Dominic Toretto y su familia están de vuelta. La saga liderada por Vin Diesel regresa para revitalizar una cartelera que empieza a ver la luz al final del túnel. En esta casa ya hemos visto Fast & Furious 9 y os contamos qué nos ha parecido.
Fast & Furious 9, cuando más no significa mejor
No importa cuantas veces se diga, ni cuanto se reitere. Cuando Toretto y los suyos entran en acción, el concepto familia vuelve a tomar un cariz significativo. Porque aquellos que nos rodean se convierten en incontables ocasiones en compañeros de viaje; socios de por vida. La consanguinidad es sólo un pretexto, la verdadera familia estrecha unos lazos tan poderosos que van más allá de la sangre.
Parece que fue ayer cuando unos jóvenes Vin Diesel y Paul Walker daban el pistoletazo de salida a una franquicia que olía a neumático quemado y vivía del tunning y las persecuciones policíacas. Una fórmula que fue mutando con el paso de los años hasta convertirse en lo que es hoy: un blockbuster de dimensiones descomunales donde el bigger than life se percibe como el santo y seña de la saga.
Y es que Fast & Furious 9 (Justin Lin, 2021) busca el más difícil todavía en todo momento. Escenas de acción espectaculares con un fuerte componente wow! que repelerá a todos aquellos que le pidan cierta verosimilitud a sus coreografías. Saltos imposibles, huidas fantásticas y todas aquellas mamarrachadas que parece innegable señalar que, si pueden pensarse, pueden llevarse a la gran pantalla.
Si bien cuanto más loca es la propuesta, mejor funciona. Las explosiones, peleas y otras artimañas engrandecen la cinta, algo de lo que no puede presumir la faceta argumental. A título personal, creo que la saga hace tiempo que perdió el foco, aprovechando ahora cualquier excusa para traernos a personajes nuevos con los que enfrentar a nuestros protagonistas; lástima que muchos de ellos no estén a la altura de las circunstancias.
Notando las ausencias
Del mismo modo, hay ciertos elementos (sobretodo a nivel de personajes) que parecen estar agotándose. En honor a la verdad, hay personajes que siguen funcionando bien; ahí estarían las constantes bromas entre Ludacris y Tyrese Gibson, por ejemplo. El problema es que se notan las ausencias de The Rock o Jason Statham, un Hobbs & Shaw que eran capaces de aguantar la función completa por sí solos.
Un contrapunto que Diesel no encuentra en su (recientemente conocido por el respetable) hermano. Acostumbrados al John Cena más versado en la comedia, verlo aquí como villano de la obra funciona de manera algo regular, sin el carisma y el empaque necesario que quizá sí tenía la villana encarnada por Charlize Theron, muy dispuesta a seguir dando juego.
También se recuperan a Sung Kang (Han) y Lucas Black (Sean) -quién sabe si algún día harán lo propio con Gal Gadot-. Los acompañan algunos habituales como Kurt Russell, Michelle Rodríguez o Jordana Brewster, engrosando esa gran familia que pivota sobre los Toretto.
Veredicto
Fast & Furious 9 es un pasatiempo de primer nivel que apuesta el todo por el todo a sus (a veces) increíbles escenas de acción. Una propuesta a la que le falta algo de punch en cuanto a los personajes pero que parece tener claro el rumbo que desde hace tiempo sigue la franquicia: un más difícil todavía para desconectar el cerebro y pasar un rato fresquito en una sala de cine.
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