Análisis de ‘Immortal Realms: Vampire Wars’

Estrategia por turnos y gestión de recursos con cartas se dan de la mano

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¡Hola, muy buenas amantes de los videojuegos! Regresamos con un nuevo análisis. En esta ocasión os hablaré de Immortal Realms: Vampire Wars en su versión para Nintendo Switch, aunque también está disponible para PlayStation 4, Xbox Box One y PC. Disponible desde el pasado 28 de agosto, ha sido desatollado por Kalypso Media y Palindrome Interactive. En España —con textos traducidos— ha sido distribuido por Koch Media.

Immortal Realms: Vampire Wars

Análisis Immortal Realms: Vampire Wars
Análisis Immortal Realms: Vampire Wars

Immortal Realms: Vampire Wars se define como un juego de estrategia por turnos. Inspirado en el mito de los vampiros, nos transportará a una distopía apocalíptica en donde el ser humano ha perdido cualquier tipo de relevancia. Así pues, y bajo el marco de una siempre interesante narrativa, se nos propondrá profundizar en el devenir de hasta tres clanes diferentes: Dracul, Moroia y Nosfernus. Como no podía ser de otra forma, están en guerra. Su objetivo no es otro más que el de alzar su estandarte por encima del de cualquier otro sea cual sea el costo.

De esta forma, Vampire Wars nos plantea un guion repleto de elementos clónicos respeto a las sagas más famosas de la historia. Lejos de innovar, se crece con la inclusión de tópicos y clichés. En consecuencia, no podemos hablar de un guion netamente original. Y si bien es cierto que la trama no invita la curiosidad más allá de ciertas introspecciones, destaca en su narrativa. El formato es sencillo: cuadros de texto repartidos a lo largo y ancho de las las tres campañas (una por clan) disponibles. No es todo, pues estarán acompañados de secuencias con forma de viñeta de cómic en donde se desarrollan los nudos más importantes.

En consecuencia, la narración se divide en tres rutas. No es un trazo demasiado original, pero la ejecución es muy buena. La sucesión de eventos es cohesionada aun sin necesidad de interconectar acontecimientos. Con su planteamiento —sencilloVampire Wars logra desarrollar un lore intenso y emocionante. La ambientación narrativa está muy lograda; los clanes se sienten únicos y distintos. Además, cada personaje relevante en la historia, sin llegar a una complejidad absoluta, muestra una línea de pensamiento diferente del resto. Así pues, y como conclusión, el título aprueba con nota en este nuestro primer apartado.

Con sangre entra

Análisis Immortal Realms: Vampire Wars

Pero no hay que dormirse en los laureles. Solventada la cuestión argumentativa, toca hablar del gameplay. O lo que es lo mismo: jugabilidad. Hemos definido, con anterioridad, a Immortal Realms: Vampire Wars como un juego de estrategia por turnos; nos hemos quedado cortos. La estrategia es la base, mas tendríamos que agregar gestión de recursos, exploración de mapas, estadísticas de corte rolero y cartas a la receta. Asimismo, la acción se divide en dos secuencias de juego diferente; ahí que andar con cuidado. En primer lugar, ¿cómo diferenciamos estas dos vertientes? En favor de la legibilidad, los llamaremos «mapa interactivo» y «mapa de combate».

Mapa interactivo

Análisis Immortal Realms: Vampire Wars
Análisis Immortal Realms: Vampire Wars

El mapa interactivo es el eje central. En términos simples, funciona como un gran escenario interactivo repartido en territorios delimitados. Los hay de distinto tipo, pues algunos estarán ocupados por pueblos, herrerías, fortalezas, etc. Inclusive, pueden estar vacíos. Sea como fuere, pueden estar supeditados a la influencia de un clan u otro. El concepto básico pasa por viajar a través de estos territorios y ejercer nuestro poder en forma de conquistas. Los habrá que requieran de combate, pero también podremos dominarlos sin más si la situación lo permite. Superado este primer punto, pasamos a la gestión de recursos.

El control de mapa se traduce en gestión y movimiento de unidades. Grosso modo, tenemos dos recursos: puntos de acción y sangre. Los puntos de acción funcionan de forma independiente en cada tropa y será lo que nos permita realizar acciones tales como desplazarnos de una zona a otra o reclamar un territorio, aunque esto último solo pueden hacerlas las que están comandadas por un señor de la guerra, una suerte de líder de escuadrón. A diferencia de lo que se pueda pensar, estas tropas no son inamovibles, sino que se pueden contratar a nuevas unidades para ampliar sus filas.

¿Cómo? A través de cartas y/o fortalezas y usando sangre como moneda de pago tanto en una como en otra a no ser que la carta indique lo contrario. Ah, casi me olvido: también cuenta con árboles de «habilidades» con los cuales potenciar nuestro desempeño en áreas determinadas.

Mapa de combate

Análisis Immortal Realms: Vampire Wars

En busca de una definición sencilla, sería adecuado trazar una comparativa con el «muy reciente Fire Emblem: Three Houses. Espera, ¿cómo? Sí, has leído bien. Cuando nuestras unidades entran en combate, se inicia una nueva secuencia y nos adentramos en un mapa con cuadriculas sobre el cual podemos desplazar a nuestras unidades. El sistema es muy parecido al sistema del exclusivo de Nintendo, pero va un paso más allá. Además de poseer una mecánica más profunda y compleja, permite el uso de las ya mencionadas cartas para ejecutar diferentes estrategias.

A todo esto hay que sumarle las peculiaridades de cada unidad, pues tendrán sus propias estadísticas. Al mismo tiempo, tendremos que diferenciar entre unidades a distancia y unidades cuerpo a cuerpo. Dentro de las mismas, las habrá de distinto tipo, desde lanceros hasta espadachines pasando por bestias tales como murciélagos. De la misma forma, tendrán sus propias fortalezas y debilidades, funcionan bien o mal contra otro tipo, etcétera.

Modos de juego

Análisis Immortal Realms: Vampire Wars
Análisis Immortal Realms: Vampire Wars

Para terminar, podemos diferenciar entre varios modos de juego. El primero de ellos es el tutorial como tal. Es simple, sencillo y directo. Nos explica con pelos y señales como funciona todo, aunque puede resultar algo complejo para jugadores que nunca hayan catado un título de características similares. Cumple su función, y ya. A continuación, el modo campaña, el cual se divide en las ya mencionadas tres rutas. Es el modo más interesante de todos a nivel de lore, pero no no aporta un gran nivel de desafío. Su belleza radica en la narrativa más que en la propia jugabilidad.

La tercera variante es el modo libre. En este jugaremos una «misión aislada» en donde podremos elegir el clan, el mapa y las condiciones de victoria dentro de un abanico algo limitado. Además, podremos modificar la dificultad a través de la ganancia y costes de sangre, la ganancia de experiencia o la ventaja de la IA. Ofrece una alternativa más interesante a nivel de gameplay que la campaña. En último lugar, las escaramuzas, nuestro modo favorito. Permite un mayor grado de personalización que los modos anteriores y ofrece mayores niveles de desafío si así lo deseamos. De hecho, las escaramuzas son quienes mejor exprimen el potencial de Vampire Wars.

Técnicamente deficiente

Análisis Immortal Realms: Vampire Wars

Hasta ahora, podríamos decir —sin miedo a equivocarnos— que Immortal Realms: Vampire Wars es un buen juego de estrategia por turnos. Con sus más y sus menos, ha sabido responder a nuestras expectativas, pero… Bueno, digamos que el apartado técnico es, sin lugar a dudas, su punto débil. En primer lugar, por su apartado visual. Aunque posee diseños bonitos y el modo cómic es muy llamativo, in game la cosa cambia. Se nota que la desarrolladora es independiente, pues está muy lejos del nivel de calidad que cabría esperar.

Los acabados no son buenos, las texturas son deficientes y los escenarios son bastante pobres. La ambientación es buena, sí, pero se nota la falta de recursos. Al mismo tiempo, el rendimiento no es óptimo; los tiempos de carga son demasiado largos. La interfaz no es del todo intuitiva y los menús pueden resultar molestos. Por si fuera poco, las descripciones de las cartas funcionan como un texto en scroll vertical, lo cual hace que sea incómodo leerlas si es demasiado largo.

Conclusiones

Análisis Immortal Realms: Vampire Wars
Análisis Immortal Realms: Vampire Wars

De no ser por la falta de recursos, Immortal Realms: Vampire Wars sería una pequeña joyita de la cual estar muy atentos. Se nota el apego del estudio por su proyecto, pues el lore, la narrativa y la ambientación son potentes. La variedad de unidades es rica y aporta ideas interesantes al género, pero puede ser poco accesible para jugadores novatos. Considero que es una experiencia de juego rica en fundamentos y con potencial, pero que se ve lastrada por su apartado técnico. En líneas generales, es un buen juego. Como todo, tiene virtudes y defectos, aunque en esta ocasión están bastante igualados. Os lo podría recomendar si disfrutáis del género de forma natural.

Análisis Immortal Realms: Vampire Wars. Clave de juego para Nintendo Switch cedida por Koch Media.

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