que me ha gustado.
Análisis de The King of Fighters XV. Conclusiones
A modo de conclusión final, diría que The King of Fighters XV es un buen juego de peleas que se luce visualmente en las consolas de nueva generación. Ofrece una buena serie de opciones de juego en línea con estabilidad y latencia adecuadas; el rollback netcode funciona bastante bien.
Los emparejamientos suelen funcionar bastante bien una vez te has echado unas cuantas partidas, aunque es muy posible que muerdas el polvo durante tus primeros combates. Palidece el plantel de luchadores si buscas nostalgia, ya que no están algunos de los más clásicos. Tampoco destaca en los modos offline, siendo este uno de sus puntos débiles.
En resumidas cuentas, un buen juego que, desde la perspectiva de un jugador casual, cumple con las expectativas. Es divertido, interactivo y ofrece un alto grado de recompensa aunque no sepas jugar muy allá. Como es tan visual y es tan fácil usar algunos de los especiales más básicos, sientes que estás haciendo cosas aunque no tengas ni idea de que está pasando.
Análisis de The King of Fighters XV. Clave de juego para PS5 cedida por Koch Media.