Análisis de Wargroove 2, el mejor rol táctico independiente

Hoy rescatamos un juego que nos enamoró allá en su momento y que ha regresado más fuerte que nunca mediante nuestro análisis de Wargroove 2.

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Han pasado cuatro años desde que, por primera vez, me lancé al precioso y fantástico mundo de Wargroove. Corría el año 2019 y, por aquel entonces, no éramos verdaderamente conscientes del significado de conceptos tan inéditos —por aquel entonces— como «pandemia global». Mucho ha llovido desde entonces. El mundo ha cambiado, la industria del videojuego ha cambiado y yo he cambiado. O eso me gustaría pensar, pero es que mientras preparaba el análisis de Wargroove 2 me he dado cuenta de que no es cierto. Al menos no del todo.

Y es que —pido disculpas de antemano por el chiste malo— el juego de rol táctico de Chucklefish me ha vuelto a conquistar. Curiosamente, no ha necesitado hacer nada demasiado especial para hacerlo. Siendo realista, Wargroove 2 es un videojuego realmente continuista. Es decir, que esta secuela nos da más de lo mismo, pero mejor. Mucho mejor. Tanto es así que uno de sus grandes estandartes es un nuevo modo de juego.

No obstante, estoy adelantando acontecimientos, pues de nada sirve hablar de una alternativa inédita si no sabemos ni de qué va el juego, ¿verdad? Por suerte, definir a Wargroove es bastante sencillo. A grandes rasgos, podemos decir que es un juego de rol táctico al más puro estilo Advance Wars, pero con un enfoque mucho más fantasioso y varias facciones diferencias por su raza más que por su lugar de procedencia.

De esta manera, lo que obtenemos —sumando tanto la primera como la segunda entrega— es un grupo bastante heterogéneo con distintas facciones de humanos, hombres-rata, seres del bosque, no muertos, etc. Eso para empezar. Ahora bien, ¿por qué tenemos distintos grupos y cuál es la diferencia entre cada uno de ellos?

Análisis de Wargroove 2: más de lo mismo, pero mejor

Análisis de Wargroove 2
Análisis de Wargroove 2 | Así es cómo se ve la batalla entre un comandante y una unidad enemiga. El +1 de los soldados es porque están en un terreno que les favorece.

Cuando hablamos de WargrooveWargroove 2, lo que obtenemos es un título de estrategia en donde debemos gestionar un grupo de soldados en un mapa cuadriculado. El objetivo, como os podréis imaginar, es avanzar por el escenario mediante un sistema de turnos mientras vamos derrotando a todos nuestros enemigos hasta cumplir con el objetivo determinado por la misión. En el proceso, además de gestionar diferentes unidades con distintas características, podremos manejar a un comandante con un poder especial.

Cada unidad, volviendo al tema de antes, tendrá sus propias ventajas y desventajas. Por ejemplo, los soldados comunes son fuertes contra los pícaros y los arqueros, pero son vulnerables ante caballeros y magos, entre otros. Y así con todos. De esta manera, lo que se genera es una ruleta de fortalezas y debilidades en donde hay una unidad que destaca por encima de todas: el ya mencionado comandante.

Análisis de Wargroove 2
Análisis de Wargroove 2 | Aquí podemos ver a un compendio de comandantes que podremos elegir y usar en, por ejemplo, el modo Conquista.

Cada facción tiene sus propios líderes. Estos no tienen prácticamente ninguna vulnerabilidad y son buenos contra la mayoría de unidades terrestres. Asimismo, tienen una habilidad especial con la cual generar ventaja en el combate. Lo interesante de Wargroove 2 es que recupera esta mecánica y le da una pequeña vuelta de hoja. ¿Cómo? Potenciando la habilidad.

Esta se llama groove y, a grandes rasgos, se carga con el paso del tiempo. Ahora, en esta segunda entrega, podremos aumentar el tiempo de espera para mejorar la carga y alcanzar el nivel 2. Como es lógico, al hacer esto, la habilidad especial del comandante tendrá efectos especiales adicionales. Sin más, será más fuerte.

Más mapas, más contenido y más campaña

Análisis de Wargroove 2
Análisis de Wargroove 2 | Imagen en la que podemos ver el informe y resumen de características de una unidad.

Esta es una de las grandes novedades que nos trae el juego, pero no es la única. Si echamos un vistazo hacia el pasado, veremos que Wargroove nunca destacó por su historia. En esta ocasión, siendo sincero, no es diferente, puesto que el argumento es bastante simple. Sin más, es una excusa para conocer a las distintas facciones, disfrutar un poco de su sentido del humor y disfrutar de una serie de misiones guiadas. Es un tutorial muy extenso con diálogos divertidos e interacciones curiosas, pero sin demasiado trasfondo.

La segunda entrega repite esa fórmula, aunque con una salvedad: ahora hay «tres campañas» diferentes que se entrelazan las unas con las otras. Sin duda, es un paso hacia delante que le da algo más de chicha a la historia. Aparte, cada una de estas campañas tiene una dificultad determinada. La primera, la de los hombres rata, es la más fácil de todas. La progresión es gradual y te enseña poco a poco. Las otras dos te dan casi todas las unidades desde el principio y te ofrecen mapas más grandes, por lo que es más complicado.

Análisis de Wargroove 2 | Así es cómo se ve el mapa de la primera campaña. Al avanzar, iremos desbloqueando nuevos destinos y misiones.

De hecho, ya que he sacado el tema de los mapas, me gustaría destacar el hecho de que el estudio también ha progresado en ese sentido. A grandes rasgos, están mejor diseñados, ofrecen desafíos algo más variados y son más interesantes. Sin duda, es un paso al frente en el sentido correcto que me recuerda otra cosa: el juego es inmenso de base y tiene un potencial infinito. ¿Por qué? Completarlo todo nos puede llevar fácilmente unas 40 horas, pero es que tiene mapas de la comunidad.

En efecto, Chucklefish ha vuelto a darnos herramientas para crear nuestras propias campañas y misiones. Es más, ahora tenemos más opciones que antes. Ya con la primera entrega los jugadores se volvieron locos haciendo contenido, así que no me quiero ni imaginar qué va a pasar ahora. En ese sentido, solo sé una cosa: en unos meses podré dedicarle días y semanas enteras sin parar de jugar con nuevos contenidos. Esa es mi apuesta personal.

Un juego que aspira a ser más

Análisis de Wargroove 2
Análisis de Wargroove 2 | Podremos ver resúmenes del escenario con toda la información táctica que hayamos desbloqueado en el susodicho mapa.

Estas no son las únicas novedades. Al clásico sistema de debilidades entre unidades (nuestros soldados se pueden enfrentar a enemigos y su potencial y resistencia estará marcada por un pequeño valor numérico que simboliza su vida) le han sumado varias cositas. Entre ellas podemos mencionar, por ejemplo, a los barcos. Antes no teníamos unidades fluviales. Ahora sí. No es que sean una gran sorpresa ni una novedad esencialmente original, pero ahí están.

Esto se sigue complementando, como siempre, con el sistema de gestión de bases y recursos. Cuanto más edificios controlemos, más dinero generaremos, ergo más unidades podremos reclutar… O así debería ser, pues hay mapas en los que no podremos hacerlo. Hay entran en la ecuación los ítems, que van desde pociones que pueden curar la salud de nuestras unidades hasta armas que pueden potenciar sus capacidades durante un combate en concreto.

Es una alternativa divertida que nos hace tener que readaptarnos a las circunstancias. No obstante, el cambio más importante de todos es que ahora hay un nuevo modo roguelike. Se llama Conquista y ha llegado para sustituir al modo arcade y los rompecabezas de la primera entrega. Siendo parco, en este modo empezaremos con un comandante y un pequeño séquito de soldados con los cuales tendremos que ir avanzando a través de diversos niveles sin parar. La idea es llegar lo más lejos posible mientras vamos adaptando nuestra estrategia a los recursos que nos dan.

Análisis de Wargroove 2 | Conclusiones

Análisis de Wargroove 2 | Ejemplo básico de cómo podemos movernos y atacar.

En conclusión, Wargroove 2 es más de lo mismo, pero mucho mejor que antes. Sigue siendo ese título de rol táctico en el que tenemos que gestionar ejércitos por casillas y en eso no ha cambiado nada. Y aunque no podamos decir que haya innovado demasiado a nivel mecánico, como el primero era tan bueno, era normal que el segundo también lo fuese.

Ese estilo tan a lo Advance Wars que tiene es simplemente encantador. Adictivo, atractivo y desafiante, ofrece decenas de horas de contenido de calidad. Es un juegazo que encantará a los fanes del género y que gustará, especialmente, a quienes ya disfrutaron de su primera entrega. Lo bueno es que no es necesario haber superado el primer juego para disfrutar del segundo, por lo que se adecúa a casi todo tipo de usuarios.

  • Mantiene las virtudes de la primera entrega y las mejora con nuevos contenidos e ideas.
  • Incluye un nuevo modo de juego tipo roguelike que le da mucha vida.
  • Potencia todavía más las herramientas creativas para que la comunidad diseñe mapas y campañas personalizadas.
  • Sigue siendo tan divertido como siempre. Como juego de rol táctico es muy bueno.
  • El apartado gráfico y la banda sonora son una auténtica delicia.
  • No innova demasiado. Se extraña algún cambio más determinante.
  • Para agregar el modo roguelike ha retirado el arcade del anterior juego.

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