Hay quien dice que el cyberpunk ha regresado de entre los muertos, pero yo soy de los que piensa que nunca se marchó; como dirían las malas lenguas, estaba de parranda. A fin de cuentas, la ausencia de grandes producciones millonarias no es sinónimo de fracaso u olvido. Simple y llanamente, hay épocas y épocas.
Consecuentemente, podemos decir que el género de ciencia ficción distópica por antonomasia solo se estaba tomando un descanso hasta el estratosférico lanzamiento del proyecto de CD Projekt. Entretanto, algunos cuantos entusiastas decidieron hacer lo propio con sus propios libros, filmes o videojuegos.
La mayoría no lograron el impacto mediático del gigante —y polémico— 2077, mas no por ello debemos desmerecer su trabajo. A veces, por suerte, aparece un sello o una marca que apadrina este u otros estilos. En nuestro análisis de ANNO: Mutationem exploramos uno de esos casos. Más concretamente, el de ThinkingStars, un estudio indie oriundo de Beijin que ha contado con el apoyo de PlayStation China Hero Project.
Análisis de ANNO: Mutationem: el género cyberpunk está más vivo que nunca
Posiblemente, muchos de vosotros no sabréis de qué estoy hablando. Es más, a otros tantos es probable que ni os interese. Aun con esas, quiero explicaros brevemente de qué va la cosa. A grandes rasgos, es una iniciativa al más puro estilo PlayStation Talents, pero en China. Es decir, que estamos hablando de una iniciativa que pretende rescatar el talento emergente e independiente del coloso asiático.
Habiendo asentado las bases, podemos empezar a hablar de ANNO: Mutationem. No obstante, antes me gustaría ofreceros una pequeña conclusión que he obtenido tras consultar Steam y otras fuentes (Metacritic, principalmente). Si bien es cierto que a mí me ha gustado, ANNO: Mutationem está recibiendo valoraciones muy mixtas, ofreciendo dos balances bien dispares. La mayoría de usuarios coinciden en que es un juego interesante, pero otra gran parte del sector ha desestimado su valor, considerando que no es la experiencia más adecuada.
Sabiendo esto, os recomiendo que le echéis un vistazo al vídeo que os he dejado justo antes, ya que os permitirá apreciar mucho mejor cuáles son las principales características (gameplay, apartado gráfico, etc.) del título de ThinkingStars y Lightning Games.
Un dueto de protagonistas que encajan muy bien
Ahora sí, empezamos. ANNO: Mutationem nos presenta un universo de características cyberpunk. O lo que es lo mismo, una historia protagonizada por una sociedad neomoderna con grandes avances tecnológicos y exacerbadas diatribas morales. En ese contexto conocemos, más pronto que tarde, a nuestra protagonista. Se trata de Ann Flores, una joven combatiente que se gana la vida como buenamente puede.
Junto a ella descubriremos que, en efecto, Mutationem rescata todos los tópicos del género y los hace suyos, retratando con todo lujo de detalles de una sociedad corrompida por esa misma tecnología. Por suerte, nuestra joven guerrera es bastante fuerte, aunque su carácter dista mucho de ser un ejemplo a seguir. Fría y distante, ofrece las respuestas mínimas, gozando del anticarisma propio de los héroes silenciosos.
Por suerte, siendo uno de los elementos que más sorpresas genera dentro de los diálogos, no estaremos solos. A nuestro lado, y en todo momento, se perfilará la imagen de una suerte de robotito controlado por Ayane, una hacker experta —animada, dicharachera y simpática, aunque algo estúpida— que no durará en hacer bromas de todo tipo mientras nos sigue por todas partes.
El cyberpunk vuelve a estar de moda
Así pues, salvando las innegables distancias, nos encontramos con una dinámica bastante resolutiva, aunque no demasiado original. A fin de cuentas, y desde hace años, esta clase de compañeros han destacado, tanto para lo bueno como para lo malo, en cientos de videojuegos de todo tipo. Sea como fuere, y volviendo al tema que nos acontece, el dúo funciona relativamente bien si omitimos que, en algunos momentos, se detecta cierto aire de rancio machismo.
El deje es muy breve, y tal vez es una impresión que he sacado yo solo dándole más vueltas de las que debía a asuntos teóricamente intrascendentes, pero… No sé, hay situaciones un tanto extrañas que me descuadran, tanto en el diálogo como en las escenas de vídeo. Por suerte, este pensamiento se diluye al comprobar otras secuencias que son justamente lo contrario: empoderamiento femenino dentro de una sociedad marcada por otras pautas menos agradables. Como se suele decir, nos da una de cal y otra de arena.
Una preciosa propuesta distóptica con luces de neón y tecnología
Y en otro orden de asuntos, el apartado gráfico. ANNO: Mutationem es un videojuego —al menos de buenas a primeras— bastante extraño. A fin de cuentas, ThinkingStars nos ha ofrecido un título construido con diseños en 2D y 32bits. Vamos, que consigue recrear a magia de los grandes clásicos, pero aplicando una capa de pintura mucho más modernista gracias a los juegos de luces y sombras, la arquitectura de los niveles o las mismas texturas.
Siendo parco en palabras, me he encontrado con otro indie que destaca gracias a su precioso apartado gráfico y su gran dirección artística. Además, es un enfoque muy interesante si tenemos en cuenta que emplea un arte clásico para escenificar un mundo corrupto por la tecnología. Vamos, que lo tiene todo para grabarse a fuego en nuestra retina mientras exploramos el mundo.
Un guion más bien flojito
Por desgracia, tal y como ya he indicado con anterioridad, no podemos decir lo mismo de los diálogos y/o el argumento. Si bien es cierto que la narrativa no está mal estructurada y que la premisa original no está nada mal, ANNO: Mutationem muestra sus costuras al presentar su trama.
Para empezar, es bastante cortito. La historia principal dura poco más de 10 horas, mientras que las secundarias apenas ofrecen dos o tres más adicionales. Vamos, que el estudio va al grano, pero se pierde muy pronto en el camino. Para que os hagáis una idea, iremos del punto A al punto B mientras unos personajes u otros nos ofrecen misiones u objetivos más bien parecidos, al menos en lo que a su ejecución se refiere.
Lejos de ofrecer un gran esfuerzo creativo, el estudio se limita a cumplir con los mínimos preestablecidos para poder desarrollar su jugabilidad, siendo este el aspecto donde más recursos —aparentemente— han dedicado. Si queréis una conclusión más directa, os diré que la historia funciona, pero ni sorprende ni apasiona. Cumple y sigue. Y poco más.
Una aventura conversacional con mecánicas RPG y combates hack and slash
No quiero marcharme sin hablaros, con anterioridad, de otro apartado bastante importante. Se trata de la jugabilidad, y ya os advierto que no es fácil resumir la mezcolanza de géneros que hacen en el estudio. Para empezar, la exploración nos recuerda a un mundo abierto, pero con escenarios mucho más pequeños y menos detalles. Es decir, que podremos ir de un lugar a otro a través de un escueto sistema de viajes rápidos mientras recogemos elementos del escenario (mayormente objetos) y hablamos con la gente con no otro objetivo más que el de profundizar en el lore del videojuego.
Eso por un lado, sin olvidarnos del ya mencionado estilo en 2D de 32bits con escenarios en 3D. Estos mismos escenarios construyen una pequeña aventura de exploración que no tarda en combinarse con el concepto conversacional de los diálogos con los NPC. Esto para empezar. A continuación, podemos sumar un combate en 2D algo sencillo, pero bien ejecutado sobre la base de un hack and slack con secciones de plataformeo.
¿Queréis más? Pues hay más, porque podremos aprender y mejorar habilidades de combate tanto fuera como dentro del mismo, ya sea mediante la personalización de nuestro armamento (disponemos de espadas, armas de fuego, granadas y pociones) y el desarrollo de combos de ataque. Y entretanto, disfrutaremos de algunos minijuegos que, aunque aportan un aire fresco, son bastante escuetos. Por momentos, inclusive, se siente que quieren abarcar más de lo que son capaces. Más todavía si tenemos en cuenta que la totalidad del juego es inferior a las 15 horas de duración.
Análisis de ANNO: Mutationem
ANNO: Mutationem comete el mismo error que otros muchos estudios independientes: intenta abarcar demasiado, quedándose algo corto en algunos aspectos (historia, sobre todo) que requieren más mimo. Cumple, pero no llega a desarrollar todo su potencial como juego de rol. Sucede algo parecido con la exploración y los combates. Son divertidos y satisfactorios, pero no terminan de explorar todas sus posibilidades.
Pese a ello, podemos alabar su buen ritmo de juego y su narración. No obstante, lo que más destaca es el apartado gráfico, siendo una auténtica joyita audiovisual que sorprenderá a propios y extraños por su preciosa dirección artística y su tremendamente positiva puesta en escena; la ejecución es brillante y el resultado final es sobresaliente.
Análisis de ANNO: Mutationem. Clave de prensa para PC cedida por Lighting Games.