Reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 2

En nuestra reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 2 seguimos profundizando en la evolución del fútbol femenino y sus protagonistas.

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Siguiendo la idiosincrasia de su primer tomo, en esta reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 2 nos hemos reencontrado con la magia del fútbol femenino desde una perspectiva pocas veces vista. Repitiendo errores y aciertos, Naoshi Arawaka sigue construyendo los cimientos del que podría ser un gran spokon. Directo y al pie, nunca mejor dicho, nos ofrece todo aquello que necesitamos y más, pero con un enfoque algo más inédito.

Y es que, por desgracia, es bien cierto que en España no hemos podido disfrutar de demasiados mangas deportivos protagonizados por mujeres. Es más, en Japón tampoco es que sea algo especialmente habitual, aunque la batería de lanzamientos es netamente superior. Algo lógico si tenemos en cuenta que hablamos de obras importadas, no de productos autóctonos.

Esto algo que viene implícito en la definición de manga, mas no hablaremos de ese tema en esta ocasión. Sin más que un breve recordatorio de que en la península también disponemos de grandes artistas, recuperamos el eje central del tema: la reseña de Farewell, My Dear Cramer, un manga que nos ha vuelto a sorprender en varios aspectos muy significativos.

No obstante, antes de arrancar con la review del contenido, nos detendremos —una vez más— en un apartado tan importante como la edición. No podríamos valorar de manera apropiada esta licencia de Distrito Manga si no estudiásemos sus cualidades como producto más allá de su valor como obra desde una perspectiva individualizada. Dicho esto, empezamos.

Reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 2 | Portada, sinopsis y edición

Reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 2 | Portada, sinopsis y edición

La entrenadora del Warabi Seinan ha empleado todos los fondos que quedaban para comprar un nuevo uniforme y marcar, de ese modo, un flamante comienzo para el equipo. Como el uniforme resulta ser una horterada de colores chillones, para evitar convertirse en el hazmerreír del fútbol femenino Onda, las chicas se apuntan a un torneo de fútbol sala organizado por una tienda de deportes, con la esperanza de llevarse el premio en metálico para el ganador.

En el recinto se encuentran por casualidad con Itô y Tsukuda, de la Academia Kunogi… pero en esta ocasión jugarán unidas para intentar hacerse con la victoria.

AutoríaNaoshi Arakawa
Volúmenes2 de 7 (estimación)
GéneroShônen, spokon, comedia, deportivo, drama
N.º páginas384
Precio15,95 €
Lanzamiento12/01/2023
Reseñas anterioresPrimer volumen

Como siempre, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que Distrito Manga ha vuelto a hacer un gran trabajo. En esta ocasión queremos destacar la portada, pues es de carácter reversible. Este pequeño detalle, que podría pasar desapercibido, es algo que nos parece especialmente interesante, ya que nos deja elegir entre dos modelos distintos.

No obstante, también tenemos que destacar algunos pequeños fallos editoriales. Por ejemplo, en las páginas resumen en las que se habla del equipo del Warabi Seinan y se recupera lo acontecido anteriormente, se mueven las imágenes de algunas jugadoras. Es fácil identificar el error, pero puede ser algo confuso. Del mismo modo, hay diversas viñetas en las que el corte lateral no está bien ajustado, lo que provoca que la imagen y el límite físico del tomo choquen.

Por lo demás, Farewell, My Dear Cramer n.º 2 responde a la mayoría de nuestras expectativas. Sobre todo cuando hablamos de la adaptación idiomática. En ese sentido podemos citar a María Lagóstena Zamora, de Daruma, pues es quien se ha ocupado de la traducción de esta segunda entrega. Su trabajo es muy bueno. Así pues, podemos considerar que, aunque tiene algunos errores, Distrito Manga nos ha vuelto a ofrecer un producto de calidad.

Aquí las protagonistas lo son todo

Reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 2 | Naoshi domina muy bien el registro del manga como dibujante y le da mucha vida a las escenas.
Reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 2 | Naoshi domina muy bien el registro del manga como dibujante y le da mucha vida a las escenas.

Dicho esto, podemos hablar del manga propiamente dicho. Lo primero que queremos destacar es que Farewell, My Dear Cramer sigue teniendo los errores del primer tomo, pero los está solventando poco a poco. ¿A qué nos referimos? A su presentación. Nuestro primer gran inconveniente fue adaptarnos a su elenco. ¿Por qué? Pues porque es muy fácil identificar a sus protagonistas, pero cuesta hacerse con todos los nombres del reparto.

Está mejorando, aunque a Naoshi le sigue costando repartir el protagonismo fuera de la tríada Onda-Soshizaki-Suô. Es más, Onda, poco a poco, está adquiriendo todavía más peso, lo que provoca que el resto de sus compañeras de equipo pierdan todavía más relevancia. Algo que se acentúa todavía más cuando entran en juego las rivales de otros colegios. Esta idiosincrasia ofrece matices muy interesantes al profundizar más en aquellos personajes más relevantes, pero deja en segundo plano al resto.

Como en todo, presenta virtudes y defectos. Lo bueno es que estamos pudiendo conocer verdaderamente a las estrellas del Warabi Seinan y a otras jóvenes promesas del fútbol femenino desde diferentes perspectivas. Es más, en cierto momento entra en juego una joven llamada Kutani, quien no tiene ‘talento’, pero trabaja más que nadie. Gracias a esto es un portento físico con una resistencia y una potencia muy destacables.

El problema es que la gente solo ve a aquellas jugadoras que son más vistosas, lo cual es frustrante para ella. Gracias a esta dinámica somos capaces de ver el otro lado del fútbol; no todo se resume en jóvenes nacidas con el don, sino también en trabajo constante. Esto sería algo que habría pasado desapercibido si el mangaka se hubiese detenido en los personajes secundarios.

Soledad y compañerismo en el campo

Reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 2 | Ikutani, jugadora que refleja la 'frustración' que pueden sentir las deportistas cuando el trabajo duro se enfrenta al talento.
Reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 2 | Ikutani, jugadora que refleja la ‘frustración’ que pueden sentir las deportistas cuando el trabajo duro se enfrenta al talento.

Por eso tampoco podemos hablar de errores o aciertos, sino de decisiones marcadas por la extensión de su obra. Sea como fuere, se nota que Arakawa es un gran escritor de personajes. Allá en su momento ya lo vimos con Shigatsu wa Kimi no Uso, su otro gran trabajo. El japonés prefiere centrarse en un elenco determinado para desarrollarlo de la manera adecuada. Y lo logra, la verdad, porque Onda, Soshizaki y Suô parecen ser viejas amigas de toda la vida.

Entendemos cada vez mejor sus motivaciones y nos trasmite muy acertadamente la idea de sentirse «sola en el campo». Aunque el fútbol es un deporte de equipo, no todos van siempre al mismo ritmo o tienen los mismos objetivos. Sobre todo cuando se trata de deporte estudiantil. Esto lo vivió Suô con un equipo sin ambición. También Onda, en cuyo instituto no había equipo femenino.

Siempre jugaba con los chicos y demostraba que era tan buena como ellos, destrozando la idea de que las mujeres juegan peor al fútbol. Esto es algo que nos encanta, pero que tiene una respuesta triste: las normas no le permitían jugar partidos oficiales. Por eso se sentía sola, algo que ya no sucede en su nuevo equipo. Si ella no puede seguir la jugada, ahí están las demás. Todas comparten la misma ambición, lo que nos deja secuencias maravillosas.

Del mismo modo, intensifica todavía más esa lucha que parecen vivir de cara a la profesionalización. Aunque en este tomo no se destaca tanto, se vuelve a revivir la idea de qué es lo que necesita el fútbol femenino japonés para estar donde se merece estar. Es un concepto constante que se potencia de manera muy correcta y bajo el organigrama adecuado.

Reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 2: conclusiones

Reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 2 | Escena de corte más humorística en donde el equipo intenta conseguir un campo de fútbol 'sobornando' al entrenador rival sin acierto.
Reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 2 | Escena de corte más humorística en donde el equipo intenta conseguir un campo de fútbol ‘sobornando’ al entrenador rival sin acierto.

Es por esto mismo que volvemos a destacar la capacidad de Naoshi como escritor, siendo este su punto fuerte. Sabe manejar los tiempos para introducir nuevas rivales, desafíos, etc. Del mismo modo, maneja muy bien los partidos, ya que no se entretiene demasiado con ellos. Entiende que la suya no es una historia en la que haya que recrear todos los partidos, sino plantear momentos concretos con resúmenes.

Lo hace de manera muy acertada, generando la tensión necesaria cuando toca y reduciéndola cuando es necesario. Hay encuentros que extiende más, logrando el efecto justo y necesario, mientras que los corta de raíz cuando lo cree necesario. Gracias a esto obtenemos un manga muy dinámico en donde el humor cobra cada vez más fuerza. Porque esa es otra: Farewell, My Dear Cramer no es una comedia, pero es capaz de arrancarte más de una carcajada en el proceso.

A cambio de todo esto pierde parte de ese potencial como spokon puro, pero es algo que aceptamos de buen grado al ver la calidad de la historia y el desarrollo de ciertos personajes. La conclusión más obvia es que Farewell se sigue construyendo como una obra muy notable en donde el dibujo logra destacar tanto o más que el dibujo. Porque otra cosa no, pero Arakawa tiene algo ‘especial’ que hace que su arte se sienta vivo.

A tenor de todo esto ya sabemos qué podemos esperarnos de este manga. Para empezar, un protagonismo muy centralizado y un guion directo, ágil y dinámico. Con muchos secundarios sin demasiado trasfondo, pero buena puntería para los grandes momentos. Es de secuencias directas, dibujos vivos y grandes escenas, pero sin ser un spokon puro en donde el transcurso del encuentro lo es todo.

  • Un manga deportivo femenino. No es habitual, y por eso nos gusta. Queremos más.
  • Protagonsitas con mucho carisma.
  • Gran sensibilidad narrativa y buena construcción de personajes.
  • Diseño atractivo, buena edición y mejor dibujo.
  • Es confuso al principio. Le cuesta un poco presentarlo todo.
  • Se agolpa demasiado y va a saco, pero recupera conforme avanza.

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