Ya tenemos aquí la continuación de Osomatsu-san, y después de una gran decepción, de los 2 últimos capítulos del anterior año, llegan a lo grande, aunque algo pasados de cocaína para crear el nuevo episodio.
Reflexión del capítulo 13 de Osomatsu-san
Me alegra saber que cuando Pierrot hace un anime que realmente le guste trabajar en el, se arriesgue y nos dé cosas interesantes. Veamos el primer segmento de este capítulo: un hombre soltero que sufre bastante estrés en su trabajo, y su único confort es convivir con sus hermanos, ¿normal, cierto? Pero después se nos revela (de una manera muy cruel) que en realidad no tiene hermanos y son puras alucinaciones suyas. No les mentiré, ese segmento me dio miedo, y coraje porque Pierrot puede hacer cosas de ese estilo y no sabe aplicarlas a otros trabajos (Tokyo Ghoul, por ejemplo).
El 2.º fue el que no supe en qué se basaron para crearlo, ya que les cambiaron de género a los hermanos y las vemos como mujeres. Siguen siendo ellos, solo que más impulsivos.
El 3.º y último es algo con lo que todos nosotros nos podemos identificar: los problemas entre hermanos. Esas veces en que descubren un secreto nuestro y van de chismosos con todo el mundo o decirse sus verdades (lo que pensamos de ellos), pero al final recordamos que somos familia y nos debemos de perdonar, no importa cuán duro fue el problema, la familia es lo primero.