Reseña manga: ‘Quiero comerme tu páncreas’

Analizamos la adaptación manga de 'Quiero comerme tu páncreas', editada por ECC

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Quiero comerme tu páncreas

¡Muy buenas! Quiero comerme tu páncreas. Así se llama el manga que vamos a analizar en la entrada de hoy. Menudo título, ¿verdad? Pues aunque no lo parezca, se trata de una historia de amor y amistad que, además, ha sido todo un éxito en territorio nipón. El manga adapta la novela homónima de Yoru Sumino y cuenta con dibujos de Idumi Kirihara (Hitohira). Asimismo, la historia también ha sido adaptada al anime en un largometraje que llegará a España el 12 de abril de la mano de Selecta Visión.

Quiero comerme tu páncreas - Ficha de Datos

Sinopsis

Un estudiante de bachillerato encuentra por casualidad un diario titulado ‘Mi enfermedad y yo’, escrito por Sakura Yamauchi, su compañera de clase. En él relata que padece una enfermedad del páncreas y le queda poco tiempo de vida.

Así es como la alegre y cándida Sakura y el estudiante, un introvertido amante de los libros, comparten un secreto que da paso a una singular relación de amistad…

Edición

En primer lugar, vamos a analizar brevemente la edición con la que cuenta este tomo único de Quiero comerme tu páncreas. En líneas generales, es bastante buena. El uso de los colores es sencillo pero muy efectivo: el rosa y el blanco combinan a la perfección y transmiten una sensación cálida y sosegada —quizás esto compensa un poco lo bestia que es el título cuando lo ves por primera vez—. Siguiendo con el color, es muy curioso el detalle de que el dibujo de la sobrecubierta delante y de la primera página del manga sean muy similares; la escena y los personajes son los mismos, pero cambia el color y la actitud de los personajes. Los tonos rosas y blancos cambian en el interior a colores más verdosos, que además se transmite en la interacción de los protagonistas: se sonríen.

La calidad de las páginas es correcta. Durante la lectura no ha supuesto un problema ni el tacto ni tampoco la impresión de los dibujos en las hojas. En ese aspecto nada que objetar. Además, que el tomo sea único y a un precio razonable (14,95 €), teniendo en cuenta que presenta 440 páginas, resulta un aliciente para su adquisición. Como apunte, las páginas están en blanco y negro, salvo las primeras del tomo, que están a color. En resumen, un tomo único bonito, bien hecho y que, aunque suene un poco coloquial, queda bien en la estantería.

¿Qué nos cuenta Quiero comerme tu páncreas?

Ya lo adelantaba al principio: pese a su estrafalario y chocante título, la historia de esta obra es muy normal. Un estudiante de instituto introvertido descubre el diario de una compañera popular de clase donde habla de una enfermedad que tiene. La joven tiene un problema en el páncreas y, a consecuencia, no le queda mucho tiempo de vida. A raíz de este encontronazo, ambos forjarán un vínculo muy especial que le marcará de por vida.

El relato comienza fuerte: Sakura Yamauchi muere. No, no es ningún spoiler, literalmente es como empieza la historia. ¡Una cosa! Aprovecho para decir que aquí no encontraréis destripes argumentales —al menos eso intentaré—, así que podéis respirar tranquilos. Sigamos. Sakura es, efectivamente, la chica que padece la enfermedad del páncreas y que se hace amiga de nuestro protagonista. Tras este fatídico suceso, nos remontamos a meses atrás y comienza la relación de ambos.

Un ¿romance?… trillado

Sakura y el protagonista —este, al menos al principio, no tiene un nombre definido— a lo largo de Quiero comerme tu páncreas desarrollan una relación que, a ratos engancha, a ratos estresa. ¿Por qué? La historia de chico tímido conoce a chica popular y guapa y descubre la vitalidad del mundo… reconozco que me enerva personalmente. Los motivos prefiero no analizarlos para no extenderme demasiado ni tampoco despegarme mucho del material que analizamos aquí. Pero volviendo a los protagonistas, aunque sus escenas y diálogos a veces rocen clichés o tópicos muy manidos, existe un trasfondo con  s peculiares y que pueden llegar a tocar el corazón. Como en todo arte, se trata de una experiencia personal y muy subjetiva. Si entras al juego y conectas, es probable que resulte satisfactorio. No fue así mi caso, por desgracia.

Para los ávidos lectores, ya sea de manga romántico o de novelas románticas en general, no habrá casi ninguna sorpresa. Cuando decía que la historia era bastante normal, lo decía literalmente. Sin embargo, el relato presenta ideas curiosas, como no dar nombre a su protagonista, exponer el comer órganos como algo positivo —los que leáis el manga lo entenderéis— y, sobre todo, el concepto de que toda decisión en la vida tiene consecuencias y que tenemos poder para decidir. Hasta cierto punto, al menos.

Personajes sin carisma

Uno de mis principales problemas es, sin duda, el elenco de personajes. Si soy sincero, no encontré en ellos nada especialmente reseñable. Es cierto que el chico protagonista sufre un gran cambio, pero el modo en el que se sucede la acción no me hizo sentir empatía, a pesar de que la historia es triste y que soy bastante introvertido, como él. Por otro lado, Sakura es un personaje femenino de cajón. Una chica popular, guapa… Incluso en los momentos más tensos y donde más vulnerable estaba, tampoco llegué a conectar con su personaje.

Eso sí, los que, bajo mi punto de visto, están peor tratados son los secundarios. Siento que su forma de pensar y actuar queda libre de matices por completo. O, en todo caso, son matices muy superficiales. Quizás es porque no tienen mucha presencia en el argumento, pero aun así me da la sensación de que no aportan nada muy destacable ni a la obra ni a la construcción de la pareja protagonista.

Un arte bonito, pero…

Quizás el tipo de dibujo resume un poco mi impresión del manga en general: es bonito, pero no me dice nada. La verdad es que el estilo de Kirihara es agradable y correcto. No hay mucho que criticar en la teoría. No obstante, lo siento falto de alma. Es demasiado genérico: es un estilo de dibujo que hemos visto decenas de veces. En mi caso, esta falta de personalidad también produjo un desapego y una indiferencia en cuanto a su narración.

En resumen…

Quiero comerme tu páncreas es un drama que ya conocemos, una historia sorprendemente normal y correcta, con detalles curiosos, pero falto de garra y verdadera pasión. Esta, al menos, es mi impresión. Os animo, eso sí, a que le deis una oportunidad para poder disfrutar de esta manga cuya novela base, recuerdo, ha sido sensación en Japón.

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