Una historia de amor adulto con más de un mensaje. Reseña del manga La tienda de bicicletas de Takahashi n.º 4

La historias de amor no tienen que ser todas iguales y en nuestra reseña de La tienda de bicicletas de Takahashi n.º 4.

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Desde el primer momento, Arare Matsumushi me demostró que —con sus más y sus con sus menos— era una autora con una prosa muy sensible. Esta sensación se fue reforzando con el paso del tiempo, cobrando cada vez más forma. Curiosamente, me he dado cuenta de ello mientras preparaba mi reseña de La tienda de bicicletas de Takahashi y su volumen n.º 4. Es decir, era algo que sabía y de lo que ya os había hablado, mas no ha terminado de coger forma del todo hasta ahora. Esto me revela dos cosas.

Por un lado, que el romance japonés en formato manga está evolucionando poco a poco. Al menos cuando valoramos lo que nos está llegando a España. En su origen, parecía que todo se resumía a la comedia romántica y al shojo tradicional. Ahora, con el paso del tiempo, se han ido derribando muros, dejándonos disfrutar de otro tipo de lecturas. La de Arare es una de ellas, pues aborda cuestiones que no solemos ver con tanta frecuencia. Menos todavía cuando los protagonistas son jóvenes de instituto. Aquí, tanto Tomoko como Ryohei son adultos funcionales y saludables.

O lo que es lo mismo, aunque sienten y padecen como cualquier otro, aunque se equivocan en no pocas ocasiones, tienen la capacidad de sentarse y hablar de sus problemas. En su defecto, reflexionan. Ante todo, han demostrado que se quieren y que, pese a que no llevan tanto tiempo juntos, les importan los sentimientos del otro. Cuando notan que algo sucede, piensan en que podría haber ocurrido e intentan aprender de sus errores. Caminan juntos. Y sí, hay baches, y algunos son complicados de sobrellevar, pero lo intentan. Buscan crecer juntos, desde la pareja y desde la autonomía, y esta es una de sus grandes bazas.

Reseña de La tienda de bicicletas de Takahashi n.º 4 | Portada, sinopsis y edición

Hanno Tomoko, también conocida como Panko, es una oficinista de 30 años a quien no se le da bien socializar ni expresar sus opiniones con claridad, Takahashi Ryohei es un macarra con un corazón tierno propietario de una tienda de bicicletas de barrio. Panko al fin se decide a abandonar su trabajo, harta del acoso de sus compañeros, y a empezar una nueva vida, pero le gustaría dar un paso más en su relación con Takahashi. Pero ¿estará Takahashi preparado para las dos grandes preguntas que va a hacerle? ¿Querrá vivir con ella? ¿Piensa en el matrimonio?

ColecciónLa tienda de bicicletas de Takahashi vol. 4 de 6 (en publicación)
AutoríaArare Matsumushi
GéneroJosei, drama, romance, slice of life
FormatoRústica con solapas con s/cub
Precio9,95 €
Tamaño y páginas168 páginas (b/n + color) en 13 x 18 cm
MaquetaciónFuturbox Project
TraducciónRaquel Viadel
Fecha de lanzamiento15/04/2024
ReseñasVolúmenes anteriores

En este cuarto tomo, tanto Kitsune Manga como Futurbox Project parecen haber dado un nuevo paso hacia adelante para mejorar su maquetación e impresión. La traducción, que sigue siendo de gran calidad, viene acompañada de un producto que sigue mejorando poco a poco, al igual que el resto de trabajos de la editorial. Se agradecen mucho los bordes externos e internos, que hacen que no se pierdan casi detalles, aunque tiene algo de moiré. Por lo demás, es un producto de calidad que, personalmente, me ha dejado con buen sabor de boca.

Aprendiendo paso a paso… juntos

Reseña de La tienda de bicicletas de Takahashi n.º 4
Reseña de La tienda de bicicletas de Takahashi n.º 4 | Ejemplo de páginas a color

Volviendo a lo de antes, dejando atrás ya las cuestiones sobre la edición, debo decir que Takahashi me está gustado por los temas que introduce. Por un lado, tenemos el caso de Ryohei. A lo largo de su vida, ha tenido bastante éxito con las mujeres aunque no haya salido con tantas. Esto le granjeó una reputación de mujeriego, pero nunca le dio importancia, pues le daba igual lo que los demás dijesen sobre él. No obstante, cuando sale a cenar con Tomoko y un viejo amigo habla de esto, él ignora el tema.

A ella no le sienta demasiado bien, aunque no es un por un tema de inseguridades. Es más complejo que esto. El caso es que Ryohei no se entera de lo que ocurre hasta más adelante, y es ahí cuando se plantea qué podría hacer para evitar este tipo de situaciones. Por otro lado, la autora introduce los problemas paternofiliales y maternofiliales que ambos personajes sufren a su manera, agregando también cuestiones sobre los prejuicios sociales contra los gays en Japón.

El caso es que no se introduce de lleno en ninguna de estas cuestiones, sino que las trata con tranquilidad y paciencia, o incluso de soslayo, debido a que no es un manga que funcione únicamente como crítica social. Plantea todo esto como dificultades a las que los personajes deben enfrentarse en un mundo de ficción que busca ser real, por lo que no todo se resume en denunciar injusticias o atacar problemas de raíz. La vida es mucho más compleja que esto, y es ahí donde el manga sabe hacerse grande.

Empatía

Reseña de La tienda de bicicletas de Takahashi n.º 4
Reseña de La tienda de bicicletas de Takahashi n.º 4 | Problemas de adultos y pareja.

Gracias a esto eres capaz de empatizar con sus personajes, agregando una nueva razón por la que resulta interesante de leer. Es un detalle del que no me he dado cuenta del todo hasta ahora, y es por esto que me he querido centrar en ello en esta mi cuarta reseña del manga. Como habréis podido comprobar, no me he centrado tanto en lo general, sino que he preferido concretar. ¿Por qué? Pues porque cada tomo te da determinadas cuestiones muy propias de la vida adulta con las que hasta te puedes llegar a sentir identificado, ya sea a través de tus propias vivencias o las de un ser querido cercano.

Se siente auténtico, y eso es lo que de verdad te termina atrapando. Como ya he dicho, no me había percatado del todo hasta ahora, y es muy posible que, dentro de unos meses, no recuerde con tanta exactitud este sentimiento, siendo este el motivo por el cual he querido aclararlo del todo en el presente texto. Dicho esto, y antes de despedirme, no me gustaría irme sin volver a hablar de temas como el dibujo. En general, y sobre todo al principio, me costó un poco pillarle el punto al estilo de Arare.

Sin embargo, con el paso de los episodios, me he hecho bastante a él, y ahora lo disfruto mucho. De un modo u otro, inspira tranquilidad. Te ayuda a estar de chill aunque a veces las cosas se compliquen, por lo que puedes disfrutar bastante de la lectura sin llegar a sentirte mal en ningún momento, pese a que las cosas se tuercen. Es como una taza de café en una mañana de invierno o un chocolate caliente debajo de una manta. No busca que des un salto sobre la silla, sino que pases un buen rato, a tu ritmo, mientras te dejas llevar por el romance de sus dos protagonistas y su día a día.

  • Tiene un estilo de dibujo bastante único, aunque te tiene que entrar de buenas a primeras.
  • Maneja bien los tiempos.
  • Es entretenido y sus personajes tienen carisma.
  • Aborda temas interesantes desde una perspectiva llamativa.
  • Hay ciertos caracteres sociales que no sé si me agradan o desagradan al no entender cómo los está encuadrando. Necesita más tiempo para aclarar esos puntos.

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