Baobabs Mausoleum es uno de los juegos más curiosos que me he encontrado en tiempo. Se trata de un título indie desarrollado por Celery Emblem y distribuido por Tesura Games con unas dosis de humor brutales y una estética pixelart. Puedo adelantar lo mucho que me reído con él. Está plagado de referencias externas y con toques ácidos que me recordaban a los buenos momentos de Hollywood Monsters.En este caso os traigo el análisis de la edición Grindhouse que recopila todos los capítulos en los que inicialmente se dividía.
Análisis de Baobabs Mausoleum Grindhouse Edition
La novela negra se asienta en este título de la mano del dantesco Watracio Walpurgis, un detective »quemado de la vida» que parece más bien un familiar de Beettlejuice que un agente del FBI. Este ha llegado a Flamingo’s Creek debido a un accidente de coche. Si nuestro protagonista es lo contrario a un héroe, el resto de personajes no se quedan atrás siendo representaciones esperpénticas, algunas veces reconocibles, de personalidades que ya hemos visto en más de una ocasión. Es más, no es raro encontrar a Jason o a John Carpenter entre los habitantes de tan extraño lugar, y es que para salir de allí vamos a iniciar un viaje un tanto curioso.
Baobabs Mausoleum brilla por el dinamismo y la experiencia de juego, siendo clave la rápida sucesión de elementos distintos entre sí. El humor es el toque fundamental y os garantizo que os vais a echar unas cuantas risas con este título; no se corta en nada a la hora de dejar boquiabierto al jugador rompiendo la cuarta pared si es necesario. Si hay algo que Baobabs Mausoleum consigue es atraparnos con la máxima deformación de la realidad posible.
Un viaje no apto para cuerdos
Nuestra máxima como detectives es investigar y encontrar una forma de volver a nuestra vida sin perder la cordura por el camino, pero es que el protagonista de por sí no ayuda. A lo largo del periplo tendremos que investigar los sucesos que ocurren en la extraña villa, averiguar quién es el habitante número 64 del pueblo y salir de más de un apuro con soluciones absurdas.
Investigar el entorno es fundamental, pero es que engaña. No nos encontramos ante un simple juego de exploración, porque lo mismo te encuentras toques de shooter que de aventura gráfica en un cambio constante de mecánicas que ni esperarías. Baobabs Maousoleum es muy variado y no duda en cambiar las reglas de juego para sorprender. Lo que sí está claro es que mantiene un estilo retro que bebe de títulos anteriores como Pokémon no cortándose ni un pelo al meternos en un combate totalmente inspirado en él. Una delicia para echarse las risas.
El pixelart como contraposición al desfase
Análisis de Baobabs Mausoleum Grindhouse EditionLa elección del pixelart es prácticamente un acierto, ya que en todo momento tienes la sensación de que el juego se ríe de ti. De esta forma, se vale para presentar escenas brutales y gore de una forma incluso adorable que busca el contraste. No es un estilo especialmente refinado el que encontramos aquí, pero sí detallado y bizarro. Recuerda un poco a esas aventuras gráficas de los 90 en las que la narrativa y el humor se superponían al resto de apartados.
También es interesante la variedad de escenarios que encontramos y la recreación de estos. A lo largo de nuestro avance parece que esta realidad se deforma dando lugar a toda clase de entornos locos, pero siempre se mantiene una tonalidad intensa y colorida de dibujo animado.
¿Y qué decir de lo diálogos? Son simplemente sublimes. Completamente en español, el título expresa todo su potencial en este apartado, ya sea en las meditaciones del protagonista o en conversación con el resto de personajes. Absolutamente cada uno de las líneas que encontramos son directas, ácidas y divertidas.
Un indie con estilo
Donde sí encontramos un apartado algo más modesto es en todo caso en el apartado sonoro, ya que en algunos momentos la música se hace repetitiva. Aún así encontramos un estilo totalmente cuidado al más puro estilo Adams o La Pajarería de Transilvania, con un halo noventero de terror cómico.
En cuanto al apartado gráfico los recursos son modestos y aún así sorprenden por su variedad. El juego no duda en pasar de una cámara con vista lateral a una en primera persona. Las perspectivas también cambian en los objetos haciendo presencia el 3D en ciertos momentos, ya que el juego en su mayoría se representa en 2D, pero busca jugar tanto con los sentidos que se arriesga incluso planteando zonas que parecen un juego distinto.
Conclusiones
Recomiendo Baobabs Mausoleum Grindhouse Edition, encarecidamente, a los que —al igual que yo— tengan un humor absurdo propio de películas como Little Nicky y sean fan de los años 90, porque os vais a divertir muchísimo. Es un juego loco, arriesgado que no necesita grandes recursos para entretener y mantener al jugador pegado a la pantalla. Su división en capítulos también favorece el descanso y con esta edición no hace falta ni esperar al resto de entregas. No es un juego especialmente largo, pero sí detallado y completo. Un auténtico viaje de locos. Espero que os haya gustado el análisis de Baobabs Mausoleum ¡Nos vemos pronto!
