El trabajo de Shima Shinya es más que un simple misterio. Es una dura crítica contra una sociedad que se atreve a juzgar a las personas por el color de su piel o su lugar de nacimiento. En sus dos primeros tomos, nos lo dejó claro, pero ha sido cuando preparaba mi reseña del volumen n.º 3 de Lost Lad London cuando más claro lo he visto.
A fin de cuentas, buena parte del final se precipita —hasta cierto punto— debido a que el inspector de turno convierte a Al en su principal sospechoso (una vez más) sin ningún motivo. La única razón aparente es su raza, pues es un joven de rasgos asiáticos.
Sí, coincidió con el alcalde en el tren cuando murió, pero no hay ninguna prueba que lo convierta en el principal sospechoso más allá de las ideas preconcebidas del inspector. No es la única crítica que encontramos en este último tomo.

Mientras la investigación sigue, una joven investigadora musulmana se resigna a no avanzar jamás en el cuerpo de policía. Algunas de sus compañeras saben que es muy buena en su trabajo, y hasta el propio inspector Ellis la alaba.
Pese a ello, es consciente de que casos como el de Yuki (la única persona no inglesa del cuerpo que ha logrado avanzar en su carrera) son muy extraños. Es consciente de que su religión es una baza en contra si busca algún ascenso.
Reseña del manga Lost Lad London n.º 3 | Portada, sinopsis y edición

Abrumada por la creciente presión y un sinfín de pistas falsas y callejones sin salida, la policía pretende arrestar lo más rápidamente posible al asesino del alcalde King.
El detective Ellis tiene su propio sospechoso en mente, pero ninguna prueba sólida en la que basarse. El futuro de Al pende de un hilo mientras ambas investigaciones se estancan, y el asesino se frota las manos ante la idea de que Al caiga en desgracia… tal vez incluso literalmente.
| Colección | Lost Lad London vol. 3 de 3 |
| Autoría | Shinya Shima |
| Género | Drama, misterio |
| Formato | Tapa blanda con sobrecubierta |
| Tamaño y páginas | 13,2 x 17,9 cm con 188 páginas en b/n |
| Precio | 9,95 € |
| Traducción | Marc Bernabé (Daruma) |
| Fecha de lanzamiento | 8 de abril del 25 |
| Reseñas | Volúmenes anteriores |
Y luego está el grueso de la historia. La única razón por la que Al no se convierte en un preso inocente es porque un inspector negro decide apoyarle para redimirse. En su conjunto, Lost Lad London nos muestra la dura realidad de un mundo en donde el color de piel, los rasgos faciales o el lugar de origen te definen.
A ojos del mundo, es lo que te define, pero solo cuando tu condición es una en concreta. Tal y como ya se vio en los primeros volúmenes (si no los has leído, te recomiendo echarle un vistazo a nuestra reseña del primero, pues aquí haré ciertos spoilers), Al es el hijo no reconocido del exalcalde después de que este le fuese infiel a su mujer.

Y tiene otro hijo, pero sí reconocido. No obstante, de él nunca sospechan debido a que es de buena familia, no es huérfano y tiene dinero. Sus condiciones son diferentes, por lo que muchos inspectores ni se plantean hablar con su familia cuando hay algún que otro indicio.
Menor, es cierto, pero real. En lugar de profundizar en el misterio, muchos miembros del cuerpo decidieron coger la carta fácil jugando la baza del racismo, pero escudando su odio étnico bajo un supuesto ideal de justicia.
Cuando planteas todo esto, lo cierto es que el manga de Shima Shinya gana enteros. Con un estilo único y una narrativa bien cuidada, es una de esas historias que logra transmitirte un mensaje al tiempo en que te ofrece una historia entretenida.
Y eso no es nada fácil. Construir algo así en apenas tres tomos tiene bastante mérito. Su mayor defecto es que el final se diluye y el final es un tanto abrupto, pues no ofrece ninguna conclusión real. No sabemos si Ellis está preparado para dejar el pasado atrás, qué ocurrirá con Al o cuál será el castigo del verdadero criminal.
Además, se desarrolla todo en muy pocas páginas; el caso avanza de golpe por un descuido tan tonto y tan fácil de evitar por cualquier persona con dos dedos de frente que hasta resulta increíble. Alguien que ha calculado tanto las cosas para incriminar a otra persona…

Resulta raro, por mucho que los sentimientos nublen nuestro juicio, que haya cometido tantos errores tan grandes en tan poco tiempo. Es una manera forzada y precipitada de forzar la historia, tal vez por no alterar el ritmo.
Y si bien es cierto que no puedo decir que sea un mal final, tampoco puedo decir que esté lo suficientemente bien cuidado como para darle nuestro beneplácito. En el aspecto criminal es descuidado y le falta sentido. No obstante, también te deja cierto regusto positivo, pues aporta cosas.
El mensaje que transmite, la manera en la que cierra determinados aspectos, cómo aborda los pensamientos de cada personaje… Tiene su aquel. No obstante, hay cosas que no quedan del todo claras. A mí me costó entender qué había ocurrido y tuve que buscar textos en inglés de otros compañeros del medio para ver qué había sucedido, porque no lo pillaba.
Luego, cuando lo descubrí, le vi todo el sentido, pero me costó. Por eso mismo considero que el cierre tiene cosas que podría mejorar. El camino ha sido placentero, y no me considero insatisfecho con la historia en general.
Mejorable en ciertos puntos, sí, pero mayormente adecuada y con personalidad. En resumen, Lost Lad London es una lectura interesante y que os puedo recomendar si buscáis un misterio en donde el crimen no sea lo más importante. Es un relato en donde lo importante de verdad es el lado humano, siendo este su gran encanto.


- Tiene un estilo artístico bastante único.
- El ritmo es bueno y la narrativa funciona.
- Genera curiosidad.
- Maneja bien el cruce de sospechas y los giros de guion.

- El final podría mejorar.
- El dibujo es bastante particular, tanto para lo bueno como para lo malo.