Posiblemente, la de Dungeons and Dragons: Caos en Neverwinter sea una de las reseñas más complejas a las que nos hemos enfrentado en mucho tiempo. Y no porque sea un producto excepcionalmente difícil o disponga de mecánicas indescifrables. No. Es porque es un juego de escape. O lo que es lo mismo: un scape room de mesa diseñado con DnD y Honor entre ladrones como base.
Ahora bien, ¿por qué es tan complejo de desarrollar su review si el concepto en realidad es más bien sencillo? Pues porque no podemos hablaros de no pocos elementos para evitar los spoilers. A fin de cuentas, si os explicamos que existe un tipo de puzle que se resuelve de una u otra manera, ya os estamos diciendo —aunque sea de manera indirecta— que es lo que os vais a encontrar.
Es por esto mismo que en esta ocasión no os hablaremos tanto de su desarrollo como de su contenido, sino —más bien— de nuestras impresiones o su valor como scape room. Y si bien es cierto que podríamos enfocarlo realizando diversas concreciones, pensamos que es mejor de esta manera. De otra forma, podríamos estropearos no pocas de sus sorpresas. Algo especialmente significativo cuando lo que para uno puede ser más normal, para otro puede ser toda novedad. Y viceversa.
Así pues, de buenas a primeras, podemos decir que Dungeons and Dragons: Caos en Neverwinter es un scape room ‘convencional’ que se nutre del universo de DnD para desarrollar sus propios puzles y acertijos con las limitaciones propias de un producto diseñado para jugar en casa sin más atrezo que el de la propia caja. ¿Qué significa esto? Que no debemos ni podemos compararlo con un juego de escape diseñado y construido en una habitación especialmente diseñada para ello, pues no es lo mismo.
Reseña de Dungeons and Dragons: Caos en Neverwinter | Un scape room de DnD
Habiendo aclarado este punto, podemos empezar a hablar del juego como tal. Y como no podía ser de otra forma, el primer punto que queremos aclarar está relacionado con su contenido. Incluye:
- Manual de instrucciones.
- 6 figuras de plástico.
- 11 tableros.
- 4 sobres secretos.
- 1 objeto misterioso.
- 1 dado d20.
- 1 dado d6.
- 298 cartas.
- 43 peones de cartón.
Con esto ya somos capaces de determinar varios puntos que el propio juego explica, pero que igualmente queremos especificar. ¿Cómo qué? Pues que está diseñado para un mínimo de 2 jugadores y un máximo de 6, aunque nosotros le damos una segunda vuelta de hoja e incluimos a un séptimo, pero solo a partir de la segunda run. Como en cualquier scape room, una vez se resuelve el misterio —dividido en tres actos— este pierde parte de su encanto.
No obstante, gracias a que tenemos bastante experiencia en juegos de rol, nosotros hemos sido capaces de ejecutarlo de una manera diferente con dos grupos diferentes. ¿Cómo? A través de uno de los jugadores de la primera partida. De manera secuencial, e interviniendo mucho menos en la partida, este hizo las veces de Dungeon Master en la segunda parte, pero sin intervenir en la resolución de puzles.
Gracias a que este ya sabía qué iba a ocurrir, pudimos potenciar la experiencia para una segunda party mediante música y otros elementos narrativos que potenciaron el juego de manera exponencial. Esto solo es posible, sea como fuere, una vez se ha superado el scape room por primera vez y se dispone de cierta experiencia como master o narrador de rol, ya que requiere un esfuerzo propio y personal adicional.
Aparte, se puede redisfrutar igualmente como juego de mesa convencional de mazmorras omitiendo esa parte del misterio. Y aunque no es lo mismo, no nos impide volver a vivir la experiencia una segunda vez. Sea como fuere, no queremos invitar a la confusión, así que diremos que es un juego de resolución única que puede encontrar alternativas para potenciar su rejugabilidad gracias a diversas herramientas e ingenios.
La magia de un scape room desde casa
Habiendo aclarado este primer punto, ¿cómo podemos jugar a Dungeons and Dragons: Caos en Neverwinter? El proceso en general es bastante sencillo, puesto que el propio juego nos lo explica todo a paso teniendo en cuenta su división en actos. De buenas a primeras, la caja se presenta de la misma forma que podéis ver en la imagen anterior. La presentación —muy bonita, por cierto— hace las veces de muro anti spoiler, frenando que podamos ver cualquier narrativa que no toque antes de tiempo.
Tanto es así que empezaremos leyendo esa primera parte de la caja, la cual nos da las instrucciones básicas de juego. Estas pasan por leer un par de textos de introducción y una breve explicación sobre cómo diseñar nuestros personajes. Bebe, pues, del rol de mesa de DnD tradicional, pero de forma muchísimo más sencilla. Tras esto nos indica lo que tenemos que hacer. Tras esto nos encontraremos con un manual de instrucción que nos explicará todo lo que necesitamos saber paso a paso junto con un desglose final de los tres arcos de los que se compone el juego.
Lo divide todo en tres paquetes y cada uno simboliza los diferentes arcos de los que se compone el scape room. Cada uno de estos contiene una determinada cantidad de piezas de tablero, puesto que este se va construyendo poco a poco al ir integrando poco a poco las piezas correspondientes. ¿Y no nos confundiremos? Pues no, la verdad, porque todo está perfectamente diseñado para que podamos ir progresando en nuestra aventura de manera orgánica y natural, con las instrucciones necesarias y pertinentes, sin revelar nada antes de tiempo.
Tanto es así que viene con un sobrecito que nos indica que tenemos que hacer si uno de los personajes muere. En efecto, los personajes pueden morir, pero no os diremos qué ocurre. Si el juego no nos lo revela de buenas a primeras, nosotros tampoco lo haremos. Esta es una de sus gracias, por supuesto, ya que todo está envuelto en un halo de misterio muy interesante y necesario para cualquier juego de tales características.
Reseña de Dungeons and Dragons: Caos en Neverwinter | Conclusiones
No podemos contaros mucho más, puesto que os estropearíamos la experiencia, pero sí que podemos deciros que nos ha parecido. A grandes rasgos, Dungeons and Dragons: Caos en Neverwinter no solo nos ha parecido muy divertido, sino que —además— es bastante original dentro del espectro de los juegos de mesa tradicionales y de la propia DnD. Aunque no deja de ser un scape room y bebe de las cualidades básicas del género, es capaz de encontrar su propia personalidad gracias al tremendo lore de Dungeons and Dragons y de la propia cinta de Honor entre Ladrones.
A fin de cuentas, aquí seremos miembros del grupo de los arpistas, siendo este el origen de uno de los protagonistas del fime. Teniendo eso en cuenta, está claro que quienes más disfrutarán de la experiencia serán, por un lado, quienes hayan visto la película y, por el otro, quienes digan ser fans de la franquicia en general. Si perteneces a ambos estamentos, disfrutarás todavía más de la experiencia. Si no las conoces, por supuesto que es igualmente entretenido, pero pierde varios puntos.
Es como jugar a un Monopoly temático y desconocer la saga en la que se basa. Se disfruta igualmente, sí, pero no es lo mismo. Por lo tanto, aunque podríamos recomendarle a todo el mundo este Dungeons and Dragons: Caos en Neverwinter, agregaremos ese «pero» final en el que puntualizamos que ha sido especialmente concebido para quienes han conocido tanto la película como el juego de rol original… u ambas.
En ese contexto, nos parece una gran opción y una alternativa más que interesante para echar varias tardes. A fin de cuentas, cada uno de los actos tiene una duración estimada de una hora y media. Se puede dividir en días o jugarlo todo del tirón, pero eso ya es cosa vuestra. Nuestra recomendación es que os deis algo de tiempo entre sesión, pero no demasiado, ya que así (o eso pensamos) se disfruta más.
- Funciona muy bien como scape room temático.
- El diseño es interesante y utiliza de manera inteligente los recursos de la franquicia.
- La caja y el contenido se lucen desde el primer momento.
- Ejecuta bien la propuesta y logra mantener el misterio.
- No invita del todo a la rejugabilidad.
- Si no eres fans de DnD o has visto la película, pierde fuelle.