Debo decir que, al principio, me costó un poco pillarle el punto a Kageki Shojo. No porque su premisa me pareciese poco interesante o porque manejase conceptos abstractos. Simple y llanamente, fue por desconocimiento. A fin de cuentas, su premisa se construye alrededor de algo tan concreto como una escuela de teatro que se rige por diversas normas y manerismos propios del país nipón. O lo que es lo mismo, hay cuestiones con las que cuesta empatizar o conceptos que cuesta entender al ser algo tan ajeno a nosotros.
Por ejemplo, durante los primeros volúmenes, se nos habla del teatro Kabuki, un formato en el que las mujeres ni pueden participar. Solo pueden interpretar algún papel cuando son niñas y cada escuela tiene como una suerte de representante histórico que hereda su puesto cada cierto tiempo. Por otro lado, la escuela artes teatrales de Kouka, lugar al que asiste nuestra protagonista, solo acepta mujeres. Estas son asignadas normalmente a un tipo de papel según su físico, reservando los papeles masculinos a las más altas, por ejemplo.
Esto, en realidad, no es tan raro en Occidente, pero se complica un poco cuando agrega conceptos como Top-Stars, un tipo de estrella y figura concreta dentro de la Kouka, te habla de J-Pop, de estilos concretos de Kabuki, etc. Si estás versado mínimamente en la cultura japonesa, el salto es más sencillo, pero a veces cuesta un poco seguirle el ritmo. Lo bueno es que, tras haber leido Kageki Shojo Season Zero y disfrutar ya de dos volúmenes, esa sensación se diluye. A mí, personalmente, me costó un poco, pero ya le he pillado el punto, y lo cierto es que estoy disfrutando mucho de su lectura. ¿Queréis saber más? Os lo cuento, pero antes me gustaría hablaros un poco de la edición.
Reseña de Kageki Shojo n.º 2 | Portada, sinopsis y edición
Aunque a Sarasa se le da muy bien hacer amigos, también se gana muchos enemigos por su honestidad y sus grandes ambiciones. ¿Podrá mantener su actitud alegre y lograr el sueño de alcanzar el estrellato? ¡De momento está en shock porque su profesor le ha dicho que no va a poder llegar a ser una top star! Y, durante las vacaciones de verano, regresa a Asakusa con Ai, su compañera de clase, y se reencuentra con Akiya, su amigo de la infancia y actor de kabuki.
| Colección | Kageki Shojo!! Season Zero vol. 2 de 14 (serie abierta) |
| Autoría | Kumiko Saiki |
| Género | Comedia, drama, vida escolar |
| Formato | Tapa blanda con sobrecubierta |
| Tamaño y páginas | 13,1 x 18 cm con 160 páginas en b/n |
| Precio | 9,95 € |
| Maquetación | Drac Studio (Daruma) |
| Traducción | Laura Asquerino Egoscozábal (Daruma) |
| Fecha de lanzamiento | 04/04/2024 |
Dicho esto, lo primero de lo que os puedo hablar es de la edición. En esta ocasión, diría que Distrito Manga ha logrado realizar un trabajo bastante notable, pues apenas he visto error alguno en el manga. La maquetación es de buen nivel, la traducción es de calidad y, en general, es un buen producto. Y aunque es cierto que siempre se me puede escapar algún detalle, diría que aquí no hay motivo de queja alguna, por lo que podemos felicitar a la editorial por el resultado obtenido.
Paso a paso
Dicho esto, y volviendo al tema que nos acontece, ¿qué podemos esperar de esta segunda entrega? En general, un tomo que explora mucho el pasado de nuestros personajes. Kageki Shojo vol. 2 se centra en los orígenes de Sarasa y empieza a responder diversas preguntas: ¿Por qué está tan obsesionada con llegar a lo más alto? ¿Cómo es capaz de ponerse a nivel de actrices en teoría con mucha más experiencia? ¿De dónde viene todo ese talento que esconde en lo más profundo de su ser? Todas esas cuestiones, así como otras tantas, empiezan a encontrar solución.
Y en caso de que no lo hagan, se atisba aunque sea el comienzo de las mismas. Esto hace que todo lo que hemos visto hasta ahora tenga más sentido. Pero… ¿Y qué importancia tiene todo esto si en realidad solo llevamos dos volúmenes? Pues en realidad mucho, porque en realidad no podemos entender las dos primeras entregas sin la ya mencionada Season Zero. Personalmente, considero que su lectura es obligatoria si quieres lanzarte de lleno al mundo de Kageki Shojo.
Es por esto mismo que este segundo volumen me ha parecido tan interesante. Cogiendo esa base, se queda una lectura bastante interesante que te deja muy clara una cosa: esta no va a ser una historia corta. El camino hacia el éxito de Sarasa Watanabe y el resto de chicas de la escuela de teatro no va a ser un camino de rosas. De hecho, nuestra protagonista ya se está enfrentando a su primer gran dilema. Aunque tiene mucho talento, no tiene tanta experiencia como algunas, y en una de las primeras pruebas del curso imita a una actriz de renombre.
Un viaje al pasado
En general, esto no sería un problema, pues es relativamente normal que un actor o una actriz se inspire en grandes figuras. El problema es que Sarasa es tan buena que realiza una imitación prácticamente perfecta, pero sin personalidad. No es ella quien está actuando. No es su propia versión, lo cual provoca que el profesor, aunque no se muestre disgustado, le diga que no puede continuar así. Esto abre un debate bastante complicado, ya que la joven no entiende bien del todo a qué se refiere.
Algunas de sus compañeras sí lo hacen, pero se enfrentan al dilema de si tienen que decírselo o no, pues el proceso de autodescubrimiento y aprendizaje podría ser inadecuado si le dan más pistas de las pertinentes. Es por esto mismo que, aun sin decirlo en altavoz, la duda permanece en el ambiente. Eso no quiere decir que no se preocupen por ella, pero es una cuestión un tanto compleja. Entiendes, pues, que las cosas serán complejas incluso desde el principio, lo cual es bastante interesante.
Con todo esto sobre la mesa puedo afirmar sin miedo a equivocarme que Kumiko Saiki está sabiendo encontrar el equilibrio entre pasado, presente y futuro. Es decir, le está imprimiendo a su obra un ritmo muy adecuado que nos permite conectar con todo lo que sucede al momento, pero prestando atención a los precedentes al tiempo en que nos preocupamos del futuro. O lo que es lo mismo, es capaz de capturar tu atención de manera inmediata al tiempo en que te plantea las preguntas suficientes como para mantenerte enganchado a través de la curiosidad.
Reseña de Kageki Shojo vol. 2 | Conclusiones
A título personal, debo decir que esta conjunción de elementos me está permitiendo disfrutar mucho de la lectura aunque a veces sea incapaz de entender ciertos conceptos. En gran medida, esto se produce debido a que muchos personajes explican no pocos de estos elementos. Aunque es cierto que esto a veces ralentiza demasiado la lectura y te aleja un poco del foco, en general funciona bastante bien. Llegados a este punto, puedo recuperar algunas de mis impresiones pasadas:
«Siendo realistas, el manga introduce muchos temas complejos, sobre todo si no vives en Japón y/o estás muy afianzado a su cultura. Personalmente, hay varios elementos que no termino de comprender. Tampoco conectar con algunos de ellos ni procesar la dificultad que pueden entrañar, lo que le resta algo de impacto en ciertos momentos. Pese a ello, la sensación final es muy grata y, en líneas generales, te deja con un buen sabor de boca. Me ha gustado y quiero seguir leyéndola, la verdad».
Hoy día creo que es la mejor conclusión que os puedo ofrecer. Sigo pensando que Kageki Shojo es una muy buena lectura y un ejemplo perfecto de que las demografías están anticuadas. Es decir, que lo puede disfrutar cualquier tipo de lector pese a que, de buenas a primeras, te lo presenten como un shojo. Considero que estas están anticuadas, pero eso es cuestión para otro día. De momento me quedaré con lo verdaderamente importante: Kageki es un buen manga que os recomendaría sí o sí en casi cualquier caso.
- La premisa es bastante original. No he leído demasiados mangas que se construyan en torno a una academia de teatro.
- El dibujo es agradable. El trazo es limpio y tiene mucha personalidad.
- La narrativa es dinámica y atractiva. El ritmo funciona muy bien.
- Te deja con ganas de más. Genera curiosidad y te hace querer saber más sobre el manga original.
- Utiliza conceptos que culturalmente nos resultan lejanos y no entendemos de buenas a primeras.
