Ya desde el primer episodio, Hideaki Sorachi deja muy clara cuál es su fórmula como autor: episodios autoconclusivos entre los cuales, de cuando en cuando, incrusta microarcos y sagas de duración no muy elevada que van ofreciendo —poco a poco— nuevos detalles sobre su obra. Esto es algo que ya hemos visto con anterioridad, aunque durante la confección de esta reseña de Gintama 3 en 1 y su volumen n.º 4 se ha hecho incluso más evidente.
A fin de cuentas, durante este tomo, Gintoki, nuestro protagonista, se reencuentra de manera bastante cruda con su pasado y protagoniza dos arcos relativamente cortos con un tono más serio de lo habitual. Sin dejar a un lado su irreverente sentido del humor, nos recuerda que la muerte es un ente muy real y que Japón es una zona de guerra… aunque no lo parezca. La invasión de los amanto sigue generando muchos conflictos entre los distintos pobladores del país y proporciona armas y recursos que de otra forma no existirían.
Es más, durante la lectura de esta cuarta entrega vemos como algunos antiguos samurái terminan recurriendo a estos, produciendo un choque bien cargado de tensión. Aparte, durante todo este proceso, Gintoki —quien ha estado muy tranquilo durante los últimos años— recupera parte de sus instintos como guerrero; durante un reducido espacio de tiempo vemos una pequeña parte de por qué era llamado Shiroyasa (el demonio blanco).
Reseña del manga Gintama (3 en 1) n.º 4 | Portada, sinopsis y edición
¿¡Gin tiene un hijo escondido!? Un gran lío seguirá a la llegada de Gintoki Junior, que ha sido abandonado frente a la casa del manitas. En este volumen, Gin también arriesgará su vida para encontrar un fan, asustará a sus conciudadanos para poner a prueba su temple y finalmente emprenderá una caza de escarabajos con el Shinsengumi. ¡¡Qué aventuras para nuestro manitas y sus compañeros!!
Colección | Gintama 3 en 1 vol. 4 de 26 |
Autoría | Hideaki Sorachi |
Género | Acción, aventura, ciencia ficción, comedia, drama |
Formato | Rústica con solapas |
Tamaño y páginas | 12,8 x 18 cm. con 560 páginas en b/n |
Precio | 17,95 € |
Traducción | Marc Bernabé (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 27/11/2024 |
Reseñas | Volúmenes anteriores |
Dicho esto, antes de proseguir, me gustaría detenerme en la edición. En este caso, creo que Gintama 3 en 1 es producto que responde bastante bien a nuestras expectativas. De hecho, recuerda mucho a lo que hemos visto en otras series tales como Naruto Jump Remix u One Piece, y va más allá del habitual kazenban, ya que hablamos de un tomo que recoge los capítulos que —originalmente— veríamos en tres de ellos. Y da mucho gusto, la verdad.
Igual te ríes, igual acabas con la mano en el pecho
Dicho esto y volviendo al tema que nos acontece, ¿qué podemos esperar de este cuarto volumen? Como ya he comentado, Hideaki Sorachi, el autor de Gintama, aclara desde el mismo comienzo qué es lo que pretende. Esa idea sigue muy vigente, por lo que el formato de episodios autoconclusivos se mantiene a la orden del día. A veces, por supuesto, pueden ser tramas cortas de 2-3 episodios. A estos ya se le empiezan a sumar arcos más completos y/o interconectados entre ellos.
Por ejemplo, en este volumen n.º 4 tenemos un pequeño arco algo más serio en donde Gintoki se involucra con el destino de una familia y se enfrenta a un antiguo samurái. Tras cerrar esta trama, sigue con su vida junto a la Yorozuya como siempre. No obstante, este mismo samurái regresa poco después en un arco algo más extenso, serio, complejo y tenso, en donde, inclusive, reaparecen algunos antiguos protagonistas de la gran guerra, así como viejos conocidos de Gintoki.
Destaca la figura de Takasuki, quien toma algo más de protagonismo y nos devela varios detalles de la infancia de nuestros protagonistas. Aquí empezamos a entender mejor que nunca que Gintoki y los suyos no tuvieron una niñez precisamente fácil. Sin ser la más dramática del mundo, vivieron momentos bastante complejos. En su adultez fue algo parecido, siendo esa guerra entre los samuráis y los amanto lo más grave de todo. Pasó hace años, pero sigue dejando secuelas tras de sí en no pocos estamentos de la sociedad.
Las bases de un gran manga
Hay quienes, inclusive, todavía han sido incapaz de dejar su pasado atrás. Aunque se maneja con humor, el ejemplo de Katsura es de los más claros. Es un revolucionario (o terrorista, según los amanto) que sigue empeñado en que Japón recupere el control en detrimento de los extraterrestres. Y aunque sus planes suelen salir mal y se manejan desde la comedia, en realidad sus actos son bastante contundentes.
Es incapaz de huir de los demonios de la guerra. Gintoki, quien si parece haberlo superado, tampoco lo ha hecho del todo, y es que ciertos elementos sacan su lado más violento. Al menos en parte. De momento suele mantener mucho la calma y se muestra indiferente, pero se nota cuando le hacen cosquillas y se remueven asuntos más peliagudos. Por suerte para él, cuenta con la Yorozuya, su mayor soporte emocional. Una vez más, Hideaki lo maneja todo de manera muy desenfada.
No le gusta el drama por el drama y prefiere hacer una historia en donde haya muchas más sonrisas que lágrimas. Pese a ello, va mostrando pequeños destellos. Y aunque parece que no se toma nada en serio, es justo lo contrario. Es más, hacer lo que él hace es mucho más complejo de lo que podría parecer de buenas a primeras. Pese a todo, sigu siendo pronto para hablar. Aún queda mucho por delante y, en realidad, Gintama se toma su tiempo en llegar a lo mejor. De momento está construyendo los cimientos del que, y esto sí que os lo puedo asegurar, fue, es y siempre será un gran manga.
- Tiene un plante de personajes principales y secundarios increíble.
- Es tremendamente divertido y su sentido del humor es genial.
- Narrativamente, funciona muy bien y tiene un gran ritmo.
- Es fácil entenderlo todo muy rápido gracias a lo bien que explica todo su autor.
- Gintoki es uno de los mejores protagonistas que nos ha dado el shonen en mucho tiempo.
- El dibujo al principio es un poco espeso y puede mejorar mucho.
- A veces se pierde demasiado a sí mismo.