Análisis de ‘Control’

'Control', candidato a Game of The Year

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¡Hola, muy buenas amantes de los videojuegos! En esta ocasión he querido traeros mi análisis de Control, título nominado al para nada desdeñable Game of the Year junto a otros titanes del mundillo tales como Sekiro. El juego ha sido desarrollado por Remedy Entertainment y distribuido en España por 505 Games. Fue lanzado tanto en PlayStation 4 como en Xbox y Microsoft Windows en agosto de 2019. Entre otras cosas, contó con la dirección de Mikael Kasurinen.

Análisis de Control, una historia de misterio sobrenatural

Análisis Control

En primera instancia, Control nos transporta al edificio La Casa Antigua (The Oldest House), el cuartel general de la Oficina Federal de Control. Hablamos, cómo no, de una agencia de carácter gubernamental situada en la ciudad de Nueva York. ¿Su función? Muy sencilla: estudiar objetos y fenómenos de corte paranormal. Una de las peculiaridades del lugar es que, a raíz de los elementos allí presentes, sufre una transformación permanente muy interesante. Algo obtusa por momentos, pronto se convierte en una de las mecánicas del juego más interesantes, pues nos permite acceder con mayor facilidad a ese sentimiento de inmersión que tanto nos gusta. Presos de la frustración, habrá momentos en los que queramos acabar con todo ser viviente, pero de eso se trata.

O al menos así lo entendí yo, ya que se trata de un intento no solo de innovar a nivel mecánico, sino de trasmitirnos la sensación de inestabilidad que nuestra protagonista padece. A fin de cuentas, nuestro lugar de trabajo es un sitio extraño y, hasta cierto punto, hostil. Seamos sinceros: no es el ambiente en el que nos gustaría celebrar nuestro cumpleaños. En esta nuestra desventurada acción controlaremos —nunca mejor dicho— a Jesse Feden, una mujer muy intrigante. Porque, lejos de lo que pueda parecer, Jesse no es una reclusa del lugar. Al contrario: es la nueva directora de la agencia.

Promovida a su nuevo cargo tras la muerte del antiguo director, tendremos que hacernos cargo de Hiss, una amenaza de otro mundo. Para ello, no obstante, contaremos con una serie de poderes (telepatía, principalmente) adquiridos junto a nuestro ascenso. Por desgracia, Feden estará sola. Nuestro único apoyo procederá del exterior a modo de comunicaciones. Y nada más. Al final haremos las veces de agente de la ley y el orden paranormal en un edificio que, de buenas a primeras, no quiere ponernos las cosas fáciles.

Retrospectiva a lo Quantum Break

Por momentos, mientras jugaba, no pude evitar encontrar ciertas analogías con el mítico Quantum Break, aunque Control va mucho más allá. Es un mero dato anecdótico, pero interesante para quienes se estén planteando hacerse con una copia del juego de Remedy. No por nada, hablamos del mismo estudio. Volviendo al tema, Control ofrece una experiencia de juego en donde la acción tendrá gran parte del peso argumental. No por ello debemos pensar que hablamos de un título de tiros y ya está; es todo lo contrario. En primer lugar, la narrativa. Control nos ofrece un guion muy sólido e innovador, con giros inesperados y un argumento que engancha.

En ese mismo sentido, la historia es de las que atrapan. Si bien es cierto que no hablamos de un Hellblade, no deja de ser una buena trama con una narrativa muy bien ejecutada. Por contra, hay ciertos puntos y/o momentos con cierta falta de cohesión. Al narrar elementos sobrenaturales no deja de ser —hasta cierto punto— comprensible. Esos breves detalles inconexos no harán sino más que confundirnos, pero se puede manejar perfectamente el hilo conductor. No diré que es sencillo, pues no lo es, pero sí lógico y coherente. Son, al final, destellos que no manchan esta nuestra experiencia de juego.

Sin lugar a dudas, uno de los factores que permiten tal sistema es el mundo abierto. En la teoría, que no en la práctica, Control no es un juego lineal. Lo es en el sentido de que la historia nos guía de forma impertérrita, pero con la libertad de explorar el mapa a nuestro gusto y antojo. Al respecto, el mapa es divertido de explorar. Pese a ser un lugar cerrado, no es especialmente repetitivo. No al menos por norma general. El escenario, en resumidas cuentas, es bastante importante. Esconderá muchos secretos, algún que otro easter egg y muchos poderes. Principalmente poderes. Porque, además de la telepatía, Jesse podrá acceder a otras ramas de habilidades. Entiéndase, por ejemplo, como levitar en el aire.

The Oldest House

Contra todo pronóstico, Control ofrece ciertas dinámicas del género que no terminan de encajar. Hablamos, por ejemplo, de los archivos de audio o las notas tiradas por el suelo. Si bien es cierto que ofrecen datos contextuales muy importantes, a veces se hace bastante tedioso tener que ir por ahí buscando tal tipo de archivos. El juego pierde algo de velocidad y, en lugar de una sensación de sorpresa, se engendra una exasperante necesidad de buscar agujas en un pajar. Siendo este uno de sus principales defectos, no puedo sino más que alabar la labor del estudio, pues salvando tal tipo de aspectos, hablamos de un juego tremendamente divertido y entretenido.

Y esto se consigue gracias a un juego de disparos en tercera persona que sabe hacer las cosas bien. El combate, en líneas generales, no solo es que funcione bien, sino que es muy satisfactorio. Nuestros enemigos no nos pondrán las cosas fáciles, pero la explosiva mezcla de poderes telepáticos y armas de fuego hará las veces de menú art attack y nos dejará hacer cosas inimaginables. No es que el abanico de posibilidades sea infinito, pero habrá ciertas secuencias y/u opciones de lo más imaginativas. Al tiempo, se pretende agobiar al jugador paroxista: la acción es frenética y tendremos que movernos de forma constante, dentro de unos márgenes, para ser efectivos en batalla.

Abusaremos de nuestros enemigos buscando agotar no solo su barra de vida, sino la defensa. Si no destrozamos la segunda, la primera no bajará. Al final, ese toque antaño rolero se ha terminado transformando en uno de los rasgos más característicos del shooter contemporáneo. En esta ocasión, sin embargo, tendremos que atizar a nuestro enemigo con nuestros poderes o los objetos del entorno antes de abrir fuego. ¿Lo que más me ha gustado? Que nuestra arma de fuego se transforme. Tendremos que ir desbloqueando nuevas formas si queremos nuevos tipos de disparo, que es que podremos pasar de una nueve milímetros —siendo genérico en su definición— a una escopeta, una metralleta o un rifle de tirador. No contentos con ello, podremos equipar diversos tipos de mejora para agregar nuevos efectos a nuestro arsenal.

Avanza, mejora, dispara

El mayor defecto que hemos creído encontrar al sistema de combate es la imposibilidad de llevar más de dos armas activas equipadas al mismo tiempo. De esta forma, si queremos usar una tercera en combate, tendremos que ir hasta el menú y equiparla. Sinceramente, creo que es un error, pues se pierde parte de esa variabilidad que tanto disfrutamos en juegos de tal calado. Al mismo tiempo, nos daremos cuenta —más pronto que tarde— que no es necesario usar más de un arma para avanzar. Al final, por desgracia, tiraremos de las que más nos gusten más por hobby que por necesidad. En lo personal habría preferido algún modelo de debilidades, por poner un ejemplo, que nos hubiese forzado a darle un poquito al coco en tema de itemización y optimización del equipo.

En resumidas cuentas, el gunplay es correcto y divertido, pero carece de imaginación de cara al futuro. Toda esa gama de opciones decae hacia el final del juego, lo cual no impide que disfrutemos como enanos de todo el trayecto. No deja de ser un factor que, inclusive, puede gustar a otros tantos. No quiero que se malentienda: Control es una verdadera joya del género en la que historia y mecánicas confluyen de manera muy eficiente.

Impresiones técnicas

En este último apartado hablaré de cuatro aspectos: rendimiento, visual, banda sonora y doblaje. Sobre este último diré que es, cuando menos, mejorable. Se usa una terminología extraña y poco acertada. Por ende, habrá ciertos puntos de la historia en los que nos quedaremos con cara de tontos al son de un «WTF!» muy definitorio. En efecto, hay situaciones y momentos en donde la traducción deja que desear y nos descoloca con expresiones poco acertadas. Por contra, la banda sonora y los efectos de sonido son un verdadero espectáculo. La sensación de inmersión es total cuando hablamos de la música, la cual no solo está conseguida, sino que acompaña cuando debe y toma el protagonismo de forma acertada cuando le corresponde.

A nivel técnico no podemos hablar de ninguna maravilla, pero el estudio cumple a la perfección con los estándares preestablecidos. Sin lugar a dudas, se nota la falta de un mayor presupuesto, pues hay aspectos mejorables. Por suerte, no por ello se empaña la sensación de juego. La dirección artística es apabullante: la atmósfera está superbien conseguida, las imágenes estáticas y los escenarios trasmiten muchísimo y, en resumidas cuentas, narran una historia sin necesidad de una voz en off. En lo relativo al rendimiento, flaquea un poquito más: es estable, de eso no hay duda, pero hay puntos en los cuales las caídas en los frames son bastante importantes. Por otra parte, hay ciertos elementos en la textura que sobresalen por su falta de tacto.

Análisis de Control, conclusiones

Siendo breve, es un verdadero juegazo. Un indispensable para los amantes del estudio y una opción muy interesante para todo tipo de jugador. Historia, narrativa y escenografía son sobresalientes, así como el gunplay y las mecánicas en general. Divertido, entretenido y muy interesante, a la par que diferente a lo que estamos acostumbrados. La nota negativa la pone el rendimiento, que no cumple en ciertos momentos, así como el doblaje; la calidad del sonido, en ese sentido, es cuestionable. Nos quedamos con un juego con una dirección artística encomiable y un guion que sabe hacer disfrutar al espectador.

Análisis Control. Clave de juego para PS4 cedida por 505 Games.

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