Reseña de Complex Age n.º 1 | Cosplay, amor propio y crítica

Todos los que hemos hecho cosplay en alguna ocasión hemos sentido miedo al qué dirán, hemos detectado miradas y sonrisitas malintencionadas. O «simplemente» hemos sufrido el acoso de un grupo de desconocidos. Todo por pura egolatría o egocentrismo mientras se creían con la potestad de denigrar al prójimo por vete tú a saber qué excusas. Hubo quienes, por suerte, fuimos capaces de tolerar el exiguo amparo social mediante nosotros mismos, nuestra familia o nuestros amigos.

En algunos casos, inclusive, convivimos con nosotros mismos bajo un lema muy claro: «me importa una ******* lo que pienses de mí». Siempre he dicho que mi caso ha sido uno de los afortunados. A fin de cuentas, me daba igual lo que dijeran los demás. Aparte, me rodee de mucha gente con gustos similares. Y antes de que me lo preguntéis, esta pequeña reflexión tiene un porqué. Hoy, Complex Age me ha hecho recordar aquellos años en los que, todavía con tiempo suficiente, me pasaba horas diseñando (mal, todo sea dicho) mis propios cosplays.

He sentido una empatía muy curiosa, puesto que todavía recuerdo los pequeños dramas familiares de algunos conocidos. En mi caso, por suerte, era lo más normal del mundo, y atesorar recuerdos junto a mi padre intentando hacer (mal de nuevo) atrezzo es algo que conservo con mucho aprecio. No obstante, ¿qué sucede cuándo no es así? ¿Qué ocurre cuando no solo la sociedad, sino también tus compañeros de trabajo y tu familia te rechazan?

Portada, edición y sinopsis

Autora	Yui Sakuma.
Serie	1-6 (cerrada).
Demografía y géneros	Seinen.
Páginas	210.
Precio	8,95 €.
Fecha de salida	07/07/2022.

Reseña de Complex Age n.º 1

Pues que nos encontramos a alguien como Nagisa Kataura. Cuando todo falla, emerge una figura del perfil de nuestra increíble protagonista. Muy segura de sí misma, Nagisa es una joven de 26 años que sigue haciendo cosplay. Esto, en muchos otros países del mundo —que no en todos, por desgracia— sería algo muy normal. Sí, los idiotas te mirarían raro, pero el mundo sabría que lo tuyo es un pasatiempo (o algo más) que no hace daño a nadie.

Japón, país con el que todos soñamos visitar alguna vez a lo largo de nuestras vidas, no es así. Y es que, más allá del lujo y el oropel, la sociedad nipona demuestra ser bastante intolerante con este tipo de pasatiempos a partir de cierta edad. Sobre todo en las mujeres, las cuales están sometidas a una presión todavía mayor. Esto es lo que inferimos tanto del contexto situacional que nos llega a través de diversos testimonios y documentales como de Complex Age, un manga precioso que os recomendaría a cualquiera de vosotros.

A fin de cuentas, en Complex Age nos encontramos con una autora valiente que no tiene miedo a expresar la verdad de la sociedad en la que habita. Mediante un relato costumbrista muy bien elaborado, desarrolla una trama simple y relajada en la que no hay nada del otro mundo. Bajo el paraguas de un escrito realista, Yui Sakuma nos narra el día a día de una chica de 26 años que no puede salir del cascarón.

Una crítica a la sociedad

Atrapada por los preceptos sociales, se sustenta con un trabajo a medio tiempo mediante el cual colabora en casa. Pone una parte de su salario para ayudar con las facturas, siendo esto algo completamente normal, pero… El resto de su dinero es un misterio a dónde va. Al menos para sus padres, puesto que Nagisa, alias Nagi, es una cosplayer impresionante que debe ocultar su pasión a sus padres y a sus compañeros de trabajo por miedo al qué dirán.

De hecho, no sabemos cuál sería la reacción de sus progenitores, ya que en ningún momento sabemos cuál es su verdadera situación. Lo entendemos en el trabajo mediante comentarios de soslayo que aterrizan en el rostro de nuestra protagonista por un azar muy conveniente (y desafortunado) del destino. La autora nos explica, de manera implícita, que la sociedad no aceptaría de buen grado a una mujer de 26 años que hace cosplay y no está casada.

De hecho, gran parte de la trama gira en torno a la aceptación social, el amor propio y la amistad. A través de una narrativa muy bien construida, Sakuma ofrece gritos de realidad mediante comentarios crueles. «Encima de jirafa, vieja, da mal rollo» leemos en mitad de una conferencia. El emisor es un desconocido que ni aparece, pero el mensaje está claro.

Nagi es una protagonista realista, con sus cosas buenas y sus cosas malas

Porque Nagisa es una chica alta y tiene 26 años. Por eso el mundo decide que puede atacarla sin miedo a herir sus sentimientos. Nagi, acostumbrada, se repone, pero cuando conoce a la joven y risueña Ayu, la cosa cambia. Nagi adora disfrazarse de Ururu, un personaje de anime de baja estatura, con gestos muy gráciles y una complexión chiquita. Es todo lo contrario a ella, pero sus disfraces y su mimetización son tan buenas que suple con creces esa diferencia física. El problema es que trabaja tanto que, a veces, considera que tiene el derecho de criticar a los demás cosplayer cuando hacen algo mal.

Ayu, por su parte, es físicamente muy parecida, tanto por complexión como por definición facial. Esto golpea muy duro a Nagi, quien se sume en una pequeña espiral de autodestrucción muy negativa. Acepta de buen grado la situación con sonrisas faltas y gestos taciturnos, pero su mejor amiga, Kimiko, se da cuenta, y entra en acción. Ah, por cierto, Ayu adora y admira a Nagisa con toda la fuerza de su corazón.

Volviendo al tema que nos acontece, la autora, Sakuma, logra construir un relato de realidad muy interesante y llamativo en donde, sin presentar ninguna novedad al uso, conecta y atrapa a los lectores. Esta es la magia de Complex Age, un manga con un carácter social agridulce en donde el amor propio y las críticas sociales se convierten en el todo. Mediante el cosplay, la mangaka narra muy hábilmente su historia. Te atrapa, y eso que en realidad no te está contando nada.

Reseña de Complex Age, un manga con un arte muy personal

Me explico, y casi que voy cerrando. Sakuma no nos trae una historia con grandes giros de guion, premisas sorprendes ni grandes giros de guion. El suyo es un escrito muy realista que se construye sobre la personalidad de su protagonista, Nagisa, y el mundo que la rodea. En cierto modo, podríamos hablar de una suerte de slice of life dramático y mucho más adulto de lo habitual.

Hay que destacar, eso sí, ciertos defectos. El manga es muy bueno, mas no dista mucho de ser perfecto. Los diálogos, mayormente potentes, presentan ligeras caídas en momentos puntuales. Hay secciones determinadas que se sienten un poco forzadas. Sin más, la conversación entre algunos personajes es vacua y sin sentido, sobre todo cuando nos alejamos del foco principal: el cosplay.

Esto mejora, curiosamente, a lo largo del mismo tomo, pero es dónde mayores defectos he creído notar. Más allá de eso, he disfrutado mucho de la lectura de un manga que no esperaba que me gustase tanto, ni por premisa ni por dibujo. De buenas a primeras, este último… No le pillaba el punto, pero pronto he comprendido que no solo es muy bonito, sino que, además, encaja a la perfección con la historia que se nos quiere contar.

• Ofrece críticas muy interesantes.
• La narrativa está bien planteada y el ritmo es muy correcto.
• El dibujo encaja a la perfección con la trama y el guion.
• Es muy fácil empatizar con sus personajes.
• La premisa, aunque no ofrezca nada rompedor, es atractiva e interesante.

• A veces, el diálogo no termina de funcionar.
• El guion, tanto para lo bueno como para lo malo, no sorprende.