
Varios meses después de disfrutar y reseñar el primer volumen, hoy os traemos la reseña manga de Adolf n.º 2. Este segundo número, publicado en España por Planeta Cómic, llegó a las tiendas el pasado 24 de febrero. Adolf es obra de Osamu Tezuka, uno de los mangakas más importantes de la historia del cómic japonés. Además, esta fue la última que publicó el llamado «dios del manga»; sumado al tema que trata —el nazismo— la convierten en un título importantísimo a muchos niveles. Veremos si esta segunda parte sigue la línea de calidad marcada por su impactante inicio.
Reseña manga: Adolf 2
Dado que en la primera reseña de este manga ya comentamos varios datos de la obra, aquí vamos a ser más breves. Nos centraremos en aspectos distintivos de este segundo tomo para no repetir mucha información. Sin más dilación, vamos a por la reseña del manga Adolf n.º 2.
Sinopsis
Sohei Toge solo tiene un objetivo: vengarse del asesinato de su hermano. Sin embargo, está siendo perseguido por los servicios secretos alemanes y japoneses, ambos en busca de los documentos que provocaron el destino fatal de su hermano.
En Kobe, se pone en contacto con el movimiento de resistencia japonés e inesperadamente recibe ayuda de la esposa Kaufmann. Además, el inspector Nikawa empieza a creer en la versión de Toge, pero la Gestapo está pisándole los talones.
Edición
Para sorpresa de nadie, la edición de Adolf sigue la misma línea del tomo anterior. Se trata de una presentación sencilla, sobria, muy acorde a la obra en sí, así como al tema que trata. Planeta ofrece unos materiales decentes, adecuados, sin ningún alarde; lo justo y necesario. La impresión de los dibujos en el papel es correcta y no hay cortes en las páginas que dificulten la lectura.
Hablando del texto, en este segundo volumen volvemos a encontrar erratas. No obstante, en esta ocasión son mucho menos frecuentes. Se agradece, aunque sigue siendo una lástima que la narración de una obra de este calibre se vea empañada por errores tontos de fácil solución. Esperemos que en el resto de tomos el apartado ortográfico sea impoluto.
Historia: la huida constante de Toge

Aunque Adolf sigue moviéndose entre varias tramas argumentales, en esta ocasión el protagonismo se lo lleva Toge casi por completo. Este segundo volumen nos muestra cómo Toge se las tiene que ingeniar ante muchos —muchos— obstáculos en su camino para salvar los documentos por los que su hermano murió asesinado. Tezuka no deja respirar ni al lector ni a sus personajes en prácticamente ningún momento. Adolf n.º 2 se mueve entre viñetas vertiginosas llenas de movimiento, incluso en sus diálogos. Quizás así pretende reflejar el malestar y constante miedo de nuestro protagonista por huir del mal que le acecha.
En un momento, el volumen nos traslada a Alemania, con el joven Adolf Kaufmann. Si recordáis bien, este niño mitad japonés mitad alemán fue enviado —en contra de su voluntad— a la Adolf Hitler Schule (AHS). Esta academia de élite tiene por objetivo educar a las juventudes a la manera hitleriana, para convertirles en nazis modelo. Pese a ser un pasaje un poco corto en el tomo, supone un aire fresco y una trama interesante, pues nos presenta un conflicto interno en Adolf, quien recordemos que tiene un amigo judío. Pese a la contradicción que siente, parece que el pequeño Adolf poco a poco está convirtiéndose en un nazi modelo. Veremos cómo continúa en el resto del manga.

Volviendo a Toge, es innegable observar la maestría de Tezuka en numerosos niveles. La composición de las viñetas o el dibujo como reflejo de las emociones es muestra de ello. No cabe duda de que la intriga se mantiene, aunque ciertas tretas argumentales —cómo Toge se salva de algunas situaciones— puedan sentirse un tanto casuales y arbitrarias. En este sentido, el impacto del primer tomo fue mayor, pero seguro que esta sensación se disipa con la lectura de los volúmenes restantes.
Personajes
El elenco de Adolf prácticamente se mantiene en este número, con la excepción de Nikawa y su hija. Nikawa es un inspector que se encarga de investigar el caso de Toge, quien está agotado de sufrir las consecuencias de una «justicia» paradójicamente nada justa. La introducción de este personaje sirve como salvoconducto de nuestro protagonista, ya que cree su versión y le ofrece un refugio donde esconderse.
En cuanto al resto, no hay grandes cambios, con la excepción de cierto personaje que sufre un deterioro físico y mental considerable. Los demás siguen en su línea, pero más desgastados, más cansados y también desesperados por la situación. Resulta una evolución —o involución realmente— coherente con el marco histórico y social que Tezuka plantea en su obra. También cabe mencionar el arco de la enamorada señora Kaufmann o de su hijo, Adolf, cuya trama seguramente gane enteros más adelante.
Conclusiones
No cabe duda de que Adolf es una obra de obligada lectura para los amantes de Tezuka, para aquellos interesados en la historia nazi o simplemente para todo amante de la lectura. Este tomo 2 de Adolf, como seguramente hayáis intuido en esta reseña manga, ha supuesto un pequeño paso atrás con respecto a su inicio. Tras sentar las bases de la historia y los personajes, esta continuación hace avanzar la trama un poco… a trompicones, por así decirlo.
La vertiginosidad de la acción tiene su razón de ser, pero Tezuka la usa en demasía, en mi humilde opinión. Un poco más de pausa y reflexión ante los horrores y atrocidades de ciertos momentos habrían ayudado a compensar y a brindar una lectura un poco más fluida y orgánica. Pese a todo, Adolf sigue siendo un manga más que notable, con un dibujo muy bueno y una composición visual que demuestra una maestría por parte de su autor. La intriga, además, sigue igual de vigente que la primera vez. ¿Conseguirá Toge reescribir la historia del nazismo? ¿Qué papel jugará la maduración de Adolf en la historia de nuestro periodista protagonista?