Poco a poco nos aceramos hacia la verdad, puesto que en nuestra reseña de Los asesinatos de la Mansión Decagonal n.º 3 somos cada vez más conscientes de qué está ocurriendo. Con el misterio del asesino todavía vigente, Yukito Atatsuji (guionista) ha pisado el acelerador. ¿Cómo? Pues sorprendiendo a propios y extraños con una serie de giros en el argumento, cuando menos, bastante peculiares.
Sin entrar en detalles, sigue perfilándose como una buena opción para quienes digan disfrutar del misterio. Sobre todo si tenemos en cuenta que, pase lo que pase, se trata de una serie corta, por lo que la inversión no tiene un riesgo tan alto. Sea como fuere, esta misma longitud juega tanto en su contra como en su favor, pues no es lo mismo desarrollar a un personaje durante 30 volúmenes que a lo largo de ‘solo’ cinco de ellos.
Sabiendo esto, es fácil intuir cuáles son las bondades y los defectos del escrito de Yukuto Ayatsuji, guionista responsable de la historia. Sobre su compañero, el dibujante Hiro Kiyohara, os hablaremos más adelante, aunque ya os adelantamos que nos gusta mucho la forma en la que está evolucionando. Dicho esto, pasamos a los detalles editoriales y, posteriormente, a la reseña como tal.
Reseña de Los asesinatos de la Mansión Decagonal n.º 3 | Portada, sinopsis y edición
La Mansión Decagonal amanece con la muerte de uno de los miembros del club. Para conmoción del grupo, se trata de Orczy, la estudiante de literatura inglesa. En la puerta de su habitación cuelga la inscripción «Primera víctima» y las sospechas de que un asesino se halla entre ellos empiezan a aflorar. Para empeorar las cosas, a Orczy le han cercenado la mano izquierda, como también le sucedió a la esposa de Seiji Nakamura, el antiguo propietario de la mansión que presuntamente falleció hace seis meses en un homicidio… ¿Realmente se esconde un asesino entre ellos? Y, más importante aún, ¿qué motivo tendrá para cometer estos asesinatos a sangre fría?
Autoría | Yukito Ayatsuji y Hiro Kiyohara |
Volúmenes | 3 de 5 |
Género | Seinen |
N.º páginas | 160 |
Precio | 8,95 € |
Lanzamiento | 01/12/2022 |
Reseña | Reseñas de los primeros volúmenes |
Pase lo que pase, parece que solo decimos cosas buenas de Distrito Manga cuando se trata de su labor editorial, pero no es porque queramos. Bueno, sí, pero ya nos entendéis: si hacen las cosas bien, hacen las cosas bien. Y en este caso es así. La filial manga de Penguin está logrando hacer un gran trabajo en materia de impresión, maquetación, traducción, etc.
Se nota, sin duda alguna, que están confiando en algunos de los profesionales más destacados del sector, puesto que tanto la traducción como la maquetación están corriendo a cargo de DARUMA. Más concretamente, en la adaptación idiomática destacamos el papel de Natalia Mintegui Arrieta, quien está haciendo un gran trabajo.
Si hablamos de la maquetación nos toca citar a Montse Muñoz y Drac Studio, los cuales también están cumpliendo con su labor a las mil maravillas. Consecuentemente, solo podemos alabar el resultado final de un producto que en cuestiones de lanzamiento no ofrece ninguna pega.
Un misterio con algunas flaquezas
Retomando el tema en cuestión, una de las principales características de este tercer volumen es que el autor ofrece, en efecto, una serie de giros de guion bastante interesantes. Siendo sincero, no puedo decir que a mí —personalmente— me hayan sorprendido en exceso. Y no porque me las esperase, pues no era así, sino porque no era lo que me esperaba. En cierto modo, toda esa incógnita que se había creado alrededor de la historia parece resolverse por algo tan simple como los celos.
De esta forma, la atmósfera de misterio que se ha ido construyendo en torno a la mansión decagonal pierde gran parte de su misticismo. Bien construida sobre la psicología de un personaje corrupto hasta la medula, se deja llevar por cuestiones más bien mundanas. Esto es lo más lógico, pero pierde parte de esa magia. Sobre todo porque estos cambios llegan a través de personajes que no hemos tenido el placer de conocer con anterioridad.
He ahí, sin duda, el gran problema de La mansión decagonal como obra de misterio. Aunque los dos primeros volúmenes nos llamaron mucho la atención, este tercer tomo opta por la vía fácil al resolver parte del misterio a través de un personaje sin mucha relevancia hasta ahora. Ahora bien, este cambio en la dinámica no resulta forzado. Aunque el ‘responsable’ en el cambio de ritmo sea un desconocido, en realidad encaja perfectamente con la historia.
El ritmo es su principal baluarte junto con un arte que se crece
Por lo tanto, no podemos decir que Ayatsuji haya optado por un mal enfoque. La trama sigue teniendo mucha entereza, pero no sorprende tanto como nos habría gustado. Sobre todo porque, mientras los asesinatos continúan, algunos personajes no reaccionan de forma plausible. Mientras que Agatha, por ejemplo, encarna la realidad más objetivamente realista, Ellery parece un muñeco de nieve sin sentimientos.
Lo mismo luego nos sorprende y resulta que es el asesino, pero se toma las cosas con demasiada calma. Es más, los personajes más humanos, los que más nos han dado con respecto a la construcción, son los que acaban cayendo. No nos termina de convencer de que la humanidad sea el preludio de la muerte, pues nos hace sentir que los posibles sospechosos (aunque hay un posible criminal en las sombras) son aquellos que menos sentimientos demuestran.
Y mientras el guion parece que empieza a flaquear, disponiendo todavía de buenos recursos narrativos y un gran ritmo como principales baluartes, el dibujo se crece. Sin duda, Hiro Koyohara está siendo nuestro favorito en esta dupla de mangakas. Ha logrado convertirse en el epicentro de la historia casi sin quererlo. Es más, lo ha conseguido sin realizar cambios drásticos en su estilo.
Simplemente, ha ido integrando encuadres más sobrios con ligeros ajustes en el trazo. Sin embargo, al ejecutar estos pequeños cambios, ha logrado crear un dibujo mucho más compacto. Además, el trazo parece sensiblemente mejor, lo que nos da escenas emocionalmente más intensas. Destaca, principalmente, en la mirada. Dicen que los ojos son el espejo del alma y con Hiro nos lo creemos.
Reseña de Los asesinatos de la Mansión Decagonal n.º 3 | Conclusiones
Como consecuencia, aunque seguimos entendiendo que Los asesinados de la Mansión Decagonal es un buen manga, sufre el mal de otras obras de misterio y pierde fuelle al dar sus pasos finales. Todavía quedan dos volúmenes más, y lo mismo en ellos sí que logran ofrecernos esa gran revelación que nos deje pasmados, pero por el momento mantenemos la calma.
Nuestra valoración ha bajado ligeramente, pero seguimos pensando que es una obra bastante recomendable, ya que se sale de lo habitual. Los mangas de misterio no abundan en España, siendo este uno de sus principales puntos a favor. Bien acompañado de un dibujo más que sobresaliente y una trama que se mantiene, Los asesinatos de la Mansión Decagonal sigue convenciendo.
Además, aunque nunca llega al punto de ser demasiado explícito, se ha dado el lujo de recrearse en detalles algo más escabrosos. Esto le da un puntito extra de morbo, lo cual siempre es muy interesante en este tipo de narrativas. Descubrir las motivaciones más oscuras y pasionales de ciertos personajes es un plus que no podemos dejar a un lado.
- El dibujo progresa exponencialmente en cada volumen.
- La narrativa sigue destacando por su ritmo y por la calidad del diálogo.
- Poco a poco, se recrea en detalles cada vez más escabrosos, lo que le da un toque morboso.
- La historia sigue estando bien estructurada y los hechos son verosímiles aún dentro de un misterio tan particular.
- Acercándose al final, la historia pierde algo de fuelle.
- Algunas de las revelaciones que nos tendrían que sorprender pierden fuelle al proceder de agentes externos.
- Ciertos personajes siguen sin resultar del todo creíbles.