Con la primavera, los sentimientos florecen y, junto con estos, aterrizamos nosotros mediante nuestra reseña del manga El amor de Mobuko n.º 3. Tras desgranar las cualidades y desavenencias de los dos primeros tomos, regresamos con la que dice ser su tercera entrega. Os cuento qué me ha parecido.
Portada, sinopsis y edición
«Ha llegado la hora de ser la protagonista de mi propia vida»
A Mobuko Tanaka nunca la han sacado a bailar. Siempre ha sido una chica callada y tímida, un personaje secundario en su propia vida. Pero ahora, con veinte años, Mobuko se ha enamorado por primera vez. El chico de sus sueños es Irie, un compañero del supermercado en el que trabaja. En este tercer volumen, Mobuko e Irie se han quedado en un punto muerto: ninguno de los dos se atreve a volver a escribir al otro para volver a salir juntos. Ambos temen romper la relación que tienen ahora. Y, sin embargo, sus sentimientos son más fuertes que nunca. Un manga original, divertido y refrescante, perfecto para los lectores de historias románticas.
Autora | Akane Tamura. |
Traducción | Raquel Viadel. |
Precio | 8,50 €. |
Formato | 13 x 18 cm, rústica con sobrecubierta. |
Páginas | 160. |
Fecha de publicación | 25/04/2022. |
Por desgracia, aunque no puedo afirmarlo a ciencia cierta, la crisis del papel ha afectado sensiblemente al tercer volumen de El amor de Mobuko. En primer lugar, porque su fecha de lanzamiento se tuvo que retrasar. Seguidamente, por la calidad de impresión de algunas viñetas. Y para terminar, por ciertos cortes un tanto extraños.
Kitsune Manga, durante los dos primeros tomos, respondió con bastante profesionalidad a la que dice ser una aventura todavía muy reciente. La editorial, sin tanta experiencia en el mundo del manga como otras empresas, puso mucho de su parte para ofrecer un producto de calidad. Con algún que otro error en el camino, lo lograron, pero este tercer volumen ha sido bastante errático. Entendemos, en cualquier cosa, que ha sido una situación puntual, pues esto no es habitual en ellos.
En cualquier caso, no podemos ignorar que la calidad de impresión del episodio 11 (el primero del tomo) es notablemente inferior a la del resto y que, además, algunas viñetas aparecen parcialmente cortadas. ¿Será culpa de la crisis del papel y las dificultades del sector? Es posible. Lo que no se termina de justificar es que, por ejemplo, en algún diálogo aparezca «Nobuko» en lugar de Mobuko. Es un fallo humano, y lo entiendo, pero se podría haber resuelto con una revisión. Creo que han pecado de novatos, pero la experiencia es un grado, y seguro que han tomado nota.
Hasta donde sabemos, están ampliando el equipo para que no suceda esto de nuevo y que, además, harán más comprobaciones. Siendo sincero, me lo creo, y entiendo que han tenido alguna clase de contratiempo, pues también tuvieron algún que otro fallo con Orphen. Más allá de eso, el conjunto de la obra sigue siendo bueno, sobre todo si valoramos la estupenda traducción de Raquel Viadel.
¿Qué quiero decir con esto? Que, pese a que ciertas traducciones queden incrustadas por encima del japonés original y/o haya bajones en la calidad del dibujo, no considero oportuno desmerecer el trabajo de una editorial que va por el buen camino. Progresan adecuadamente y entiendo que esto es solo un bache temporal y puntual.
Reseña del manga El amor de Mobuko n.º 3
Dicho esto, ¿qué me ha parecido El amor de Mobuko n.º 3? Pues lo cierto es que he disfrutado, una vez más, de su lectura. El manga, muy tranquilo, destaca por su gran sensibilidad narrativa. De buenas a primeras, su autora, Alane Tamura, sigue demostrando que sabe cómo desarrollar a sus personajes dentro del marco de romanticismo.
Nuestros dos protagonistas destacan por tener personalidades más bien introvertidas´. Es más, podríamos decir que son personas inseguras y poco directas. Eso es cierto, pero también quieren superarse a sí mismos y demostrarles al mundo que son capaces de dar un paso al frente. Por suerte, su necesidad de seguir caminando no está supeditada a la opinión de los demás, sino que se mueven por ellos mismos; quieren mejorar como personas desde una perspectiva egoísta, pero el buen sentido.
Lo malo es que, a veces, tienen la capacidad de ponernos muy nerviosos. Por ejemplo, en el segundo tomo tuvieron su primera cita, intercambiaron números de teléfono, etc. Tras esto, Akane decide ralentizar la acción de nuevo, deteniendo su progreso durante dos largos meses en los que apenas intercambian palabras. Sintiéndolo mucho, creo que es una forma de alargar la trama.
Una historia que se toma su tiempo para hablarlos del amor… y el amor propio
Agradezco que se tome las cosas con calma y desarrolle a sus personajes lentamente, siendo este un aspecto que valoro muy positivamente, pero… No sé. Creo que a veces exagera un poquito. Es una dualidad compleja, porque, por un lado, destaca en el desarrollo de sus personajes y en sus diversas labores de introspección, mientras que por el otro, va demasiado lento en ciertos segmentos.
Por suerte, este parón vuelve a cobrar ritmo durante los últimos episodios, ofreciéndonos un nuevo encuentro entre ambos personajes; los dos quieren seguir avanzando, y adoptan una nueva determinación. De no haber sido de esta manera, probablemente habría valorado de manera más negativa la historia, pero este nuevo empujón es lo que nos da fuerzas para continuar.
Sin más, te quedas con ganas de saber cómo continúa la historia, pues estás deseando que las cosas les vayan bien. Despiertan un gran sentimiento de empatía y, pese a no disponer de un gancho especialmente directo, tienen el don de mantenerte bien agarrado por los… Vamos, que te dejan con ganas de saber más.
Lento, pero constante
Esto destaca especialmente en la intervención de algunos secundarios. Tanto el mejor amigo de Irie como la mejor amiga de Mobuko —en el trabajo— nos ofrecen unos pequeños giros de guion bastante interesante. El primero, por ejemplo, genera un conflicto que dura más bien poquito, pero le agrega algo de emoción y carácter al manga. La segunda, por su parte, ejemplifica la relación de Mobuko con una experiencia propia más bien dolorosa.
De hecho, con estos pasajes, Akane nos demuestra que los secundarios también pueden aportar su granito de arena. Por el momento han estado más bien desaparecidos, pero podríamos empezar a tener más de ellos, siendo algo que apreciaríamos si la historia se va a seguir extendiendo.
Porque, a grandes rasgos, necesitamos que Irie y Mobuko salgan juntos más pronto que tarde. Esto, queridos amigos míos, es algo inevitable. Los dos se gustan, y esto lo sabemos desde el primer tomo. Si la cosa no avanza… Mal, pero no parece que vaya a ocurrir. Por el momento, en cualquier caso, puedo afirmar que sigo disfrutando del manga gracias a su gran sentido de la narrativa, su ritmo tranquilo, su capacidad para empatizar con las personas menos extrovertidas y su tierno desarrollo. ¿Mi conclusión? Quiero más El amor de Mobuko y lo quiero ya.
- La sensibilidad narrativa de su autora.
- El aire tranquilo de la historia.
- Es un amor bonito y sincero, sin grandes alardes. La historia es tierna y pura.
- Algunos secundarios comienzan a destacar.
- El desarrollo es lento, lo que parece que sus personajes evolucionen de manera más realista. No se siente para nada apresurado, siendo un manga muy humano.
- El dibujo es muy bonito.
- No es un romance artificial. Los personajes se sienten muy humanos.
- La edición flojea en algunas partes. Hay un par de errores menores en el texto.
- Aunque avanza a su ritmo, a veces nos quedamos con ganas de un poco más.
- Los secundarios tienen que dar un paso al frente ya.