
Reseña de Overlord #1, el día que La Gran Tumba de Nazarick despertó de su letargo…
¡Hola, muy buenas! En esta ocasión vengo a hablaros de una de mis series preferidas: Overlord. Aun con sus defectos, no puedo evitar sentirme verdaderamente fascinado por su oscura y perversa trama. Publicado en noviembre de 2017, el primer tomo repite la fórmula de la edición japonesa original. La edición española de ECC ha sido lanzada en formato rústico, con 184 páginas en blanco y negro y primeras páginas a color.
Sinopsis
El juego que fue en su época el «DMMO-RPG» más famoso del mundo, Yggdrasil, ha perdido toda su pujanza y la empresa ha decidido clausurarlo. Nuestro protagonista, líder de uno de los gremios más importantes en la historia del juego, se conecta por última vez para rememorar los viejos tiempos y las horas de diversión, mientras se lamenta de que sus compañeros de juegos no lo acompañen en una fecha tan significativa. Pero algo extraño ocurre que hace que los PNJ cobren vida y respondan a sus órdenes. ¿Sigue estando en el mundo de Yggdrasil o se trata de un mundo paralelo? ¿Se encuentran sus compañeros de gremio allí? Con la ayuda de los guardianes que custodian los pisos de la Gran Tumba de Nazarick, Momonga asumirá una identidad renovada y se embarcará en una grandiosa hazaña. ¡Adaptación de la exitosa novela de Kugane Maruyamay So bin, con guion de Satoshi Ōshio y dibujo de Hugin Miyama!
Impresiones técnicas
Un aspecto al que suelo prestar especial deferencia suele ser la edición. En este caso estamos ante un tomo de buena calidad. Sin embargo, el primer compás del réquiem de Ainz no está exento de errores y decisiones un tanto cuestionables. A pesar de los fallos, Overlord #1 goza de buena salud. No obstante, hay un detalle bastante extraño: en algunos casos el texto es devorado por el límite de las viñetas. No es algo habitual, pero es molesto; creo que se tendría que cuidar más ese tipo de detalles. Por suerte esto se arregla en los siguientes volúmenes. En otro orden de cosas, me siento obligado a destacar la calidad del papel y la impresión, de la sobrecubierta y de lo que viene a ser el volumen en líneas generales. Por consiguiente, y pese a todo es un buen primer tomo.

Traducción
La sublimación del trabajo de traducción, en esta ocasión, no es posible. En cierto modo, he notado cierta falta de empatía respecto al lector. Empero, tal consideración queda enmarcada dentro del contexto de las novelas ligeras. Antes de proceder a explicar tal peculiaridad, hablaré de la traducción a nivel más general. Si establecemos una valoración de la adaptación al castellano en su cómputo global, sin lugar a dudas, esta es notable. Me gustó mucho, por ejemplo, el cambio de registro formal a informal de los seguidores de Ainz; este cambia conforme su relación va creciendo y mejorando. El cambio de paradigma de la relación jugador-NPC a maestro-compañeros queda reflejada en el registro de los diálogos. Un gran acierto para el equipo. Por otra parte, hay un aspecto que no me terminó de convencer: la adaptación del nombre de Touch Me, uno de los fundadores del gremio de nuestro protagonista.
Como fiel amante de Overlord, comencé mi periplo con las novelas ligeras de Yen Press. Volviendo a Touch me. Este aparece poco en escena, pero es alguien importante. Su nomenclatura en rōmaji es Tatchi Me. No he podido evitar sentir que, al adaptarlo, combinaban su traducción inglesa (la que aparece también en las novelas) con la versión rōmaji dando lugar a algo extraño. Vale, Tócame habría sido más raro aún, pero considero que la combinación empleada no es la más adecuada. Pese a todo sigue siendo una apreciación muy subjetiva.
Cuando el género isekai deja de seguir a héroes y se enfoca en monstruos…
Overlord está ungido en el inevitable carisma de quien todo lo quiere gobernar. En una historia que rezuma maldad, la piedad no tiene lugar. Carcomida por la esencia de la misma oscuridad, la sangre humana hace las veces de tinta. El ser humano se ha convertido en un mero juguete, en una herramienta creada por y para la diversión de un señor oscuro. Impulsada por el abrumador poder de quien dice ser su protagonista, Overlord es una historia impía y perversa donde la tiranía de sus protagonistas todo lo consume. ¿Qué se puede decir de un argumento en el cual se logra querer a quien todo lo destruye? Que hay que hacer las cosas muy bien para lograr eso. Momonga es una calamidad, un mal que asola la tierra y, sin embargo, es imposible no desear su triunfo.
De hecho, el liche actúa de la manera en que lo hace porque siente un profundo amor por sus «nuevos» compañeros de gremio. Por consiguiente, sus actos de piedad para con el resto son una máscara o un ardid, pues solo desea el bien de los suyos. Su manera de proceder, por ende, es engendrada por un amor total al recuerdo y el pasado. Sus antiguos compañeros, exánimes memorias nunca olvidadas, son el motor de la historia. Overlord posee un argumento innovador y muy atractivo. El héroe no tiene lugar en esta historia; Momonga es una plaga para la raza humana. Su presencia es una fatal consecuencia que amenaza con reescribir el destino del mundo.
Una oscuridad desenfrenada
En otro orden de cosas, el amor y la tiranía conviven de la mano en una historia magistralmente llevada tanto en sus diversos formatos, pero con un toque menos indecente en su contraparte manga. Dotado de finos hilos de humor, se nos presenta un mundo interesante, profundo y curioso. La adaptabilidad de sus protagonistas, su gran elenco de primarios y secundarios, así como su enfoque oscuro hacen de Overlord una obra imprescindible en cualquier biblioteca. Aunque parezca raro, además, la taxativa presencia de Momonga no logra borrar la de sus compañeros. La obra, por suerte, está dotada de un reparto tremendo. Albedo, Shalttear, Sebastian, los gemelos, etc., a su manera, poseen la capacidad de enriquecer la historia hasta límites insospechados.
Durante el primer volumen de Overlord no se profundiza en exceso dentro de la trama principal, pero se dan grandes muestras de lo que está por llegar. Ciertamente, podríamos decir que es un tomo sin gran calado; la acción es relativamente poca, pero muy importante. Por consiguiente, estas mis valoraciones están influenciadas por aquello que sé que va a llegar. Dadle una oportunidad. No hay prisa; el autor sienta las bases de una historia con gran profundidad y en donde los entramados, las traiciones, las relaciones diplomáticas, el choque de culturas, etc. ganan muchos enteros. Pero, como todo, necesita tiempo, y el primer tomo es una muestra de ello.
Un reparto repleto de estrellas oscuras
Overlord es, a término personal, uno de los mangas con un elenco más rico de lo que recuerdo. Lejos de esos isekai carcomidos por los tópicos, todos y cada uno de sus personajes tiene vida propia. Durante el primer volumen solo oteamos la superficie de su genialidad, pero ya es bastante para percatarse de lo que está por llegar. Además, gozan de un diseño tanto artístico como de personalidad de gran complejidad. Ya no es solo su protagonista —una rapsoda de oscuridad que amenaza con consumirlo todo con su tremendo carisma y su gran construcción— sino sus compañeros. Estos son NPC que ahora tienen sentimientos y valores propios. Sus objetivos son el bien de su hogar, pero cada uno tiene un enfoque diferente. Sin embargo, no será hasta más adelante cuando comience a desarrollarse su verdadero potencial.
Al igual que con el argumento, dadles tiempo y paciencia. No quiero incidir demasiado en estos, al menos no de momento, para que disfrutéis descubriéndolos por vosotros mismos. Podría deciros mucho más sobre ellos, pero me gustaría ir esbozando el desarrollo de los mismos al tiempo en que os voy contando más sobre los siguientes tomos. Ahora bien, ¿por qué? Por reservaros sorpresas y hablar con propiedad de cada uno de ellos conforme sea su turno.
Un dibujo extraordinario y polifacético
¿Y el dibujo y las capas? Me refiero, con tal definición, a que Overlord posee un estilo propio muy bien definido y con gran capacidad de adaptación. Hugin Miyama, responsable del dibujo del manga, ha demostrado una tremenda capacidad para dotar a los escenarios de una gran personalidad; los fondos son simplemente geniales. Al mismo tiempo, los personajes se adaptan perfectamente al encuadrado que el mangaka quiere darles. Su capacidad para extrapolar la personalidad de los personajes de la novela al manga, tomando como referencia los dibujos originales, es sobresaliente. Además, es muy polifacético.
Overlord, debido a su argumento, tiene muchas escenas bastante lóbregas. La estética es muy oscura en todo momento. De hecho, lo macabro está a la orden del día. Pese a todo, el dibujante tiene la capacidad de cambiar completamente de contexto al dibujar, por ejemplo, escenas en el reino humano. No solo eso, sino que es capaz de dotar a Momonga, por citar un ejemplo, de una presencia brutal y aterradora para, páginas después, hacer de él un ser mucho más humano de lo que parece. Esa capacidad de saltar entre contextos y que todo encaje me parece extraordinaria y muy difícil de ejecutar, por lo que no puedo más que decir que estoy enamorado de su capacidad artística.
Conclusiones
Lo siento, me he excedido. Soy consciente de lo largo del texto, y eso que me he dejado mucho en el tintero… Pero es que Overlord tiene muchas cosas interesantes que tratar. Eso, de hecho, es uno de su mayores atractivos. La fuente de elementos con potencial, así como todo lo que lo rodea, es tremendamente adictivo. Overlord es una máquina que amenaza con gobernar el género isekai gracias a su tremenda narrativa y el carisma de sus personajes. Bien es cierto que este primer tomo no destila todo aquello que luego ofrece, pero os lo recomiendo encarecidamente. Conforme avanza la acción, aumenta el ritmo. Sinceramente, uno de los mejores mangas que he leído en mucho tiempo.
¡Hola! Una reseña estupenda. ^_^
La traducción de «tacchi mi» por «Tach Mi» y no Touch Me se debe al uso del hiragana en la versión original en vez del katakana, que es lo que se emplea normalmente para transcribir palabras extranjeras. Aunque, evidentemente, venga del inglés «touch me», la forma está niponizada. De ahí que se haya optado en español por una forma que refleja una pronunciación aproximada. Es un intento de conservar el efecto de la grafía original.
En la versión de Yen Press, en cambio, se transcribe en inglés sin más.
De todas formas, entiendo que a los fans que hayan leído la light novel en inglés o hayan visto el anime pueda chocarles.
¡Gracias por tu comentario!
Vaya, no sabía que se debía al uso del Hiragana… ¡Uno nunca se va a dormir sin aprender algo nuevo!
Lo tendré en cuenta a partir de ahora
¡Un saludo!