Ha pasado casi un año y medio desde que Sakata Gintoki llegó a nuestras vidas a través de la edición 3 en 1 de Planeta Cómic. Ahora, con el tomo n.º 8 de Gintama ya disponible, llevamos —más o menos— un tercio del manga completado, y es por esto mismo que me gustaría ofreceros una reseña un poquito diferente. En lugar de centrarme en el contenido del presente volumen, me gustaría recapitular un poco dónde nos encontramos.
Hoy me gustaría aprovechar esta “oportunidad” para expresar una realidad que —llegados a este punto— debería estar algo más clara: Gintama es mucho más que una historia de amor absurdo con un autor al que le gusta parodiar a todo y a todos. De hecho, es un shōnen con algunas de las escenas más épicas de la industria.
Por desgracia, quienes no conocen la obra de Hideaki Sorachi piensan que es solo un meme con patas. Hasta cierto punto, lo entiendo, puesto que hablamos de un mangaka al que le encanta el humor absurdo. Es muy bueno cuando hay que buscarle el lado gracioso a la vida, pero también es algo más que eso. Es una historia que siempre tira a lo cómico, pero que también sabe cómo ponerse seria.
Y aunque está claro que ni la personalidad de sus protagonistas y secundarios, el escenario o la narrativa invitan a pensar que esto sea posible, si algo nos ha demostrado su autor en estos primeros ocho volúmenes es que también sabe concebir arcos más serios. De hecho, como siempre está de «coña», cuando cambia de chip es hasta más intenso que algunos de los grandes tebeos nipones que suelen destacar por su tensión argumental.
Reseña del manga Gintama n.º 8 | Portada, sinopsis y edición

El referente por excelencia entre los shonen de humor en Japón.
Gintoki tiene que sacar al hijo único de un jefe yakuza que se había encerrado en un almacén, pero resulta que dentro había una persona distinta. Además, en ese instante, el joven segundo a bordo del grupo de yakuza empuña la espada contra él. Además, pasan otras cosas como que Hasegawa hace sushi, una bacteria cojonera misteriosa, la caza de aliens o la fuga de prisión de Katsura.
| Colección | Gintama volumen n.º 8 de 26 |
| Autoría | Hideaki Sorachi |
| Género | Acción, aventura, ciencia ficción, comedia, drama |
| Formato | Rústica con solapas |
| Tamaño y páginas | 12,8 x 18 cm. con 552 páginas en b/n |
| Precio | 18,95 € |
| Traducción | Ayako Koike (Daruma) |
| Fecha de lanzamiento | 22 de octubre del 25 |
| Reseñas | Volúmenes anteriores |
En ese sentido, Gintama se viene arriba con arcos muy, muy, muy concretos que tocan temas más complejos de lo habitual, pues es capaz de parodiar hasta algo tan jodido —y perdón por la expresión— como un ejército rebelde que protesta contra el nuevo gobierno amanto (es decir, extraterrestre) con una serie de movimientos que se definen como terrorismo. Si lo analizamos, en realidad es algo que no está bien.
Es más, es algo que, a medida que iba escribiendo, me chirriaba más y más. Es cierto que Hideaki Sorachi, a veces, hace de menos ciertos conceptos que no tendrían que convertirse en algo tan superfluo. Posiblemente, es uno de sus mayores defectos, ya que, por lo demás, es una lectura que sabe manejar bastante bien los tropos que quiere incrustar en su narrativa.
Que te guste más o menos ya es otro tema, pues tiene un estilo muy único y muy directo, en donde todo se puede tomar a coña, pero, más que algo negativo o positivo, es una cuestión subjetiva. Yo, por ejemplo, sí que disfruto con su lectura y me río. Me deja buenas sensaciones y me hace valorar incluso más que antes el que dice ser uno de mis animes preferidos.
Un elenco cargado de carisma


Lo hace, entre otras cosas, con un elenco de personajes muy rico. Su trío protagonista es puro carisma. Por un lado, Gintoki es un principal muy original, con una personalidad que encaja a la perfección con la trama y una conceptualización muy atractiva. Por el otro, tenemos a Shinpachi, quien suele ejercer como intermediario entre lector y obra debido a que es el “normal” en un trío de bestias.
Para terminar, Kagura, una figura perfecta para romper cualquier tipo de estructura con un personaje que inspira tanta ternura como miedo por su construcción. Por supuesto, son más complejos que esto. Lo que quiero expresar con estas líneas es que los tres aportan su propio granito de arena y que combinan muy bien tanto entre sí como con el mundo que los rodea e, incluso, con el resto de personajes.
Si te pones a mirar uno por uno, Gintama tiene muchísimos secundarios que aportan una barbaridad. Los hay más y menos recurrentes, pero cada uno se siente muy único a su manera. Tienes espacio incluso para algún que otro shippeo que, eso sí, no deberías tener muy en cuenta, ya que no es un shōnen que le preste tanta atención al romance, pese a que a veces deje caer alguna indirecta o escenas algo más concretas.
En cualquier caso, la idea creo que ha quedado clara: Gintama destaca —entre otras cosas— gracias a su gran plantel, siendo este uno de sus mayores baluartes en casi cualquier momento. Empieza bien, se mantiene mejor y termina por todo lo alto. Es un aspecto en el que mejora constantemente.
Conclusiones


Con la trama sucede algo parecido. Sin perder nunca el humor, puesto que hablamos de un manga que destaca mayormente por ser pura comedia, a medida que avanza te va dando arcos más serios y secuencias más tensas. Todas ellas son simplemente espectaculares, pues, gracias al contraste (y al buen hacer de Hideaki), acaban dejándonos con escenas memorables.
Si no te gusta la parodia, lo más probable es que no conectes en casi ningún momento con el manga, por lo que no te lo recomendaría si no gustas del humor japonés. Si, por el lado contrario, este sí es de tu agrado, te advierto de que es uno de los mejores mangas shōnen de la historia. Muy pocos, por no decir ninguno, han sido capaces de hacer las cosas tan bien como Gintama.
Si es un referente, lo es por alguna razón, y en realidad hay tantas que me costaría enumerarlas todas. Sea como fuere, espero que con esta reseña te haya quedado algo más claro qué es capaz de ofrecerte el trabajo de Hideaki Sorachi. En caso contrario, siempre tienes la caja de comentarios abierta. Dicho esto, me despediré con una última conclusión: Gintama es uno de los mejores mangas que he leído en mucho tiempo y te recomendaría que, como mínimo, le echases un vistazo.


- Tiene un plante de personajes principales y secundarios increíble.
- Es tremendamente divertido y su sentido del humor es genial.
- Narrativamente, funciona muy bien y tiene un gran ritmo.
- Es fácil entenderlo todo muy rápido gracias a lo bien que explica todo su autor.
- Gintoki es uno de los mejores protagonistas que nos ha dado el shonen en mucho tiempo.

- El dibujo al principio es un poco espeso y puede mejorar mucho.
- A veces se pierde demasiado a sí mismo.