Reseña de Dragon Quest VI: los reinos oníricos #1, del videojuego al manga
¡Hola, muy buenas! Amantes de Dragon Quest, seguimos de enhorabuena. Por si no teníamos suficiente con Dragon Quest: Emblem of Roto, Planeta Cómic ha decidido que 2018 merecía una alegría final en su último trimestre. Dentro de las novedades de diciembre salió, entre otras cosas, el primer tomo de Dragon Quest VI: los reinos oníricos. Con una edición en blanco y negro de 192 páginas, rústica y sin solapas con sobrecubierta y un precio de 8,95 € llegan las aventuras de Botsu y compañía.
Sinopsis
Un grupo de tres viajeros vuelan a lomos de un dragón hasta el castillo de Maou Mudo. Cuando llegan a la sala del trono, Mudo los sorprende y acaba con ellos. Botsu, el líder del grupo, despierta en su casa, en el pueblo de Lifecod. ¿De verdad fue solamente un sueño?
Sobre la edición y reedición
Un manga con el que rememorar la sexta entrega de la mítica franquicia Dragon Quest. Inspirada en los diseños de Akira Toriyama, Masaomi Kanzaki nos cuenta a través de su arte y guion lo acontecido en el videojuego. Por consiguiente, aquellos que han disfrutado de su versión de DS, no se encontrarán una historia plenamente nueva. Sin embargo, no por ello deja de ser una aportación interesante a nuestras estanterías, pues cambia cuasi por completo la forma en la que se cuenta la historia. De hecho, el cambio de videoconsola a manga le sienta especialmente bien, y es que con la base de Toriyama y el genio de Kanzaki se nos presenta una historia de lo más interesante con un estilo muy de los 90; no podía ser de otra forma.
Argumento
¿Qué podemos esperar de Dragon Quest VI: los reinos oníricos #1? En primer lugar, una línea argumental sólida y sencilla, pero efectiva. Al fundamentarse en un videojuego, el autor se ha limitado a seguir cierto guion. De hecho, los cambios ejecutados al producirse el cambio de formato no son realmente importantes; sirven para que la historia fluya con naturalidad en su nuevo formato. En ese sentido, y en parte gracias a todo esto, la trama goza de frescura y naturalidad; no se siente forzada en ningún momento. Por otro lado, el juego original siempre me ha parecido bastante bueno en lo que a argumento se refiere. Por consiguiente, es esperable que el manga reproduzca la calidad de ese guion. Se pierden detalles, diálogos y aspectos importantes, pero la esencia sigue estando ahí.
Bien es cierto, sin embargo, que no podemos esperar giros de guion brutales o una historia excepcionalmente compleja. El devenir del manga es, tal y como ya he dicho anteriormente, sencillo. El proceso, la aventura, es decir, el camino a seguir es relativamente simple. No se busca lo complicado ni lo repentino, sino lo divertido. Si buscáis complejidad, olvidadlo. Dragon Quest VI: los reinos oníricos apuesta por un héroe elegido, un grupo de compañeros y una aventura. Eso sí, la muerte vuelve a estar a la orden del día, y es que los mundos de DQ (principalmente los antiguos) no suelen ser demasiado piadosos.
Esto le otorga, a decir verdad, cierto deje de realismo muy interesante. Aunque estamos inmersos en un mundo de fantasía, la muerte y el dolor son entes reales. La realidad es que el mal acecha en cualquier esquina. No hay opción a relajarse. Del mismo modo, el compañerismo, la amistad, el valor, etc. son valores muy presentes en el argumento. Al final estamos ante un RPG clásico donde lo más importante no es la historia o los personajes, sino la relación entre estos.
Personajes
En este primer todo, siendo completamente sincero, no es posible analizar con demasiada profundidad a nuestros protagonistas. Aunque se nos presenta a casi todo el equipo de manera muy eficaz y consecuente, solo conocemos en profundidad a Botsu y a su primer compañero. No quiero soltar demasiados spoilers a ese respecto. Me limitaré a decir, simplemente, que el elenco está muy bien ejecutado. Su construcción es muy adecuada para la historia que se nos cuenta e, inevitablemente, resulta muy divertido buscar comparativas entre su diseño y los personajes de Dragon Ball. El genio de Akira Toriyama está muy presente y, de hecho, el primer compañero de Botsu es muy parecido a A-16. Mención especial a Arañazos, un peculiar limo muy vistoso y con un diseño encantador. Su presencia, aunque efímera, me ha resultado de lo más peculiar.
Por desgracia no todo son flores en el parque de Dragon Quest. La historia está dotada, en su trasfondo inicial, de ciertos tintes un tanto sexistas. Nuestro personaje, al marcharse del pueblo, y como es normal, se despide de su hermana. Hay cierta frase que… Podría explicarlo, pero creo que, en este caso, una imagen vale más que mil palabras:
Él se vuelve un adulto porque inicia una aventura en solitario. Ella, por otro lado, alcanza la adultez por verle partir con una sonrisa… Luego, por otro lado, esta referencia pierde un poco de sentido, pues se nos presentan a aventuras igualmente capaces. Es por eso que me llamó tanto la atención no el momento, sino el diálogo de la mujer. No me encaja con el universo, así que lo mismo es un mero detalle.
Dibujo
Akira Toriyama. Sí, es raro, pero Dragon Quest VI: los reinos oníricos se puede resumir en el artista responsable de Dragon Ball. Esto se debe a que los diseños de Dragon Quest han corrido a cargo del mangaka desde sus primeras entregas. No obstante, su colaboración ha terminado, pues con el paso de los años vio como su libertad iba siendo restringida por la compañía. En DQ VI nos situamos en un plano especial, pues en aquellos tiempos todavía disfrutaba de un gran margen para el diseño. Es por eso que, aunque haya sido Masaomi Kanzaki quien se ocupase del manga, el estilo de Toriyama está siempre presente. El mundo, los personajes, los monstruos, etc. beben de la mano del padre de Goku y compañía.
En lo personal… me ha gustado. Seré franco y directo: no es el mejor arte del mundo, pero cumple muy bien su función. Hay determinadas páginas y momentos que se sienten anticuados, pero no rompen con la dinámica de lectura. El trazo es limpio, pero los fondos a veces se confunden un poco con la acción. El arte es hermoso y nostálgico, la acción se siente ligera, pero hay pequeños detalles que pueden resultar engañosos. Pese a todo, creo que es un buen manga en cuanto a dibujo se refiere.
Conclusiones
Una vez más me he alargado más de la cuenta así que trataré de ser tan breve como pueda. Al igual que me sucedió con Dragon Quest: Emblem of Roto, creo que Dragon Quest VI: los reinos oníricos merece la pena. Amantes de la franquicia regresarán a un pasado no tan lejano, pues la reediciones en nuevas plataformas permitieron que nuevas generaciones se acercasen al mundo de DQ. Igualmente, aquellos que busquen un buen shōnen que vaya directo al grano se encontrarán muy cómodos con esta nueva licencia de Planeta Cómic. Si, por otro lado, preferís algo más complejo y obtuso, optad por otra opción. El manga es muy claro con lo que ofrece: una historia de aventuras entretenida y con buenos personajes.