Licenciada por Nuevo Nueve nos llega Bottomyards, el último trabajo de Ben Passmore y Ezra Claytan Danjels. Disponible a partir del 15 de febrero a un precio de 22,00 €, nos llevará de paseo por los barrios bajos de Chicago a través de una estupenda edición rústica a todo color de 152 páginas. Será un viaje singular, sin ninguna duda, pero muy seguro: con tapa semidura y material de impresión de gran calidad, su formato de 27 x 19 centímetros está fuera de toda discusión. Por suerte, no es ninguna novedad, pues la editorial ya nos tiene bastante acostumbrados a un gran trabajo de edición, maquetación e imprenta.
Sinopsis
Lo que una vez fue un próspero vecindario de clase trabajadora en el lado sur de Chicago, los «patios inferiores» (bottomyards), es ahora la definición de la plaga urbana. Cuando una aspirante a diseñadora de moda y una amiga, obsesionada con la imagen, llegan al vecindario en busca de un alquiler barato, descubren algo mucho más seductor y siniestro que acecha detrás de las paredes de su nuevo hogar.
Bottomyards

Bottomyards se presenta como una historia de humor cotidiano en donde una joven llamada Darla intentará triunfar como diseñadora de moda. Regresando al barrio de sus orígenes —mantenida por sus padres— probará suerte, pero no lo hará sola. Junto a ella estará Cynthia, su mejor amiga de la infancia. Muy pronto nos damos cuenta de que esta última es un mero complemento en la historia de Darla, quien tiene que enfrentarse a los prejuicios y peligros de su entorno.
Podríamos decir que Bottomyards es una suerte de película de serie B —en el buen sentido— materializada en formato de cómic. Para empezar, por su peculiar sentido de la estética. En lo que parece ser un concepto de la humanidad deformado a través de trazos erráticos y viñetas policromáticas con un color base predominante, sus autores hacen una fuerte crítica social. Así pues, rescatando viejas teorías conspiranoicas (reptilianos a mí), formulan una historia errática y bienintencionada repleta de claroscuros narrativos.
Hablando en cristiano, Bottomyards es un tebeo bastante interesante que mezcla de forma muy aguda la crítica social con la sátira y la parodia. A través de un arte muy marcado y cierto sentido del ridículo trazan un guion llamativo, pero inestable. Su formato autoconclusivo permite que, en su conjunto, la cohesión de los elementos se mantenga, aunque esto no impide que las variaciones de ritmo y narración trastoquen el argumento. No me mal entendáis: la trama no es mala. Al contrario, es interesante y entretenida, pero tiene pequeños errores que alteran su valoración general.
Una historia de horror asqueroso y divertido

No exenta de momentos destacados, hay giros demasiado repentinos. Sin embargo, hay muchas cosas que hace bien. Sin llegar a incidir en el tema, por ejemplo, hace un ejercicio muy notable de crítica social cuando Darla y Cynthia discuten. La primera le recrimina su actitud, a lo que la segunda responde haciendo alusión a que, aún en su posición de privilegio, ella tiene que soportar cosas —como la vergüenza al ver como critican a su amiga— por compartir su tiempo con una persona negra.
Todo mientras un horror visceral domina poco a poco el nuevo hogar de Darla. Con intentos de amistad y crecimiento personal-profesional de por medio, la historia progresará cambiando del misterio al horror (que no miedo) de forma paulatina. Así pues, contemplando esa película de serie B que os dije antes. En resumidas cuentas, una criatura visceral repleta de extrañas extremidades comenzará a perturbar la paz del edificio mientras se cobra alguna que otra víctima en el proceso.
Desmembraciones incluidas, el componente gráfico es muy potente a ese respecto. Interesante y asqueroso, exacerba nuestro sentido gusto del morbo sin que nos sintamos mal por disfrutar del mal ajeno. ¿Cómo? A través de su ya mencionado diseño en forma de sátira y parodia. Lo mismo me estoy columpiando y la intención era otra, mas eso es la sensación que a mí me ha trasmitido.
Conclusiones

Citando a la editorial, Bottomyards es una especie de cruce entre el Get Out2 de Jordan Peele y The Thing de John Carpenter. Es un tebeo autoconclusivo diferente y entretenido, con una buena edición y una historia llamativa. He disfrutado de su lectura pese a los errores que he creído detectar. Se toma bastante en serio la crítica social, mas sabe incrustrarla sin alterar ritmo del guion o alterar el sentido paródico de sus páginas. Un buen recorrido por los barrios bajos de Chicago con pocos escenarios y personajes, pero un trasfondo bastante bien logrado.
Dispone de ciertas incoherencias, pero se pueden perdonar si tenemos en cuenta que ocupa no más de 152 páginas. ¿Recomendable? Sí. No es para todo el mundo tiene algún que otro «pero». En líneas generales, un trabajo decente, diferente y estimulante. Si buscas escapar de la cotidianidad del cómic clásico. P.D. A veces me ha recordado al duelo entre Ripley y el alien.
