Poco a poco viene siendo cada vez más habitual que DC nos ofrezca más y más cómics de la serie «Año Uno», siendo una premisa bien interesante que nos permite conocer y profundizar en el origen de muy diversos personajes mientras la editorial reconfigura los primeros pasos de su universo. De la misma manera, desde hace bastante venimos pudiendo disfrutar de cada vez más tebeos en español a través de la gestión de ECC, principal editorial de DC en España. Hoy he querido centrarme, bajo tales premisas, en un personaje con épocas muy oscuras, y muy doradas, en lo concerniente a su popularidad: Green Arrow.
Portada, sinopsis y edición
Oliver Queen es un frívolo playboy al que no le importa nada ni nadie... aparentemente ni siquiera él mismo. Pero cuando es traicionado y abandonado en medio de la jungla en una isla, averigua que sí hay una cosa que le importa: ¡la justicia! Armado solamente con flechas y un arco hechos a mano, Queen lucha por sobrevivir en un nuevo y cruel territorio, mientras combate a los violentos traficantes de droga responsables de su situación. Green Arrow: Año uno es el origen definitivo del Arquero Esmeralda, narrado por los multipremiados autores Andy Diggle (Batman, Los Perdedores) al guion y Jock (La Cosa del Pantano, Hellblazer) al dibujo. Además, esta edición de lujo contiene fragmentos ilustrados del guion, bocetos y una introducción del escritor Brian K. Vaughan (Perdidos, Y, el último hombre).
Edición original | Green Arrow: Year One núms. 1 a 6 USA |
Fecha de publicación | Septiembre de 2021 |
Guion | Andy Diggle |
Dibujo | Jock |
Formato | Cartoné, 168 págs. A color. |
Precio | 19,95 € |
Siendo parco en palabras, Green Arrow: Año Uno es un buen cómic en lo que se refiere a cuestiones de edición. Como viene siendo habitual, ECC nos ofrece un buen producto en relación calidad-precio, ya sea por los materiales de impresión, el formato o la misma calidad del tebeo. Ignorando —esto lo veremos más adelante— las cualidades del dibujo o la narrativa, el cómic cumple con los estándares de calidad que podríamos esperar de una editorial de su magnitud.
Reseña de Green Arrow: Año uno
Cuando uno se enfrenta a un tebeo de tales características, debe tener muy claro que es lo que busca, pues de lo contrario podría llevarse una decepción. En este caso, cualquier lector que quiera aventurarse con Green Arrow: Año uno debe prestar atención a su concepto, pues se ejecuta como un cómic de introducción al héroe. En efecto, este peculiar volumen nos expone el origen del Arquero Esmeralda a través de una serie de eventos que, por el bien de la narrativa, no desvelaré en exceso.
Lo que sí puedo contaros es que nuestro protagonista se llama Oliver Queen y que, tras una inesperada traición, tendrá que luchar por sobrevivir. Entretanto, dudando sobre la dualidad de la vida y su propia existencia, se rehará como hombre y persona al tiempo en que enfrenta una serie de peculiares dificultades. Es una premisa que, como habréis podido intuir, peca de ser poco original; la historia del héroe que recupera sus vivencias del pasado para reconstruir su psique y rehacer su vida es algo más bien habitual. Tanto quienes conozcan a Green Arrow, como los que no, no encontrarán mayores sorpresas en el concepto.
No por ello es menos interesante, pero es algo que debemos valorar a la hora de plantearnos si queremos lanzarnos con su compra. Sobre todo si tenemos en cuenta que la serie de televisión Arrow se inspiró en este mismo cómic a la hora de plantear el desarrollo de su personaje.
La historia de un arquero nato
Sin dejar a un lado la sempiterna acción que acompaña a cualquier tebeo del género de superhéroes, Green Arrow: Año uno destaca por ofrecer una introspección psicológica de su personaje. A fin de cuentas, Oliver Queen es un hombre que intenta reencontrarse a sí mismo. No será una tarea fácil y, en realidad, solo es capaz de lograrlo por las circunstancias que le rodean. Más allá de un deseo prematuro, son las dificultades las que le obligan a olvidarse del lujo y el oropel para superar los obstáculos. Todo bajo un deseo primordial: sobrevivir. Al menos de buenas a primeras. Luego la cosa cambia.
Curiosamente, nos encontramos con una narrativa en la que los diálogos no abundan especialmente en muchos sectores de la historia. Más allá de un inconveniente, pone de manifiesto la gran calidad de Jock tras los pinceles. Es más, el artista es capaz de contarnos un montón de cosas sin necesidad de incrustar cuadros de pensamiento, conversaciones o meras narraciones escritas. Uno debe prestar atención a los detalles, si bien es cierto que hay pasajes en los que no ocurre nada más allá de la acción principal.
Los dibujos hablan por sí solos, y esto es algo que debemos valorar. No obstante, estas mismas escenas de acción se recrean —a veces— demasiado en el epicentro de la misma. Inclusive, ciertas narrativas se dejan llevar demasiado por el foco principal y abandonan las subtramas que dice manejar. Por suerte, termina recuperando la mayoría de los hilos con gran acierto, ya sea a través de breves conclusiones o mediante un dibujo cada vez más acertado.
La comunión entre guion y arte es total
Sea como fuere, la valoración general respecto al dibujo es netamente positiva. Jock, demostrando que es un artista con experiencia, nos ofrece un trazo limpio y muy pulcro en donde la fuerza de las expresiones y las sombras juegan un papel fundamental. Su estilo tiene mucha fuerza e impacto, logrando conquistar a los lectores más pronto que tarde. No debemos olvidarnos del guionista en ese sentido, pues formó parte activa de todo el proceso.
Esto nos permite disfrutar de una lectura más bien continuista y coherente en donde la conexión entre escritor y dibujante es real. Esta es, sin lugar a dudas, una de sus mayores bazas. Si no supiese la identidad de sus creadores, me habría creído que es uno solo. Andy Diggle, con gran acierto, se aprovecha de las bondades del arte de Jock para relatar un origen más bien simple, pero entretenido. Y es que, en realidad, nos suena. Recuerda, inclusive, a Bruce Wayne o Iron-man y la figura del millonario «arrepentido» que rehace su vida a través de una nueva identidad.
Es un concepto que hemos manejado y disfrutado en numerosas ocasiones. Sin embargo, en este caso gana protagonismo propio gracias a las particularidades del personaje. A diferencia de los casos anteriores, Green Arrow dispone de poco más que de su puntería y su ingenio para enfrentarse al mal. Tiene otras artimañas, pero no dispone de los exacerbados recursos tecnológicos de Bruce o Tony. Y esto es lo que le hace diferente.
Un origen bien concebido que respeta el concepto del personaje
A tenor de las circunstancias, y con base a su relativa popularidad, hay quienes consideran que es un héroe menor o de segunda fila. Aun con todo, considerando que parte de estas afirmaciones podrían ser parcialmente veraces, creo que no le hacen justicia. Green Arrow, por méritos propios, es tan o más interesante que muchos otros personajes de primer grado.
De cualquier manera, todas estas virtudes se desdibujan ligeramente ante una premisa no tan original como nos habría gustado. Es, en cualquier caso, una cualidad inherente a una reimaginación de los orígenes del personaje, pues hay ciertos aspectos que están limitados por la propia línea narrativa del héroe dentro del universo DC.
Diggle compensa todo esto con una labor de liderazgo brutal en la que conmuta sus diferencias con Jock a través de directrices sobre la introducción de diálogos, cuadros narrativos, maquetación, etc. Es por esto mismo que podemos resaltar la inmersión narrativa de la obra así como el buen trabajo de equipo entre guionista y dibujante. Son, por méritos propios, un único autor desdoblado en dos personalidades diferentes que se acoplan a la perfección.
Reseña de Green Arrow: Año uno. Conclusiones
A grandes rasgos, pese a las flaquezas que presenta el guion en ciertos momentos de la lectura, Green Arrow: Año uno es un trabajo de gran calidad que revitaliza el origen del personaje sin agobiarnos con una ingente cantidad de información. Siendo una lectura especialmente recomendable para quienes quieran iniciarse en el lore del personaje, también gustará a los que hayan disfrutado con anterioridad de sus aventuras. Es un trabajo sobrio y bien ejecutado que brilla en la construcción del universo tanto en el contexto general como en la dualidad entre arte e historia. Se construye, por tanto, como una obra muy interesante que renueva con gran acierto el origen de un personaje con más matices de los que cabría esperar.