Reseña de Correspondencia desde el fin del universo n.º 3

Durante mi reseña como la de Correspondencia desde el fin del universo vol. 3 me he redescubierto ante un manga que, aunque con un ritmo algo errático, ha sabido evolucionar para ser algo más que una simple historia de ciencia ficción y exploración. Allá en su momento, durante sus primeras entregas, la obra de Menota se perfiló en algo así como un slice of life en el que había poco más que una historia de autodescubrimiento alienígena.

O lo que es lo mismo, pensaba que Marco, nuestro protagonista, no haría nada demasiado especial. Consideré que la trama se resumiría en cómo un humano se relacionaba con un grupo de extraterrestres mientras aprendía a desempeñar —de mala gana— su nuevo trabajo. Edulcorado con una suerte de búsqueda a vida o muerte no muy apremiante, entendí que sería una historia tranquila y sin demasiadas diatribas morales. Me equivoqué. Y mucho.

En este tercer tomo, Correspondencia desde el fin del universo me ha demostrado que quiere ir más allá a través de la introspección psicológica tanto de Marco como del resto de personajes. Es más, diría que, sin duda, aunque tiene algunas pegas, este tercer volumen ha sido el mejor de todos con diferencia. Aunque durante los dos primeros encontré varios aspectos muy interesantes, en este ha ido más allá.

Sobre todo porque se ha atrevido a «criticar» su propia premisa de «creerse un dios en el cuerpo de un hombre». Recordemos, pues, que tanto Marco como la agencia espacial que le ha «secuestrado-contratado» se dedica a hacer planetas. Bajo una capa de buenismo y desinterés, todo parecía ir realmente bien, pero… ¿Qué ocurriría si alguien crease un planeta carcomido por el rencor, el resentimiento o la rabia? Esa cuestión que ni me plantee de buenas a primeras ha entrado en juego y, de golpe y porrazo, parece un manga diferente.

Reseña de Correspondencia desde el fin del universo n.º 3 | Portada, sinopsis y edición

Marco fue reclutado a la fuerza para formar parte de la Agencia, donde tiene que trabajar con alienígenas durante diez años antes de poder volver a la Tierra junto a su amor. Como agente, verá nuevos planetas y conocerá a nuevas especies, algunas encantadoras y otras muy peligrosas.

Kitsune Manga y Futurbox Project siguen manteniendo una buena línea evolutiva y continúan creciendo en cuestiones de maquetación e impresión. Aunque sigue habiendo un poco de moiré, el resultado final es mayormente buena. El tándem entre editora y maquetadora está funcionando bastante bien y se nota a simple vista. Del mismo modo, Makoto ha vuelto a demostrar que es una gran traductora. Gracias a esto tenemos un producto de buena calidad que responde en casi todos los niveles. Estoy contento con el resultado final.

Ciencia ficción para adultos

Debo decir que, en realidad, tendría que haberlo visto venir. Aunque el tercer tomo me ha sorprendido muy gratamente, si echo un vistazo atrás en el tiempo, lo cierto es que Menota jugó bastante duro desde el principio. Por ejemplo, nada más empezar, planteó el teletransporte de Marco descomponiendo su cuerpo. Del mismo modo, mostró a uno de sus personajes aprovechando el pago por defunción y el sistema de resurrección como un método adicional para hacer dinero.

Bien justificado por su situación, nos dejó muy claro que el manga era mucho más serio y adulto de lo que podría aparentar de buenas a primeras. Jugaba con cuestiones que bordeaban la ética y la moral, planteando serias diatribas entre lo que estaba bien y lo que no. Esto es algo que, en realidad, desarrolló de muy buena manera durante las dos primeras entregas y que, ahora sí, ha terminado de manifestar.

Ha sido, eso sí, mucho más a lo bestia. Aunque esos primeros tomos planteaban preguntas interesantes, en este último me ha dejado con la boca abierta. ¿Cómo? A través de una raza creada por un antiguo miembro de la agencia que solo puede comer carne de criaturas que se les parezcan. Su carácter es humanoide, así que Marco entraría dentro de ese grupo.

Una diatriba moral constante

Muy bien hilado, usa esta relación para engendrar algunas de las escenas más duras que hemos visto hasta la fecha. Nuevamente, sin ser esencialmente explícito, nos muestra lo dura que puede ser la vida de alguien que ha sido concebido por otro alguien jugando a ser Dios. De hecho, y aunque no se ven, la historia nos habla de una raza a la que le salían dedos por todas partes, incluso dentro de sus entrañas, y acaban muriendo. O de otros que vivían en un planeta tan caliente que acaban muriendo abrasados.

Es muy duro. Por eso digo que, aunque los dos primeros volúmenes me habían avisado de lo que estaba a punto de suceder, no estaba del todo preparado. Pese a ello, no puedo decir que me haya desagradado. Más bien todo lo contrario. Correspondencia desde el fin del universo me está sorprendiendo muy gratamente gracias a ese perfil más adulto y maduro. Bueno, por eso y porque tiene una adaptación idiomática que da gusto.

Con todo esto en mente, tal vez podría deciros que sigue fallando en lo mismo de siempre. Es decir, el dibujo. Sigue sin convencerme del todo, aunque tiene su aquel. Aparte, como la series corta y quería presentarnos todo esto a como diese lugar, ha acelerado demasiado en algunos pasajes. O lo que es lo mismo, que su evolución me ha encantado, pero falla ligeramente en lo que respecta al ritmo narrativo.

Reseña Correspondencia desde el fin del universo n.º 3 | Conclusiones

No es, ni mucho menos, un manga perfecto. Tiene sus defectos, como cualquier obra, pero en estos se han evidenciado un poco más. Pese a ello, creo que el cambio es positivo, puesto que ha asentado las bases del que podría ser un gran final. Como ha pisado el acelerador, ha resuelto varias cuestiones muy importantes que nos acercan peligrosamente a la conclusión del quinto volumen. Todo sea dicho, era necesario, así que no podemos decir que sea un error teniendo en cuenta cuál será su extensión final.

Todo esto me hace seguir pensando en Correspondencia desde el fin del universo como una pequeña joyita que podría gustar a muchos tipos de lector. Menos recomendable para los más jóvenes, presenta un universo bastante más complejo de lo que cabría esperar con decisiones muy grises. Aquí, aunque parece que está claro qué es lo correcto y qué es lo incorrecto, no hay nada tan sencillo.

Ese ejemplo del pseudo caníbal de humanoides que os presenté nos dice que él es el malo, pues ataca a Marco, nuestro protagonista, y es un asesino, pero en realidad sus actos están (casi) justificados. Su pasado es ciertamente doloroso y podemos empatizar con sus acciones. Por eso pienso que el manga es bastante más duro de lo que su dibujo o su trama dicen. Pese a ello, sigo pensando que es una adquisición muy interesante y un manga de ciencia ficción bastante curioso. Tengo ganas de ver el siguiente tomo y de saber cómo termina con el quinto.

• La premisa es original y la narrativa es entretenida.
• Es una historia con gancho y bastante original.
• La edición ha cumplido con nuestras expectativas.
• Los diseños de los personajes, tanto en lo físico como lo mental, son muy interesantes.
• Evoluciona mucho respecto al tomo anterior.

• El dibujo no es demasiado detallado.
• El ritmo es algo más errático comparado con las dos primeras entregas.