¡Dos mundos colisionan y solo una persona puede salvarlos! A estas alturas presentar al que es uno de los mayores guionistas de DC Comics es una tontería, no obstante allá vamos. Geoff Johns guioniza esta continuación de la historia de Watchmen, la obra maestra de Alan Moore. Con Gary Frank al dibujo, responsable de obras como Batman: Tierra Uno o ¡Shazam!, El Reloj del Juicio Final nos cuenta una historia de mundos en peligro y lo que harán sus habitantes para salvarlo.
Publicado originalmente desde noviembre de 2017 hasta diciembre de 2019, esta obra de 12 capítulos ya había sido publicada con anterioridad por ECC Ediciones en España. Esta edición deluxe se publicó el 22 de noviembre de 2022 y nos sirve de punto intermedio entre la edición especial limitada de 60 € y la segunda edición a 42 €.
Reseña de El Reloj del Juicio Final | Portada, sinopsis y edición
Las estrellas del noveno arte Geoff Johns y Gary Frank dan forma a una cuenta atrás en la que Superman y todos los héroes y villanos de DC Comics se encuentran con su mayor amenaza: el Dr. Manhattan. ¡Los secretos del pasado, del presente y del futuro salen a la luz y todo está a punto de cambiar para siempre en el Multiverso!
Siete años después de los eventos de Watchmen, Adrian Veidt, conocido como Ozymandias, ahora un fugitivo, tiene un nuevo plan para salvar su mundo: encontrar al Dr. Manhattan. Junto a un nuevo Rorschach y a los letales Mimo y Marioneta, cruzan las fronteras del espacio y del tiempo y llegan a un Universo DC al borde del colapso.
| Colección | El Reloj del Juicio Final |
| Guion | Geoff Johns |
| Dibujo | Gary Frank (Brad Anderson en el color) |
| Género | Superhéroes |
| Formato | Cartoné, tapa dura |
| Tamaño y páginas | 456 páginas a color (18 x 27,4 cm) |
| Maquetación | ECC Ediciones |
| Traducción | Felip Tobar Pastor |
| Fecha de lanzamiento | 22 de noviembre de 2022 |
| Edición original | Doomsday Clock núms. 1 a 12 USA |
La acción nos sitúa siete años después de los acontecimientos acaecidos durante Watchmen. El diario de Rorschach ha salido a la luz y la conspiración de Ozymandias hace que todo el mundo culpe a Estados Unidos de la aparición de los alienígenas. Veidt se convierte en el criminal más buscado. La guerra atómica es inminente.
Se nos presenta un nuevo Rorschach, la gente sabe que no es Walter Kovacs, pero aun así le tienen miedo. Está en la cárcel yendo a liberar a dos presos: Marioneta y Mimo. Dos personajes extremadamente violentos con una relación inquebrantable. ¿Por qué haría eso? Pronto se vislumbra la mano detrás de estos acontecimientos.
El nuevo plan de Ozymandias
Este mundo se muere a causa del último plan de Ozymandias, pero aun así sigue buscando la manera de salvarlo. Y la única manera de hacerlo es encontrando al Doctor Manhattan. Veidt, que se está muriendo por un cáncer cerebral muy agresivo, modifica la nave del Búho para convertirla en un vehículo de viaje inter dimensional, que gracias a algunas partículas del Doctor Manhattan, les llevara al universo donde se encuentra Jon. Las bombas atómicas caen en el mismo momento en el que cambian de universo.
El vehículo se estrella en Gotham. Tras una pequeña investigación, Ozymandias llega a la conclusión de quien son las dos personas más inteligentes de este mundo para que le ayuden a encontrar al Doctor Manhattan. Estos son, ni más ni menos, Lex Luthor y Bruce Wayne. Se ponen en marcha para encontrarlos, pero este universo también está en graves problemas.
Un universo DC al borde del colapso
El mundo que se encuentran estos viajeros inter dimensionales es uno lleno de superhéroes enfrentados entre ellos. La teoría de los superhumanos hace mella tanto en superhéroes como en la población, que ve con malos ojos que el 97% de todos los metahumanos del planeta pertenezcan a Estados Unidos. Lo que lleva a sus adversarios a asegurar que los fabrican.
En medio de este panorama de tensión, Superman, el único superhéroe con permiso para actuar en cualquier parte del planeta, tratará de calmar las aguas. A partir de aquí la historia se va a manejar entre el presente de nuestros protagonistas y su pasado, mostrándonos momentos clave que nos llevaran a navegar el tiempo como si fuéramos el mismo Doctor Manhattan.
No tengáis miedo de seguir leyendo, no voy a contar nada más de la trama. Os dejo la oportunidad de leer una de las grandes obras de los últimos tiempos en el universo DC.
Se mantiene el estilo Watchmen
Watchmen dejó una manera muy especial de contar el comic. Nueve viñetas por página ocupando el mismo espacio que solo se rompen en momentos concretos para recalcar alguna acción. El Reloj del Juicio Final respeta esto casi hasta el final, ya que sus dos últimos capítulos están plagados de grandes y espectaculares momentos que bien merecen usar toda la amplitud de página. No solo usa esta misma manera para mostrar las viñetas, sino que la estructura de los capítulos y lo que comentan están muy influenciadas por la obra original.
En lo que si se aleja de la visión de Alan Moore es en el trato que se le da a los personajes. Watchmen trata a los héroes como gente ridícula, disfrazada, causando más problemas de los que resuelven. Aquí tenemos una obra clásica de superhéroes sin matices. Busca ser espectacular y lo consigue, dándole gran peso a la violencia con la que varios de sus protagonistas, sin duda, disfrutan.
Reseña de El Reloj del Juicio Final | Conclusiones
Un comic que va de menos a más, llegando a unos dos últimos capítulos que te dejan al borde de la lágrima. Una obra sobre decisiones y las consecuencias de estas cuando son tomadas por personas demasiado poderosas. Un absoluto espectáculo que pone a Superman como el verdadero centro del universo DC, de la mejor manera posible.
- El esquema clásico de viñetas de Watchmen obliga a la historia a contarse sin apenas alardes.
- El conflicto metahumano hace que tengamos una increíble cantidad de superhéroes implicados en la trama. Veremos a todos nuestros favoritos.
- De los mejores finales que he tenido el gusto de leer.
- Me hubiera gustado ver a los personajes originales de Watchmen involucrados en la historia, apenas se les nombra y se les pasa muy por alto.
- No gustan especialmente estas ediciones con sobreportadas de plástico en la que está parte de la portada.
