
El nuevo trabajo de James Gray, Ad Astra, ya está disponible en salas de todo el país. Nosotros ya la hemos visto y a continuación os contamos qué nos ha parecido.
Ad Astra: un arranque prometedor que se desvanece con el paso de los minutos
Per aspera ad astra, Hacia las estrellas a través de las dificultades. Un dicho que glorifica la consecución del éxito a través del esfuerzo, una manera de entender que la grandeza se adquiere a través del trabajo constante. Y es que a veces la gente pasa vidas enteras sin darse cuenta de ello, incapaz de discernir entre la importancia de las cosas.
Muchos críticos se apresuraron en comparar a James Gray -uno de los directores favoritos de Hollywood- con Stanley Kubrick y alejarlo del tan brillante como criticado Christopher Nolan. Querían ver en Ad Astra (James Gray, 2019) parte de la obra quinta esencial que supuso 2001: una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968). Y ya os puedo asegurar que los plumillas se vinieron realmente arriba.
No se puede decir que Ad Astra sea una mala película, pero comparte pocos aspectos con una cinta sci-fi pura. De hecho, el film de Gray apuesta por desarrollar su personaje principal a través de la narrativa, minimizando así los elementos de aventura espacial que pudiera contener.
Profundidad argumental mal entendida
La grandilocuencia espacial que se le puede presuponer a Ad Astra se contrapone con el punto intimista que Gray quiere conferirle. Esta cinta renuncia a todo tipo de espectacularidad -más allá de la impecable escena inicial- y lo apuesta todo por un drama que jamás llega a lucir todo lo que debería. Salvando las distancias, Nolan sí consiguió articular un drama sólido a través de sus personajes en Interestellar (2014), algo similar a lo que intenta Gray pero de forma totalmente errónea.
Así es como nos topamos ante una película que navega entre dos aguas: el intimismo asociado al conflicto emocional de su protagonista y la inmensidad del espacio que le plantea una heroicidad como sólo los americanos saben hacer. Ahí es donde fracasa Ad Astra, mostrando muchas cosas y abriendo frentes que no termina de cerrar en ningún momento de manera satisfactoria.
Es más, el film también desaprovecha la pericia de un actor como Brad Pitt. Todo y que el guión está hecho para él, hay pocas escenas que permitan que el intérprete se luzca, relegándolo todo a un monólogo interior denso e ineficaz.
Veredicto
Que James Gray es un gran director creo que es algo indiscutible, pero Ad Astra no debería ser recordado como uno de sus mejores trabajos. Alejado de la grandeza de Kubrick e incapaz de conseguir una efectividad argumental como la planteada en tantas ocasiones por Nolan, la cinta se acaba convirtiendo en un drama que se estrella ante la imposibilidad de encontrar su sitio en las estrellas.