El pasado 10 de abril llegó a Netflix Amor. Boda. Azar (Dean Craig, 2020), una comedia protagonizada por Sam Claflin y Olivia Munn. Nosotros ya la hemos visto y en esta entrada os dejamos nuestras impresiones.
Amor. Boda. Azar, una comedia romántica con altibajos
Os diré una cosa, el amor es en gran parte azar. Es cierto que hay cosas en la vida que deben trabajarse, perseguirse y cultivarse día a día, pero en el amor siempre hay un punto de suerte. Porque en el ámbito romántico el devenir de los hechos es un factor diferencial; las situaciones están ahí, pero hay que saber aprovecharlas cuando se presentan.
Comedias románticas hay muchas, tantas que cada vez cuesta más innovar. Una opción bastante popular cuando se crea una de estas cintas es apostar por la comedia de enredos, una solución práctica que funciona cuanto más descacharrantes son las situaciones que plantea. Algo que pretende conseguir Amor. Boda. Azar, celebrando una boda en la que confluyen todos sus relatos.
Este planteamiento sin embargo cuenta con algunos altibajos. Ni todas sus escenas están igual de equilibradas, ni tampoco sus personajes; algo que crea un pequeño desbalanceo que convierte la cinta en un producto un tanto irregular.
Una película disfrutable
Aún con esa falta de equilibrio, Amor. Boda. Azar se erige como un film bastante disfrutable. La relación romántico cómica entre Sam Claflin y Olivia Munn funciona desde el primer instante en una escena inicial muy divertida, convirtiéndose en el eje principal de la función.
A partir de ese punto, la cinta parece querer dividir sus intenciones en dos partes bien diferenciadas. La primera trata potenciar los enredos provocados a través de una decisión tomada por el protagonista mientras que la segunda -giro de guión mediante-, plantea un segundo escenario sobre el que trabajar y transmitir una pequeña moraleja.
Como decía anteriormente, los gags funcionan de manera desigual. Algunos están bastante inspirados mientras que otros están estirados algo más de lo puramente deseable. Todo y que Claflin y Munn son los principales baluartes, hay también algunos nombres como los de Joel Fry o Freida Pinto que merece la pena destacar.
Veredicto
Como en las bodas reales, Amor. Boda. Azar es un carrusel de emociones. Tan pronto topas con situaciones divertidas como con otras que parecen haberse colado entre el jolgorio. No será una película memorable, pero puede que sí ofrezca unas sanas carcajadas para estos días de confinamiento.
Quizá te interese | We are one festival: los principales festivales de cine se quedan en YouTube
