La primera vez que os hablé de Adabana me fui con la sensación —al igual que muchos lectores— de que nuestra protagonista ocultaba un tremendo secreto. Con mucha tranquilidad, siendo una simple adolescente, confesó haber asesinado a sangre fría a su mejor amiga. Sin embargo, su historia era, cuando menos, extraña, pues había algo que no encajaba. No había que ser un genio para darse cuenta, pues su autor nos deja entrever desde el principio que hay algo más. Hoy, en mi reseña del volumen n.º 2 de Adabana he podido comprobar que —en efecto— es así.
Como digo, no ha sido una verdadera sorpresa, pues era lo que esperábamos. Lo que no me imaginaba es que todo lo que había detrás de sus actos era tan sumamente duro. Y eso que la historia todavía no ha terminado, pues queda un volumen que debe resolver no pocos misterios. No obstante, en esta segunda entrega hemos podido ratificar que los actos de Mizuki Aikawa tienen una justificación. Tanto es así que, aunque se habla de muerte y asesinado, es fácil empatizar con ella y sus allegados.
¿Se pueden justificar sus actos? Yo tengo mi opinión al respecto, y os dejo a vosotros la vuestra, pero ya os aviso de que estamos ante una historia en donde la moral de todo el mundo es puesta a prueba. Al menos desde una perspectiva, pues hay nombres a los que les habríamos reservado un destino peor que la muerte. Mizuki, nuestra protagonista, más que una asesina, es una víctima. Tanto ella como su mejor amiga, Mako, fueron víctimas de un sistema que no alcanzó a protegerlas…
Reseña de Adabana n.º 2 | Portada, sinopsis y edición
Nos remontamos a medio año antes de que Mizuki Aikawa se entregue a la policía y confiese que asesinó a su gran amiga Mako Igarashi y a su tío. Mako conoce a Yuuki Akatsuki y cae en una relación tóxica de la que es incapaz de escapar. ¿Cómo acabó Mako muriendo en el periodo de mayor esplendor de su vida, cuando había hecho tan buenas migas con Mizuki? En esta ocasión, la historia se presenta desde el punto de vista de Mako, la víctima… ¿Cuál es la verdad?
Colección | Adabana vol. 2 de 3 (serie cerrada) |
Autoría | NON |
Género | Drama, misterio |
Formato | Tapa blanda con sobrecubierta |
Tamaño y páginas | 13,1 x 18 cm con 224 páginas en b/n |
Precio | 9,95 € |
Traducción | Marc Bernabé (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 07/11/2024 |
Diría que Distrito Manga ha logrado realizar un trabajo bastante notable, pues apenas he visto error alguno en el manga. La maquetación es de buen nivel, la traducción es de calidad y, en general, es un buen producto. Y aunque es cierto que siempre se me puede escapar algún detalle, diría que aquí no hay motivo de queja alguna, por lo que podemos felicitar a la editorial por el resultado obtenido. Dicho esto, empezamos con nuestra reseña de Adabana n.º 2.
Una historia muy cruda y muy dura
Dicho esto, ¿qué podemos esperar ahora de Adabana tras alcanzar su segundo tomo? La conclusión más certera que os puedo ofrecer es que no es una historia para todo el mundo. Es dura, cruda y visceral. Te deja con mal cuerpo, pero no porque esté mal escrita, sino porque aborda una cuestión tan real y tan jodida —con perdón de la expresión— que a veces hasta resulta complicado seguir leyendo. No obstante, merece la pena, puesto que estamos ante un gran thriller.
Lo peor de todo es que, aunque se maneja bajo el paraguas de la ficción, todo lo que cuenta es tan real como la vida misma. Lo hemos visto —por desgracia— miles de veces en las noticias. Es algo relativamente común, y esta historia es solo una de tantas. Por eso duele tanto: lo vives muy de cerca a través de un relato muy crudo que no se corta ni un solo pelo. Y si bien es cierto que no podemos decir que sea especialmente gráfico, te muestra en primer plano y de manera muy directa todo lo que está ocurriendo.
Es por esto mismo que podemos hablar tanto de un manga de misterio como de un relato de realidades con una muy profunda crítica social contra el sistema… y contra el ser humano. Gran parte del ‘atractivo’ de esta lectura recae precisamente en este punto: te enseña algo que no quieres ver. Sin embargo, y una vez más, lo hace tan bien que resulta imposible no seguir leyendo para así intentar descubrir qué es lo que ocurrió de verdad.
Cuando la sociedad es incapaz de salvarte, tienes que tomar cartas en el asunto…
Durante todo este proceso, NON sostiene y defiende la idea (de manera indirecta y dolorosa) de que cuando la sociedad no te protege, tienes que hacer lo que sea para hacerlo. Cuando alguien o algo atenta contra ti ignorando toda regla y moral, ¿puedes hacer otra cosa que no sea recurrir a actos tales como el asesinato? Durante todo el manga, el autor traza una conversación con el lector para debatir sobre este tema mientras asistimos al descenso a los infiernos de Maki y Mizuki.
Durante todo este proceso, te sigues preguntando qué es lo que ha ocurrido. ¿Por qué Mizuki afirma haber asesinado a Mako y su tío cuando la adoraba? Su amistad perdura incluso tras la muerte, así que, ¿cuáles son sus motivos? Durante este segundo tomo se resuelve una de esas preguntas, pero seguimos con dudas. Cierra un primer hilo, pero deja en el aire el segundo. Y lo hace muy bien. Ante todo, mantiene intacta la curiosidad y te incita a seguir leyendo. Es más, te crea hasta una necesidad: saber cómo acabará todo.
Eso no es algo que todos los mangas de misterios consigan. Lo bueno es que sabremos la respuesta dentro de unos meses con el tercer tomo. Y aunque me da pena que acabe, me alegro, puesto que no estamos ante una historia que se alargue artificialmente. Tengo la sensación de que va a tener la duración justa y necesaria… y de que nos dejará con un cierre a la altura de lo vivido. Así que sí, Adabana, aunque me está dejando con mal cuerpo, es un buen manga.
- La narrativa es simplemente genial. El ritmo y la trama enganchan.
- El dibujo tiene un impacto tremendo. Transmite muchísimo.
- La historia genera curiosidad desde el primer momento. Es un buen misterio.
- Sus personajes están bien construidos.
- La edición está a la altura.
- No es apto para gente de estómago sensible.
- Maneja temas muy delicados que pueden dejarte con mal cuerpo.